Política

El impacto de la elección de Biden para un Bolsonaro que se niega a reconocer su victoria

El triunfo del candidato demócrata en las elecciones de Estados Unidos podría tener un impacto directo en la política exterior, el comercio, el medio ambiente, los derechos humanos y otros aspectos de la agenda brasileña.

Federico Cornali  | 23.11.2020 - Actualızacıón : 24.11.2020
El impacto de la elección de Biden para un Bolsonaro que se niega a reconocer su victoria El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante una reunión bilateral con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en junio de 2019. (Crédito obligatorio: Alan Santos - Agencia Brasil - Archivo)

SAO PAULO, Brasil

Por: Federico Cornali

La confirmación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y, sobre todo, la derrota del actual primer mandatario, Donald Trump, no fue una noticia agradable puertas adentro del Palacio de Planalto, debido a la simpatía que el presidente Jair Bolsonaro y sus hijos siempre demostraron hacia Trump.

Pero más allá de las preferencias ideológicas, el gobierno federal brasileño sabe que perdió un aliado de peso, justo en un momento en el cual las relaciones con China parecen ir de mal en peor. A diferencia de buena parte de los líderes mundiales, que felicitaron al candidato demócrata por su triunfo, hasta el momento Bolsonaro no se ha manifestado. Ha guardado 15 días de silencio.

Cabe recordar que el presidente brasileño ya se molestó con Biden, después de una mención que el político norteamericano hizo sobre la deforestación del Amazonas en medio de un debate. Él aseguraba que si era elegido como presidente “comenzaría a organizar el hemisferio y el mundo para juntar 20 billones de dólares para que Brasil no queme más la Amazonia”.

“Le diría: aquí están tus 20 billones; para de destruir la selva. Y si no para, deberá enfrentarse a consecuencias económicas significativas”, agregó. La declaración generó una respuesta inmediata de Bolsonaro, quien por medio de sus redes sociales calificó el comentario de “lamentable, desastroso y gratuito”.

Más allá de estos cruces y de la simpatía por Trump, los especialistas en relaciones internacionales consideran que el gobierno federal brasileño debería adoptar una postura un poco más pragmática y conciliadora, dejando de lado su apoyo personal hacia el actual presidente estadounidense para mantener las buenas relaciones con el país que es su segundo mayor aliado comercial, justo detrás de China.

No pareció fruto de la casualidad que el viernes 6 de noviembre, más de 24 horas antes de que se conociera la victoria de Biden, Bolsonaro hubiera declarado que así como él no era la persona más importante de Brasil, “Trump no es la persona más importante del mundo”. “La persona más importante es Dios”, destacó el presidente brasileño durante la ceremonia de graduación de 650 policías federales, en Florianópolis, estado de Santa Catarina.

Para Juliano Cortinhas, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), ese alineamiento del gobierno brasileño hacia la persona de Trump podría dejar al país sudamericano aislado en el campo político y económico. “Si continúa por esa vía, el riesgo de que Brasil sea un país aislado del resto es inminente. Individualizar la política exterior es un grave error, y la victoria de Biden no parece ser una buena noticia para el gobierno actual”, aseguró.

“Con Biden en el poder, veremos el regreso al multilateralismo, que es una tradición del partido Demócrata, en las antípodas de la bandera nacionalista del ‘América First’ de Trump”, explica Leandro Cosentino, investigador y profesor de Relaciones Internacionales del Instituto de Enseñanza Superior Insper, de Sao Paulo.

Ver también: Joe Biden y el regreso de Estados Unidos al multilateralismo

A su vez, el docente identifica una oportunidad en la visión de cuidado al medio ambiente del nuevo Gobierno estadounidense. “El hecho de que sea una administración que se enfocará en cuestiones ambientales y se mostrará más abierta a relacionarse con otros países le otorga a Brasil la oportunidad de posicionarse de una forma más tranquila dentro del escenario internacional”, explica.

Con respecto a la “amistad” de Trump y Bolsonaro, Cosentino entiende que eso podría no ser tan perjudicial como lo cree buena parte de los analistas. “El punto es que Biden es un estratega de la política externa, incluso ese era el papel que ejercía cuando era vicepresidente de Barack Obama. No creo que cambie la relación entre Brasil y Estados Unidos solo porque ambos presidentes no se llevan bien. Aquí se pondrá en juego una cuestión más estratégica que pasional, que es la que le conviene a ambos países”, opina el especialista.

Sin embargo, para alcanzar una convivencia necesaria, el Gobierno brasileño deberá replantear sus modos de actuar a nivel internacional. “Una buena relación con Estados Unidos dependerá del grado de pragmatismo que Brasil presente en relación con Biden. Si el Gobierno demuestra que su principal aliado son los Estados Unidos y no Trump, las relaciones pueden llegar a buen puerto”, dice Leonardo Paz, investigador de Inteligencia Internacional de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

El cuidado del medio ambiente, sin duda, será una parte fundamental de ese buen relacionamiento en el inicio de la era Biden. El próximo presidente de Estados Unidos tiene programada una serie de reuniones con miembros de otros países -sobre todo, de la Unión Europea- para formar una red que presione a los gobiernos a reducir las emisiones de carbono y a preservar el medio ambiente. Eso apunta directamente hacia Brasil. Si las destrucciones en el Pantanal y la Amazonia (por citar las más relevantes) mantienen su ritmo, las sanciones y restricciones podrían ejecutarse.

Ver también: El Pantanal: ¿por qué el humedal más grande del mundo es devorado por las llamas?

“Es un proceso que involucra varias negociaciones internas, es complicado que prosperen sanciones de este tipo, pero pueden servir como método de presión. Y de cualquier forma, es más probable que Brasil sea sancionado por la deforestación o las quemas con Biden de lo que era con Trump”, sostiene Cortinhas.

La victoria de Biden también llenó de optimismo al empresariado brasileño. Varios de los principales líderes del comercio salieron a mostrar su felicidad por el resultado de las elecciones en Estados Unidos. “Es una muy buena noticia, porque de aquí en adelante tendremos una agenda que incluirá un mundo más cooperativo y multilateral, que estará más unido para vencer a la pandemia”, dijo Pedro Passos, fundador de Natura, fabricante y comercializadora brasileña de productos de belleza y cuidado personal.

En la misma línea, José Roriz, vicepresidente de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), celebra que Biden haya sido elegido en medio de la pandemia de coronavirus. “La decisión de los estadounidenses llegó en un momento oportuno, justo cuando necesitábamos entendernos mejor, negociar y, sobre todo, detener esa polarización que está sucediendo en todo el mundo y lo único que hace es desviar el enfoque de lo que es más importante”, opina Roriz, quien además es presidente de la Asociación Brasileña de la Industria del Plástico (Abiplast).

En materia de derechos humanos, los analistas entienden que la salida de la Casa Blanca de una posición conservadora y su reemplazo por un gobierno que pondrá el énfasis en cuestiones como los derechos de las mujeres y de las minorías, podría evitar que se firmen documentos como la denominada “Declaración de Ginebra”, en la cual participan, entre otros, Brasil, Egipto y Hungría, y en la que, por ejemplo, se repudia el aborto.

También serán cuestionados los autoritarismos. “Es probable que la victoria de Biden haya puesto en jaque la legitimidad internacional de la base conservadora e ideológica del gobierno de Bolsonaro”, explica el abogado Thiago Amparo, profesor de Derechos Humanos en la Fundación Getulio Vargas. “También es probable que si Biden sigue el ejemplo de otros demócratas, que colocan los derechos humanos como eje de su política externa, podremos observar más críticas hacia las violaciones de esos derechos que ocurren en Brasil, como por ejemplo los derechos de los pueblos aborígenes y la creciente violencia policial”, destacó Amparo.

Sobre la diversidad sexual, la victoria de la fórmula que conforman Joe Biden y Kamala Harris, la vicepresidenta, parece aportar cierto alivio, sobre todo en las comunidades LGBT. “Con Trump vimos crecer una peligrosa ola anti LGBT+, especialmente contra los trans”, cuenta Bruna Benavides, de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), quien, a su vez, deposita algunas esperanzas en la actuación de Harris. “Que sea una mujer negra y feminista ya ayuda a que pueda entender o, por lo menos, sea capaz de escuchar nuestras cuestiones, tanto en Estados Unidos como en Brasil y para todo el mundo”, agrega.

Más allá del consenso que existe entre especialistas en relaciones internacionales, política exterior e incluso entre los allegados menos radicales del gobierno federal brasileño, quienes interpretan el momento como una oportunidad para dejar los personalismos de lado en la relación con Estados Unidos, las últimas apariciones de Bolsonaro no parecen ir por ese camino.

En una de sus últimas apariciones en un acto público, el presidente de Brasil no reconoció la victoria de Biden, a quien llamó como “candidato”, y luego lo desafió a “usar pólvora”. “Escuchamos hace unos días que un candidato a jefe de Estado dijo que si no apagamos el fuego en la Amazonia, nos impondrán barreras comerciales. ¿Cómo podemos enfrentarnos a eso? Solo con diplomacia no se puede… Cuando se acaba la saliva debes tener pólvora, si no, no funciona”, sostuvo Bolsonaro.

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