El plan del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de anexionar los asentamientos judíos ilegales y el Valle del Jordán en la Cisjordania ocupada solo ha recibido el apoyo de Estados Unidos.

El 28 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su llamado “Acuerdo del Siglo”. En él se refiere a Jerusalén como “la capital indivisa de Israel” y reconoce la soberanía israelí sobre grandes partes de Cisjordania.

El plan incluye el establecimiento de un Estado palestino fuertemente fragmentado, conectado por puentes y túneles. Los funcionarios palestinos dicen que según el plan de Estados Unidos, Israel anexaría el 30-40% de Cisjordania, incluyendo toda Jerusalén Este.

El 17 de mayo, Netanyahu prometió anexar los asentamientos judíos de la Cisjordania ocupada. “Estas áreas del país son lugares de nacimiento de la nación judía. Es hora de aplicar la ley israelí sobre ellos", dijo Netanyahu al Parlamento de Israel (Kneset) al presentar su Gobierno de unidad.

Se esperaba que Israel llevara a cabo la anexión el 1 de julio, según lo acordado entre Netanyahu y su socio de Gobierno, Benny Gantz, pero las objeciones de este sobre la forma de implementar el plan y el momento, así como la postura de Estados Unidos de “no apresurarse” han hecho que se suspenda por el momento.

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En declaraciones a la prensa local, fuentes cercanas a Netanyahu comentaron que la anexión podría realizarse a finales de este mes. Mientras tanto, las negociaciones entre oficiales estadounidenses e israelíes continúan. 

El acuerdo de coalición entre Netanyahu y Gantz prevé la implementación de la anexión luego de la aprobación de esta por parte de la administración de Trump.

Reacciones de los países árabes

La reacción de Jordania al plan de anexión fue, hasta el momento, la más contundente y enérgica entre las respuestas de los países árabes.

El primer ministro de Jordania, Omar Razzaz, advirtió que podrían verse obligados a revisar sus relaciones con Israel si este implementa su plan de anexión, mientras que el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, afirmó que el plan dinamita los cimientos del proceso de paz en Oriente Medio.

Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU) se conformaron con condenar el plan en vez de anunciar acciones concretas contra el mismo.

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Llama la atención la cooperación entre EAU e Israel en materia de sanidad con motivo de la pandemia, así como la ausencia del embajador de Egipto en los territorios palestinos durante un evento organizado en la ciudad de Ariha (Jericó) por la Administración Palestina en protesta del plan.

Al menos dos aviones de la aerolínea nacional de EAU, Etihad Airways, volaron directamente a Israel con ayuda médica destinada a Palestina, y de esta forma apoyarlos en su lucha contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19).

Los aviones aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Ben Gurion, en la ciudad de Tel Aviv, en coordinación directa con el Ministerio de Exteriores de Israel. Los aviones llevaban bandera emiratí.

EAU carece de representación diplomática en Israel y, según oficiales palestinos, en ningún momento las autoridades emiratíes se pusieron en contacto con ellos para coordinar el envío de las ayudas.

La Liga Árabe tachó el plan de “crimen de guerra” contra los derechos de los palestinos y de violación de las resoluciones de las Naciones Unidas.

Reacción de Turquía

En su intervención durante la reunión extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, llamó a mandar un mensaje de advertencia fuerte para detener el plan y mostrar solidaridad con Palestina.

Reacción de Estados Unidos

A pesar del apoyo incondicional de la administración de Trump al plan de anexión de Israel, las principales figuras del partido demócrata estadounidense se oponen al plan.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, tildó el plan de unilateral y dijo que perjudicará los intereses de la seguridad nacional de Estados Unidos, así como el apoyo del partido a Israel.

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A través de una carta dirigida al Gobierno de Israel, 191 de los 233 representantes demócratas advirtieron que el plan pondrá en peligro el proceso de paz en la región.

El expresidente demócrata de Estados Unidos, Jimmy Carter, criticó el plan y afirmó que su implementación supondrá la “usurpación de un territorio”.

Reacción de las Naciones Unidas

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, reiteró que el plan viola el derecho internacional y que dañará la iniciativa de dos Estados para solucionar el conflicto palestino israelí.  

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Así mismo, Guterres llamó al Gobierno israelí a desistir del plan. 

En su discurso durante el evento en Jericó, el coordinador especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Medio (UNSCO), Nikolai Mladenov, dijo que el plan de Israel pone fin al establecimiento de un Estado palestino.

Reacción de la Unión Europea

La UE se limitó a emitir mensajes y notas en contra del plan, mientras que algunos países miembros del bloque europeo expresaron estar en contra de tomar medidas contundentes contra el Gobierno israelí.

A través de su perfil en Facebook, el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, dijo que su país “continuará oponiéndose a los enfoques políticos internacionales unilaterales e injustos de Israel”.

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El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, advirtió de que las relaciones bilaterales entre el bloque e Israel se verán afectadas si este implementa el plan.

Durante su visita a Tel Aviv, en su primer viaje al exterior durante la pandemia, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, afirmó que algunos países europeos podrían sancionar a Israel si este implementa su plan de anexión, e incluso reconocer oficialmente el Estado de Palestina.

El Parlamento de Bélgica aprobó por unanimidad una moción que llama a tomar “medidas apropiadas” contra el plan de anexión de Israel.

En un artículo publicado en un diario israelí, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dijo que su país no reconocerá ningún cambio en las fronteras de 1967 acordadas entre ambas partes.

Reacciones de Rusia y China

El Ministerio de Exteriores de Rusia criticó el plan y señaló que este podría provocar un bucle de violencia en la región y desestabilizarla.

En declaraciones a la agencia de noticias palestina, WAFA, el embajador de China en los territorios palestinos, Guo Wei, reiteró que la administración de Pekín apoya el establecimiento de un Estado palestino independiente cuya capital sea Jerusalén Este y aseveró estar en contra del plan.

*Traducido por Daniel Gallego.