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Las razones por las que Netanyahu aplazó los planes de anexión en Cisjordania

La oposición al interior de Israel y de la diáspora, así como el deterioro de la economía debido al coronavirus serían algunos de los motivos por los que los planes de anexión no iniciaron este 1 de julio.

Syed Iftikhar  | 02.07.2020 - Actualızacıón : 03.07.2020
Las razones por las que Netanyahu aplazó los planes de anexión en Cisjordania El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. (Mustafa Deveci - Agencia Anadolu)

Ankara

Una variedad de factores obligaron al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a aplazar sus planes de anexar cerca del 30% de la ocupada Cisjordania, después de que les había asegurado a los líderes de los asentamientos que el proceso iniciaría este 1 de julio.

Expertos creen que las razones principales detrás del retraso incluyen una falta de apoyo firme a este plan por parte de Estados Unidos, una oposición desde las fuerzas de defensa israelíes y de la diáspora judía, así como por la segunda ola de contagios de COVID-19, lo cual ha tenido fuertes consecuencias para la economía israelí.

Según los expertos, un resultado positivo de las "travesuras" de Netanyahu ha sido que la cuestión de Palestina ha vuelto a ocupar un lugar central en la política israelí. En los últimos años, se hizo creer a los partidos políticos israelíes que el tema no concernía mucho a sus patrimonios políticos ni al país.

Ver también: Parlamento alemán rechaza plan de anexión de Israel

Varios especialistas le dijeron a la Agencia Anadolu que el plan de anexión también ha llevado a que se presenten diferencias entre Jared Kushner, asesor principal de su suegro, el presidente Donald Trump, y el embajador de los Estados Unidos en Israel, David Melech Friedman.

Kushner, quien se cree que es autor del plan de paz de Trump conocido como el “Acuerdo del Siglo”, se ha opuesto al plan de anexión, argumentando que pondría a los países árabes vecinos en una situación embarazosa.

Si bien tres embajadores árabes, de Omán, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos (EAU), estuvieron presentes cuando se anunció el plan de Trump en enero, Kushner confiaba en obtener con el tiempo el respaldo de Arabia Saudita, Egipto y Jordania.

Sin embargo, en medio de la crisis del coronavirus, altos funcionarios y políticos de las naciones del Golfo advirtieron a un poderoso grupo judío de la diáspora que las relaciones retrocederían si Netanyahu continuaba con la anexión del territorio palestino. Jordania ya ha confirmado que se presentaría un conflicto masivo.

“Puede que no signifique un conflicto militar, pero conducirá a un enfrentamiento diplomático y puede tener un impacto económico”, le dijo un miembro de este grupo altamente influyente, quien habló en condición de anonimato, a la Agencia Anadolu.

Kushner teme que el plan impacte a los países del Golfo

Estas fuentes dijeron, además, que una ruptura en las relaciones de trabajo con los países del Golfo afectaría muchos de los proyectos de Kushner en la región, incluido su llamado “Acuerdo del siglo”.

Kushner sostiene que una anexión unilateral molestará a los aliados árabes y eliminará la influencia que Estados Unidos ha construido en la región a lo largo de los años.

Yousef al-Otaiba, enviado de los EAU en Washington, también escribió en el diario hebreo con sede en Israel Yediot Ahronot, que la anexión destruiría las relaciones que Netanyahu ha estado trabajando duro para construir en el mundo árabe.

“Será anexión o normalización”, decía el titular de su artículo, el cual planteaba que se tenía que escoger entre una opción y la otra.

Los miembros de la diáspora dijeron que el embajador, Friedman, sin embargo, mantiene una opinión diferente.

Friedman opina que el plan de anexión también continuará pacíficamente, como sucedió luego de que Estados Unidos trasladara su embajada de Tel Aviv a Jerusalén y también cuando se dio a conocer el plan de paz de Trump. En ese sentido señaló que en ninguna de las ocasiones hubo tanta oposición en las capitales y calles árabes como se había previsto.

Una sección de la administración estadounidense que respalda a Friedman también cree que países como Jordania, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos dependen en gran medida de Estados Unidos.

Según reportes, Friedman también dijo a Tel Aviv que si Trump no es reelegido en noviembre, los demócratas no permitirán que Israel siga adelante con los planes de anexión.

Dado que el apoyo de Estados Unidos al plan de anexión es una condición previa para su implementación, están surgiendo informes de que debido a las diferencias dentro de la administración, Washington en los últimos días ha estado trabajando horas extra detrás de escena para pedirle a Netanyahu que no apresure las cosas.

Israel recibe señales mixtas

En declaraciones a la Agencia Anadolu, un funcionario de una importante organización judía con sede en Estados Unidos sostuvo que Israel está recibiendo señales mixtas sobre el tema.

“La reacción negativa de sus aliados árabes, el miedo a las protestas en la región árabe y el colapso de la Autoridad Palestina (AP) dirigida por el presidente Mahmoud Abbas pesan mucho en las mentes de los funcionarios de la Casa Blanca”, señaló el funcionario, que habló en calidad de anónimo.

Además, al interior de Israel, mientras que el partido Azul y Blanco del aliado de Netanyahu, Benjamin Gantz, no ha manifestado una posición contundente, hay voces dentro de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que se oponen al plan.

El funcionario señaló que si bien los oficiales de las FDI no han hablado abiertamente, los prominentes generales retirados se han opuesto rotundamente al plan de anexión. Unos 220 generales israelíes retirados, almirantes y ex altos funcionarios del Mossad y del Shin Bet (ambas agencias de inteligencia israelíes), así como la Policía, han pedido abiertamente que se detenga el plan de anexión unilateral.

Del mismo modo, la diáspora judía que se extiende por todo el mundo tampoco se está adaptando al plan de Netanyahu. Si bien Israel alberga a 6,8 millones de judíos, hay 7,2 millones más viviendo en unos 99 países, siendo Estados Unidos el que más judíos alberga, con 5,7 millones.

“Las relaciones de Israel con la diáspora judía siguen siendo complejas. Advierten al Gobierno de Netanyahu sobre las consecuencias de la anexión”, señala el funcionario, quien también dejó claro que en caso de que Tel Aviv decida seguir adelante, la diáspora se levantará para protegerla de cualquier medida punitiva.

“El Estado judío proporciona una identidad a los judíos en todo el mundo. Ellos (los judíos) creen que si este Estado se destruye, como lo ha sido en el pasado, ahora no será posible recuperarlo”, añade.

Un Ejército israelí inconforme

Cuando se le preguntó por qué las FDI se oponían al plan de Netanyahu, el funcionario dijo que el colapso de la Autoridad Palestina sería una pesadilla para los militares.

“Tendrán que reanudar el control militar de las áreas palestinas y administrarlas diariamente, lo que menos quieren”, aseguró.

La diáspora también está preocupada por la reacción de la Unión Europea y de los demócratas en Estados Unidos. Creen que, dado que los demócratas no están conformes con la idea, en caso de que lleguen al poder e Israel siga adelante con el plan, la relación comenzará con el pie equivocado.

Si bien la diáspora judía teme que la UE pueda incluso imponer sanciones contra Israel, también considera que las restricciones comerciales dañarán a las naciones europeas y sus relaciones con Estados Unidos, que es algo que no pueden permitirse. Veintisiete estados en Estados Unidos han adoptado leyes o políticas que penalizan a empresas, organizaciones o individuos que participan o convocan boicots contra Israel.

Aunque la diáspora elogia la actitud arriesgada de Netanyahu, cree que la opinión pública israelí en este momento se preocupa principalmente por la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias para la economía.

Los miembros de la diáspora aún no saben si durante su mandato Netanyahu mostrará pragmatismo para abordar los problemas apremiantes que enfrenta el Estado judío o si seguirá con el plan de anexión, que fue su principal plan de campaña durante las elecciones. Según el acuerdo de coalición, tendrá que dejar el cargo de primer ministro para Benny Gantz el próximo año.

“Les digo con certeza que ni Netanyahu ni Gantz quieren anexión en este momento. Pero la gran pregunta es quién asumirá la responsabilidad de abandonar el plan, que estaba en su agenda electoral”, aseveró el funcionario.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.

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