El número de personas contagiadas con sarampión en Estados Unidos ha aumentado a 880, con 41 nuevos casos reportados esta semana, según un informe semanal publicado el lunes por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC).

Si bien el aumento de casos no ha sido tan dramático como en las semanas anteriores, el brote de este año podría superar los 958 casos de sarampión registrados en 1994, el mayor número en un año. Lo sorprendente es que las autoridades del país declararon que la transmisión de la enfermedad fue erradicada en 2000.

Actualmente existen brotes de sarampión en Los Ángeles y Sacramento en California, en la ciudad de Nueva York y en los estados de Georgia, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Pensilvania y Washington, entre otros. Oklahoma es el último de los 23 estados que han reportado personas contagiadas con la enfermedad.

El mayor número de casos se reportó en Nueva York, donde hubo un brote en los barrios donde residen judíos ortodoxos, luego de que niño no vacunado viajó a Israel y regresó con la enfermedad, según informó el departamento de salud de la ciudad.

Los CDC aseguraron que la mayoría de los afectados no habían sido vacunados, lo que permitió que la enfermedad se propagara de una manera sin precedentes. En respuesta a los brotes, se han tomado medidas contra los padres que deciden no vacunar a sus hijos.

Por ejemplo, el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, firmó una ley la semana pasada que elimina la capacidad de los padres de negarse a vacunar a sus hijos contra el sarampión, paperas o rubéola por razones personales o filosóficas antes de asistir a la guardería o a la escuela. De igual manera, la ciudad de Nueva York impuso una orden de vacunación obligatoria para todos los residentes.

Dos de cada 1.000 personas que contraen sarampión mueren por culpa de la enfermedad, sin embargo la enfermedad no ha causado una muerte en los EEUU desde 2015, según los CDC.

El virus del sarampión ataca la nariz y la garganta de una persona infectada y puede permanecer vivo hasta dos horas después de que una persona tose o estornuda: "Si otras personas respiran el aire contaminado o tocan la superficie infectada, y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca, pueden infectarse", afirmó los CDC en su sitio web.

*José Ricardo Báez G. contribuyó con la redacción de esta nota.