El miércoles el Primer Ministro ruso Dimitri Medvedev criticó fuertemente a Estados Unidos por haber firmado las nuevas sanciones impuestas a Rusia.

“Estados Unidos ha declarado una guerra a gran escala contra Rusia”, escribió en su cuenta de Facebook.

Medvedev afirmó que la administración de Trump es débil y como consecuencia, ha transferido poderes ejecutivos al Congreso.

La reacción se produjo después que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara el proyecto de ley que impone sanciones a Rusia por su presunta intromisión en las elecciones presidenciales del año pasado. Entre tanto, ha expresado grandes objeciones a sus disposiciones.

El mismo Trump ha aceptado no estar de acuerdo argumentando en una declaración que el proyecto de ley es “considerablemente defectuoso” debido a sus “disposiciones inconstitucionales”. En otro comunicado agregó que dicho proyecto “invade la autoridad de la rama ejecutiva de negociar”.

Trump alegó que el Congreso “ni siquiera pudo negociar un proyecto de ley de salud después de siete años de haberse discutido. Al limitar la flexibilidad del ejecutivo, este proyecto le hace más difícil a Estados Unidos llegar a buenos acuerdos para los americanos, y por el contrario unirán mucho más a China, Rusia y Corea del Norte”.

El proyecto de ley – ahora ley – no solo impone nuevas sanciones a Rusia, Irán y Corea del Norte; también hace más difícil para un presidente estadounidense poder revertir nuevas sanciones al igual que las antiguas ya impuestas a Rusia.