Ollas populares y otras muestras de solidaridad con las que los paraguayos combaten el coronavirus
A raíz de las dificultades económicas que enfrenta la mayoría de la población surgieron ollas populares, casi todas lideradas por mujeres, gracias a las cuales los más necesitados pueden disfrutar de una comida caliente.

ASUNCIÓN, Paraguay
Por: Lorena Flores
En Paraguay la pandemia de COVID-19, además de aislamiento y prevención, también ha traído aspectos positivos, y quizá el más llamativo es la solidaridad de la población.
Desde el inicio de la cuarentena distintos sectores sociales y económicos, tanto organizaciones como particulares, se unieron para hacer frente a las múltiples necesidades que atraviesa la población del país.
El aislamiento social decretado por el Gobierno nacional desde el pasado 10 de marzo, tres días después de que se conociera el primer caso positivo en el país, ha afectado hasta el momento más de 90 mil trabajadores fueron cesados de sus actividades, de acuerdo con el Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, mientras otros miles de trabajadores informales que se dedicaban en su mayoría al reciclaje y a las ventas ambulantes.
Ver también: Más de 12 mil personas en Paraguay podrán cobrar subsidio por falta de trabajo
Ante la compleja situación que viven muchos de ellos, que en ocasiones no tienen los recursos para asegurarse una comida diaria, empezaron a surgir distintas ‘ollas populares’, como se le dice en Paraguay al hecho de preparar una comida muy grande, con el aporte de todos, para que de allí puedan comer muchas personas.
Esta comida por lo general se reparte en reuniones a las que acude mucha gente, y es muy común en las manifestaciones sociales, pero también se puede preparar en una casa y luego distribuirse puerta a puerta.
En esta ocasión, a raíz de las necesidades que surgieron por la crisis del COVID-19, fueron en su mayoría mujeres quienes decidieron hacer estas ‘ollas’. La actividad arrancó en los Bañados –barrios populares que suelen inundarse– de Asunción y luego se replicó en otros puntos del país.
Ver también: Los “bañados”, la vida en los barrios ubicados en zonas inundables de la capital paraguaya
En las 'ollas' las personas procuran tomar las medidas de higiene –como uso de máscaras médicas– recomendadas para evitar la propagación del coronavirus, aunque muchos dicen tenerle más miedo al hambre que al mismo coronavirus.
Kimberli Samaniego, pobladora de uno de los Bañados y coordinadora de una de las ollas, relata que ya cuentan con tres equipos conformados por mujeres de la comunidad. Según resaltó, por día dan de comer a unas 100 familias.
“Al inicio, las ollas se lograron hacer mediante las donaciones hechas por gente de la comunidad. Luego contactamos con gente de afuera del Bañado: organizaciones amigas, profesores de facultad e iniciamos una campaña grande de donaciones. Las ollas están siendo sostenidas con aportes de gente de buen corazón y actividades de autogestión”, afirmó.
Los jugadores de fútbol de distintas divisiones también han demostrado su empatía ante la situación, como es el caso del jugador de la sub 17 del Club Sportivo Luqueño, de primera división, Javhet Vega Chavez, quien decidió donar el dinero que su familia le había dado como regalo de cumpleaños para una olla popular en su comunidad, llamada Mariano Roque Alonso, donde se alimentaron unas 300 personas.
Según cuenta, tenía previsto “comprar un botín profesional, que cuesta alrededor de 800 mil a 1 millón de guaraníes (unos USD 150)”, pero ante la crisis le pidió a su familia que esa suma fuera utilizada para comprar alimentos.
En otros puntos más alejados de la capital, como en el departamento de Caazapá, personas como Alfonso Benítez, herrero de profesión, decidió reparar unas 13 camas de manera totalmente gratuita, las cuales habían sido desechadas por el hospital de la zona, pero que una vez fueron arregladas empezaron a ser usadas por los pacientes.
Para Benítez, la cuarentena afecta mucho los negocios locales. La metalúrgica Miqueas, que es como se llama su negocio propio, emplea normalmente a 12 personas, pero a raíz de la cuarentena están rotando día de por medio en un grupo de cuatro personas. “Cuesta mantener al personal; trato de distribuir el trabajo para que a todos les alcance”, asegura.
Asimismo, ante la falta de ambulancias para el traslado de pacientes a los centros asistenciales, grupos de mecánicos han puesto su conocimiento en la materia para dejar varias de ellas en buenas condiciones.
Tal es así que mecánicos del “team de rally de Caaguazu” invirtieron unos 20 millones de guaraníes (USD 3.000) para cubrir en su totalidad el gasto de la reparación de una de las ambulancias descompuestas.
Del mismo modo, el grupo denominado “Mecánicos Unidos de Itapúa”, en otro punto del país, mencionó que hasta el momento han logrado reparar tres ambulancias, una de ellas con equipo de terapia intensiva, con repuestos tomados de los ‘desarmaderos’ de vehículos de la zona.
Existen, además, pequeñas empresas de personas extranjeras que colaboran con donaciones para bomberos, la Policía Nacional y el Ministerio de Salud, a las cuales han dotado con guantes, máscaras médicas y alcohol.
Tal es el caso de Buddy de Yunmin Shin, un joven coreano que es programador informático y se dedica a enseñar inglés y chino mandarín, y quien cuenta que hace un año decidió quedarse a vivir en Latinoamérica.
Según le relató a la Agencia Anadolu, optó por Paraguay “luego de pasar por varias capitales de la región: Buenos Aires, Sao Paulo…”. Y ahora, ante la contingencia, decidió apoyar donando equipo médico.
Medidas de aislamiento
El Gobierno paraguayo oficializó mediante el Decreto No 3564, firmado por el Presidente de la República Mario Abdo Benitez, un aislamiento preventivo general (cuarentena) hasta el 3 de mayo del 2020.
A partir de este 4 de mayo empezó a regir la medida de la “cuarentena inteligente”, que establece varias fases para ser implementadas gradualmente.
La Fase 1 (del 4 al 21 de mayo) permite que las industrias retomen su actividad, así como locales comerciales, pero solo atendiendo tres personas a la vez. Los servicios de domicilio y cobranza también se permitirán y los ciudadanos podrán hacer actividades físicas individualmente.
La Fase 2 (del 25 de mayo al 11 de junio) incluye la apertura de tiendas comerciales de hasta 800 m2, deportes profesionales sin espectadores, oficinas corporativas, de construcción y eventos culturales sin espectadores.
La Fase 3 (del 15 de junio al 2 de julio) incluye la apertura de tiendas comerciales con más de 800m2, complejos deportivos sin espectadores, como gimnasios, academias y polideportivos. Y la última fase, la 4, permite la apertura de bares, restaurantes, hospedaje en general y otros eventos.
A la fecha, según datos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en Paraguay hay 440 casos confirmados de coronavirus en 16 departamentos, de los 17 que tiene el país. De los contagiados, nueve personas están internadas y 218 en aislamiento supervisado (en albergues). En el país hasta el momento han sido tomadas 8.891 muestras del coronavirus y diez personas han muerto a causa de la enfermedad.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.