Mundo, Jamal Khashoggi

Dos años después del asesinato de Khashoggi sigue sin haber justicia

La relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, calificó el veredicto del fiscal saudí como una "parodia de la justicia" que perdonó a los conspiradores de "alto nivel".

Murat Paksoy  | 01.10.2020 - Actualızacıón : 02.10.2020
Dos años después del asesinato de Khashoggi sigue sin haber justicia Un grupo de personas sostiene pancartas frente a la Embajada de Arabia Saudita en Washington mientras se reúnen para conmemorar el primer aniversario del asesinato del periodista saudí, Jamal Khashoggi, en Washington, EEUU, el pasado 2 de octubre de 2019. (Yasin Öztürk - Agencia Anadolu)

Estambul, Turquía

Dos años después del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el Consulado General de Arabia Saudita, en Estambul el 2 de octubre de 2018, continúan las incógnitas sobre el paradero de su cadáver y la falta de rigurosidad del juicio llevado a cabo por las autoridades saudíes, así como la falta de justicia en su veredicto.

El proceso jurídico saudí encausó a 11 individuos y tuvo nueve sesiones, pero en el veredicto no se responde al interrogante sobre el paradero de su cadáver.

Durante las sesiones judiciales, los abogados de los acusados recordaron que estos son funcionarios del Estado y argumentaron que solo acataban las órdenes de sus superiores y que es impensable que desobedezcan sus órdenes.

Así mismo, los abogados aseguraron que los acusados tenían las órdenes de convencer a Khashoggi para que regresara a su país o de llevarlo por la fuerza en el caso de que se negara.

Según la defensa, la intención de sus clientes nunca fue matar a Khashoggi e insistieron en que su muerte fue un accidente.

No obstante, en las declaraciones de los acusados, uno de ellos dijo que ante la negación de Khashoggi a volver a Arabia Saudita uno de los integrantes del grupo que lo asesinó ordenó matarlo envenenándolo.

Posteriormente, el cadáver de Khashoggi habría sido descuartizado, los trozos metidos en bolsas de plástico, transportado en el maletero de un vehículo negro y entregado a un cómplice turco para que se deshiciese de los restos mortales.

Otro de los acusados se habría ocupado de limpiar el consulado y de deshacerse de todas las pruebas posibles, introduciendo todo el material utilizado en las bolsas junto a los restos de Khashoggi.

Por su parte, uno de los acusados confesó que la orden de descuartizar a Khashoggi fue dada por un miembro del grupo.

A su regreso a Arabia Saudita, algunos de los integrantes del grupo comunicaron a los familiares de Khashoggi que su muerte fue accidental e incluso les ofrecieron pagar una indemnización por su muerte.

Sin embargo, el pasado mayo, Salah Khashoggi, uno de los hijos del periodista asesinado, anunció que su familia perdonaba a sus asesinos.

A través de su perfil oficial en Twitter, Salah dijo que perdonan a los asesinos de su padre con motivo de Laylat al-Qadr ('La noche del destino' en árabe) y en busca de la “gracia de Alá todo poderoso”.

'La noche del destino' es la noche en la que Alá empezó a revelar el Corán al profeta Mahoma. En el Corán, el libro sagrado del islam, Alá dice que esta noche “es mejor que mil meses”, mientras que el profeta Mahoma decía que en ella había perdón para los siervos pecadores que lo imploren.

“Invocamos la palabra de Alá el altísimo en su noble libro: la recompensa de una maldad es una maldad semejante a ella, pero quien pasa por alto y se reconcilia su recompensa incumbe a Alá; es cierto que él no ama a los injustos (42:40)”, escribió Salah.

En ocasiones anteriores, Salah aseguró que no quería que la muerte de su padre se politizara.

Por su parte, la Fiscalía saudí condenó a ocho de los acusados. Cinco fueron condenados a 20 años de prisión, mientras que otros tres recibieron penas de prisión de entre siete y 10 años.

"La Fiscalía saudí ha confirmado que el derecho personal en el caso Khashoggi terminó con una renuncia/perdón legal por parte de los familiares del asesinado [Khashoggi]", dijo la Fiscalía.

La semana pasada, los fiscales turcos presentaron una segunda acusación contra seis sospechosos saudíes fugitivos, incluidos dos miembros del personal del consulado saudí en Estambul, por el asesinato de Khashoggi.

La acusación contra los dos miembros del personal consular, Sultan Yahya A. y Yasir Halit M., exige sentencias a cadena perpetua agravada para cada uno por “homicidio deliberado con tortura y con un sentimiento bestial”.

Los fiscales buscan entre seis meses y cinco años de prisión para cuatro sospechosos: Ahmet Abdulaziz M., Khalid Yahya M., Mohammed Ibrahim A. y Obaid Ghazi A.

Según la acusación, los dos miembros del personal consular formaban parte del equipo que llevó a cabo el asesinato y abandonaron Turquía después del mismo, mientras que los otros cuatro sospechosos están acusados de abandonar Turquía después de alterar las pruebas, al dirigirse a la escena del crimen inmediatamente después del asesinato.

Tanto el proceso jurídico saudí del caso como su veredicto fueron ampliamente criticados por la comunidad internacional.

La relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, calificó el veredicto del fiscal saudí como una "parodia de la justicia" que perdonó a los conspiradores de "alto nivel".

"El fiscal saudí realizó un acto más en esta parodia de la justicia. Pero estos veredictos no tienen legitimidad legal o moral. Llegaron al final de un proceso que no fue ni justo ni equitativo, ni transparente", tuiteó Callamard.

"Los cinco asesinos están condenados a 20 años de prisión, pero los funcionarios de alto nivel, quienes organizaron y aceptaron la ejecución de Jamal Khashoggi, han salido libres desde el principio, apenas mencionados en la investigación y el juicio", agregó la experta de la ONU.

"En cuanto a la responsabilidad individual de la persona en la cima del Estado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, permaneció muy protegido contra cualquier tipo de escrutinio significativo en su país", resaltó Callamard.

La relatora señaló que no se puede permitir que los veredictos encubran lo sucedido y que los Gobiernos no deben ejercer presión sobre ellos.

Así mismo, Callamard enfatizó que el veredicto no debería aliviar la presión sobre los Gobiernos para sacar a la luz a los verdaderos culpables, y citó especialmente a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Más que nunca, los servicios de inteligencia de Estados Unidos, incluido el Director de Inteligencia Nacional, deben liberar la evaluación de inteligencia de MBS (Mohammed bin Salman) sobre su responsabilidad por el asesinato de #JamalKhashoggi. Si bien no se puede lograr la justicia formal en Arabia Saudita, se puede decir la verdad ", aseveró la experta en otro tuit.

Ver también: En Estados Unidos crean una fundación en honor a Jamal Khashoggi

Callamard dijo que acogió con agrado la conmutación de la pena de muerte. 

"Si se hubieran ejecutado esas sentencias, habrían significado más asesinatos arbitrarios por parte del Estado de Arabia Saudita y el silenciamiento permanente de testigos clave de la ejecución", apostilló Callamard. 

*Traducido por Daniel Gallego.

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.