Plástico, una cuestión de contaminación en la Guajira colombiana
En el departamento al norte del país contrastan la belleza y magia de lugares como Cabo de la Vela con kilómetros de basuras que rodean a ciudades como Maicao y Uribia.

Colombia
Por: Juancho Torres
La Guajira es un departamento localizado en la península norte de Colombia, con una población de alrededor de 900 mil personas, un 48% (cerca de 440 mil) pertenecientes a la etnia indígena Wayuu, quienes a pesar de tener un sistema de gobierno propio, regidos por su propio pueblo, viven sobre un territorio del Gobierno colombiano, muchas veces teniendo que darle prioridad a las leyes promulgadas desde el centro del país.
Siendo el segundo departamento más pobre de Colombia, la corrupción deambula el territorio. En los últimos ocho años 12 gobernadores han regido los destinos de los pobres guajiros.
Todos esos gobernantes han sido o investigados o encarcelados sentenciados por diversos delitos. Incluso, algunos de los actuales candidatos departamentales que competirán en las próximas elecciones regionales del 27 de octubre tienen serios cuestionamientos.
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También es uno de los departamentos con más migrantes venezolanos, lo que ha generado una desordenada expansión en la urbe y el incremento de problemas sociales.
En esta zona la cultura y tradiciones destacan. Sin embargo los problemas de reciclaje y depósitos de productos plásticos son graves, especialmente porque se aprecian en cualquiera de los caminos desérticos de la región.
En el departamento contrastan la belleza y magia de lugares como Cabo de la Vela con los kilómetros de basuras que rodean a ciudades como Maicao y Uribia. La polución es uno de los problemas crecientes de esa sociedad.
El desierto de La Guajira es seco y caliente y la comunidad Wayuu depende mucho de sus fuentes de agua, que surgen especialmente de su construcción de pozos, además de ríos y riachuelos aledaños. Sin embargo muchas veces estos riachuelos o están muy secos o muy contaminados.
En La Guajira escasea la lluvia. Inclusive, sus habitantes hablan de alguna vez en que no llovió por cinco años, lo que significa que hay muy poca proporción de agua. Lo que ha generado que los Wayuu tuvieran que desarrollar un modo de vida donde no necesiten mucho agua para sobrevivir.
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En La Guajira hay dos grandes problemas: la escasez de agua y uso ineficiente. Primero La Guajira es un departamento península, es decir, rodeado de mar, el océano Atlántico. De todas formas muchas personas y animales mueren por la deshidratación ante la falta de agua. Una solución, quizá sería, que el Gobierno colombianos invirtiera mucho dinero en operaciones de desalinización de agua. Lo que ayudaría a producir algo de agua potable para los habitantes de La Guajira.
Uno de los mayores responsables para la escasez de agua potable es la mina El Cerrejón, el mayor productor de carbón de Colombia. La mina usa cerca de 17 a 30 millones de litros de agua cada día. Lo que obviamente debería corresponder primero para los habitantes del departamento para poder sobrevivir.
Otro de los grandes problemas es la polución. En Uribia, la capital indígena de Colombia, a donde se mire se puede observar pilas de basura acumuladas. Hay hoyos llenos de basura, incluso bolsas plásticas colgadas en árboles tal como árboles de Navidad contaminantes. Muchos de los habitantes de La Guajira arrojan sus desperdicios en cualquier lugar.
Cerrejón también crea bastante polución a través de su mina, que genera gases efecto invernadero y otros humos contaminantes que llegan a la atmósfera, también destruyendo la vegetación de sus alrededores.
En conclusión La Guajira es un lugar bello pero se está destruyendo por la minería, la escasez de agua, basura y polución. Todos están de acuerdo en que debería haber un cambio radical y que otros compatriotas puedan ayudar a los guajiros a continuar con menos contaminación, escasez del líquido vital y polución. La Guajira debería ser un epicentro turístico y no un tarro de basura al aire libre.
Tal vez dentro de las soluciones esté crear compañías responsables de las basuras para que las calles de las localidades del departamento puedan sanearse. Para que las basuras acumuladas lleguen a vertederos de basura y plantas de reciclaje de los desperdicios. Llenar la región de canecas de basura con sus respectivos reciclajes. Otra solución sería la creación y acceso de productos reutilizables que no sean desechos contaminantes.
Finalmente, El Cerrejón gana mucho dinero, así que para que continúen con su enorme productividad, deberían ser más generosos y redistribuir con los guajiros el agua limpia que recogen.