El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo este viernes que su país no tolerará la xenofobia y el odio.

En su discurso durante una ceremonia en el Palacio de Bellevue, con motivo del 60 aniversario de la firma del acuerdo laboral germano-turco, el presidente alemán agradeció a los inmigrantes turcos que llegaron a Alemania en la década de los 60 por su contribución al crecimiento económico del país y su transformación en una sociedad rica y culturalmente diversa.

“Las personas que vinieron en ese momento, quienes se llamaban trabajadores invitados, ustedes, sus hijos, sus nietos son hoy parte de Alemania. Una Alemania sin ustedes simplemente no es imaginable en el futuro”, agregó el presidente.

“Los inmigrantes, sus hijos y nietos no solo trabajan hoy en las fábricas, sino también algunos en las instalaciones de investigación. Entre ellos se encuentran artistas y músicos, empresarios y desarrolladores de vacunas, jueces y fiscales, legisladores, secretarios de Estado o ministros”, prosiguió.

Steinmeier señaló que los alemanes tardaron muchos años en reconocer que Alemania es un país de inmigración y que durante muchos años las autoridades descuidaron las políticas para la integración de migrantes.

El presidente dijo que Alemania todavía necesita de una inmigración cualificada para mantenerse competitiva y garantizar el crecimiento económico y el bienestar.

La comunidad de raíces turcas en Alemania alcanza los tres millones de personas, muchos de los cuales son hijos o nietos de trabajadores que emigraron en la década de los 60 como parte del acuerdo laboral firmado entre ambos países en 1961.

Steinmeier también expresó su pesar por los continuos ataques xenófobos y los delitos de odio hacia personas con antepasados inmigrantes.

“Estoy consternado de que las personas con diferente color de piel, idioma o religión sigan siendo hoy objeto de las campañas de odio”, dijo Steinmeier y advirtió que la propaganda de extrema derecha en internet a menudo conduce a la violencia.

“Estas no son solo palabras… Es como un veneno… Este veneno hace que algunas personas crean que están representando al pueblo, y se les permite humillar, amenazar, perseguir e incluso asesinar”, sostuvo Steinmeier.

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El presidente aseveró que Alemania aún recuerda a las víctimas del terror de extrema derecha como los inmigrantes turcos asesinados por el grupo terrorista neonazi NSU y otros que murieron en ataques de incineración en Moelln y Solingen.

“Pero no somos impotentes. Es deber del Estado proteger a todas las personas”, dijo a la audiencia, que incluía a representantes de las comunidades migrantes. “La xenofobia es el odio a las personas. Y nunca toleraremos este odio en Alemania”, concluyó.

*Traducido por Daniel Gallego.