El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue nominado oficialmente por el izquierdista Partido de los Trabajadores como candidato para las elecciones presidenciales del 2 de octubre.
Según los datos más recientes, el exmandatario de 76 años lidera todas las encuestas, con entre 15 y 20 puntos de diferencia frente el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en lo que los analistas han descrito como una de las elecciones más polarizadas del país en décadas.
Nacido en una familia de labradores analfabetos, Lula trabajó de niño como vendedor ambulante, lustrabotas y en el campo de la metalurgia, ya que las necesidades económicas de su familia no le permitieron continuar la escuela a pesar de ser un estudiante destacado.
Tras empezar a trabajar en una fábrica, a los 23 años se inició en el sindicalismo y poco tiempo después llegó a presidir el sindicato de la central obrera más importante del país.
Entre los años 1978 y 1980 en medio del pico cruento de la dictadura militar en Brasil, Lula comandó las huelgas generales de los trabajadores en oposición al régimen. En este ambiente político surgió el Partido de los Trabajadores (PT), de origen trotskista y socialista. El líder sindicalista se convirtió entonces en su primer presidente e indiscutible líder opositor en el gigante suramericano.
Tras haberse presentado como candidato a las elecciones presidenciales en tres ocasiones consecutivas y haber perdido en todas, en la segunda vuelta frente a los partidos convencionales, Lula pensó en retirarse de la política, pero el entonces presidente de Cuba, Fidel Castro, lo disuadió al decirle: "Usted no tiene derecho de hacerle eso a la clase trabajadora".
Lula consiguió la victoria por primera vez como el primer presidente obrero de Brasil en 2002, con 61% de los votos, y fue reelecto en 2006, con un apoyo del 60,8% de los votantes.
El exmandatario gozaba de una gran popularidad debido a que fue capaz de ganarse la confianza del mercado y los bancos, dirigir la economía brasileña, beneficiada por el auge de las materias primas, a un periodo de abundancia y sacar de la pobreza a entre 28 y 30 millones de personas.
Esta aprobación se vio empañada en 2011 debido a los continuos escándalos de corrupción de su partido y de él en particular, que lo llevaron a recibir una condena por corrupción por haber supuestamente recibido 'regalos' de personas vinculadas a la multinacional Odebrecht. años más tarde fueron anuladas por la Corte Suprema cuando dictaminó que el juez a cargo de los casos, Sergio Moro, había sido parcializado y politizado. Moro fue escogido al inicio del Gobierno de Bolsonaro como ministro de Justicia.
En 2018, iba a ser candidato presidencial de su partido, pero la condena por corrupción y lavado de dinero le impidió continuar en la carrera por el Palacio de Planalto, la cual ganó Bolsonaro ese año. El expresidente, que gobernó el país de 2003 a 2010, estaba en la cárcel, por la investigación masiva de Carwash. Las condenas de Lula, que lo excluyeron de las elecciones fueron anuladas por motivos de procedimiento en el 2021, lo que lo habilitó a postularse nuevamente para el cargo.
Tras pasar 580 días tras las rejas, Lula se enfrentará por primera vez contra el actual presidente brasileño y aspira a convertirse en el primer brasileño elegido para el cargo tres veces a través del voto directo. Antes del líder izquierdista, otros tres políticos habían sido escogidos por elección popular.
Según los medios locales, en la actual carrera presidencial, Lula intenta suavizar su imagen socialista para atraer a los votantes desilusionados de Bolsonaro. En este contexto, eligió al exgobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, de centro, como su compañero de fórmula.
En su más reciente evento de campaña, Lula prometió que los brasileños podrán comer nuevamente al menos tres comidas al día si gana las elecciones del 2 de octubre y aseguró que ese es su “compromiso”.
“Quiero que sepan que vamos a cambiar este país”, dijo en a sus seguidores en su municipio natal, Garanhuns, en el estado de Pernambuco.
"Regreso porque creo que este país los necesita a ustedes y nosotros somos su portavoz. Sólo tiene sentido ganar, si no olvidamos que el pueblo pobre no nació para ser pobre toda la vida", agregó.
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El expresidente de Brasil y precandidato a la presidencia, Luiz Inacio Lula da Silva, ofreció un discurso en un nuevo acto de precampaña en Brasilia, Brasil, el 12 de julio de 2022. (Mateus Bonomi- Agencia Anadolu)
