Política

Este es el drama que viven los palestinos por una ley temporal de ciudadanía israelí

Manal Abu Nab lleva 28 años sin poder visitar a sus familiares en Jordania porque las autoridades de Israel no le otorgan ningún documento ni permiso de residencia, a pesar de que su marido es un israelí de origen palestino.

Abdel Ra'ouf D. A. R. Arnaout  | 08.07.2021 - Actualızacıón : 08.07.2021
Este es el drama que viven los palestinos por una ley temporal de ciudadanía israelí Palestinos cruzan el punto de control de Qalandia para realizar el segundo Viernes de oración del mes Sagrado Islámico de Ramadán en la mezquita de Al-Aqsa, en Ramala, Cisjordania, Mayo 17 de 2019. (Issam Rimawi - Agencia Anadolu)

Israel

La ley temporal de ciudadanía de Israel rechaza las solicitudes de reunificación de los matrimonios en los que una de las parejas es palestina.

La ley se promulgó en 2003 y se extiende cada año. Antes de la ley, las autoridades israelíes también rechazaban las solicitudes, pero por motivos de “seguridad”.

Adalah, un centro legal a favor de los derechos de las minorías árabes en Israel, explica que la ley impide la reunificación familiar entre israelíes de origen palestino y palestinos, además de aquellos ciudadanos de los países que Israel considera como enemigos del Estado: Siria, Líbano, Irak e Irán.

Miles de palestinos víctimas de esta ley la tildan de racista.

"Esta ley es considerada una de las leyes más racistas del mundo, por lo que debería eliminarse de inmediato", asegura Adalah.

"No existe un solo país en el mundo que conceda la residencia y permita la reunificación familiar de los matrimonios de sus ciudadanos según su nacionalidad y etnia, ni los clasifique como enemigos", agrega Adalah.

Mahmoud Abu Quwaider es un ciudadano israelí de origen palestino que se casó con una mujer palestina de la Franja de Gaza hace 20 años y con la que tuvo siete hijos, ambos poseen la nacionalidad israelí.

Abu Quwaider dice que su esposa no tiene ni documento de identidad israelí ni permiso de residencia y que solo tiene la nacionalidad palestina.

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Abu Quwaider explica que esta situación no le permite moverse por Israel ni viajar fuera. “Temo que, si salimos juntos, la Policía podría detenerla, arrestarla y devolverla a Gaza”.

Según Abu Quwaider, el Ministerio del Interior israelí rechaza continuamente sus reiteradas solicitudes de reunificación familiar. “Esta es una ley racista”, dice Abu Quwaider.

"(Los judíos) vienen de Rusia y Etiopía (a Israel) y la nacionalidad les espera ¿Acaso ellos son seres humanos y nosotros no?", señala Abu Quwaider.

Manal Abu Nab sufre el mismo problema. Abu Nab es una jordana de origen palestino que hace 28 años se casó con un palestino de Jerusalén que tiene la nacionalidad israelí y con el que tuvo cinco hijos, quienes también poseen la nacionalidad israelí.

A pesar de numerosos intentos por conseguir la residencia, las autoridades israelíes se la han denegado en repetidas ocasiones. Incluso, un tribunal israelí rechazó su demanda.

Abu Nab ha sido incapaz de visitar a su familia en Jordania durante los últimos 28 años porque no tiene ningún documento de identidad. “Estoy encerrada en casa, no salgo de casa. Si enfermo, voy a el médico y vuelvo a casa. No puedo participar en eventos, bodas o funerales", lamenta Abu Nab.

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Respecto a la razón para negarse la unificación familiar, Abu Nab dice: "No hay problema de seguridad, pero mi único problema es que mi esposo se casó con otra mujer y ellos consideraron esta como poligamia. Como castigo para mi esposo, fui castigada"

La situación de Samar Abu Juwaid es un poco mejor. La palestina vive en la ciudad de Arara, en el norte de Israel, y tiene un documento de identidad que tiene que renovar cada dos años.

La última vez que quiso renovar el documento el Ministerio del Interior se negó a hacerlo, por lo que no pudo viajar a Cisjordania a visitar a sus familiares.

"Llevo casada 24 años y tengo siete hijos. ¿Qué ley es esta que me obliga a renovar mi identidad cada dos años? Mi hija se casó y se hizo maestra. Yo soy abuela y todavía estoy renovando mi identidad", indica Abu Juwaid.

“Tengo 51 años, ¿cuánto tiempo más seguiré sufriendo?”, señala Abu Juwaid.


*Traducido por Daniel Gallego. ​​​​​​​

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