El Gobierno de Estados Unidos respaldó la gestión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en medio de la pandemia del coronavirus (COVID-19) y aplaudió la que considera “solidez” de las instituciones del país centroamericano.

“El Salvador demostró que tiene instituciones sólidas a través de sus esfuerzos altamente visibles para proteger a los salvadoreños, adquiriendo los suministros necesarios y ayudando eficientemente en la repatriación de ciudadanos estadounidenses”, afirmó un vocero de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos.

Para Washington, Bukele trabajó en conjunto con la Asamblea Legislativa para desarrollar políticas frente a la propagación del coronavirus y cumplir con los fallos de la Corte Suprema.

Ver también: Las claves de la grave crisis política abierta por el presidente Nayib Bukele en El Salvador.

“Las controversias sobre el alcance de la autoridad de cada una de las tres ramas del Gobierno ha demostrado la fortaleza de estas instituciones”, sostuvo Estados Unidos que indicó que Bukele se equivocó en entrar en la legislatura con las fuerzas de seguridad armadas a principios de año pero que luego ha acatado los fallos de los tribunales.

El Centro de Estudios Jurídicos de El Salvador informó, la semana pasada, que 26 organizaciones de la sociedad civil solicitaron la activación de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en su país.

Las organizaciones hicieron la petición en una misiva dirigida al secretario general de la OEA, Luis Almagro, donde expresan que el Gobierno de El Salvador ha incurrido en “decisiones y acciones autoritarias”.

Bukele también ha sido cuestionado por la ONG Human Rights Watch, por algunas órdenes que ha tomado durante el estado de emergencia por la pandemia. El mandatario salvadoreño les dio vía libre a las fuerzas armadas para usar la “fuerza letal” en sus operaciones contra las pandillas en su país, conocidas como 'maras'.

Bukele, además, endureció las medidas de seguridad en las cárceles, donde se hicieron requisas en las que los reos eran puestos en patios desnudos, sentados en filas, sometidos a las indicaciones de los guardias sin guardar la distancia que se requiere en medio de la pandemia.

“Sus órdenes a la Policía y fuerzas armadas contradicen los estándares internacionales. Bukele parece decidido a convertirse en un verdadero autócrata”, afirmó José Miguel Vivanco, director de la división de las Américas de Human Rights Watch, sobre el líder salvadoreño.