Política

¿Cuáles fueron las conclusiones de la visita a Rusia del jefe de la Política Exterior de la UE?

El español Josep Borrell explicó que la Unión Europea y Rusia se encuentran en una encrucijada, pueden cooperar o polarizarse más.

Sena Güler  | 09.02.2021 - Actualızacıón : 10.02.2021
¿Cuáles fueron las conclusiones de la visita a Rusia del jefe de la Política Exterior de la UE? fotografía:El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. (Dursun Aydemir - Agencia Anadolu)/AA

Ankara

El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, opinó el domingo que Rusia no quiere “aprovechar la oportunidad” de tener un diálogo constructivo con el bloque, por lo cual podrán generarse “consecuencias".

Los comentarios de Borrell se produjeron después de su visita a Moscú del 4 al 6 de febrero, un viaje que calificó como complicado en el que se discutió “el estado tenso de las relaciones entre la UE y Rusia”. Agregó que los lazos se deterioraron aún más con el arresto y sentencia de Alexei Navalni, así como las detenciones de los miles de manifestantes que lo apoyaban.

“El propósito de esta misión era expresar directamente la enérgica condena de la UE a estos acontecimientos y abordar, a través de la diplomacia de principios, el proceso de un rápido deterioro de nuestra relación con Rusia, y ayudar a preparar los próximos debates del Consejo Europeo sobre las relaciones UE-Rusia”, dijo refiriéndose a la cumbre de la UE programada para marzo.

Borrell aseguró que la rueda de prensa fue organizada de manera agresiva y la expulsión de tres diplomáticos de la UE durante su visita a Rusia fueron indicadores de que ese país no quería entablar un diálogo más constructivo con el bloque. Borrell dijo que la situación no era inesperada, sin embargo, es lamentable incluso “desde una perspectiva estratégica rusa”.

“Como UE, tendremos que generar consecuencias, reflexionar cuidadosamente sobre la dirección que queremos dar a nuestras relaciones con Rusia y proceder de manera unida con determinación”, señaló.

Al señalar que los temas centrales de su reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, fueron los derechos humanos, las libertades fundamentales y especialmente el caso Navalni, Borrell dijo: “En ocasiones, la discusión con mi homólogo ruso alcanzó altos niveles de tensión, ya que pedí la liberación inmediata e incondicional del Sr. Navalni, así como una investigación completa e imparcial sobre su intento de asesinato”.

Al señalar que se enteró de la expulsión de diplomáticos de la UE a través de las redes sociales al final de su reunión con Lavrov, Borrell dijo que le recordó a su homólogo ruso las obligaciones de su país en el campo de los derechos humanos en virtud de los compromisos internacionales.

Separación entre Rusia y la UE

Borrell explicó que el bloque y Rusia tienen desacuerdos sobre muchos temas, incluidos Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Siria y Libia.

Dijo que el desarrollo de la sociedad rusa y las opciones geoestratégicas del país eran preocupantes: “Mi reunión con el ministro Lavrov y los mensajes enviados por las autoridades rusas durante esta visita confirmaron que Europa y Rusia se están distanciando. Parece que Rusia se está desconectando progresivamente de Europa y mirando los valores democráticos como una amenaza existencial”.

“Nos encontramos en una encrucijada. Las decisiones estratégicas que tomemos ahora determinarán la dinámica del poder internacional en el siglo XXI y, en particular, si avanzaremos hacia modelos más cooperativos o más polarizados, basados ​​en sociedades cerradas o más libres”, señaló.

Navalni, de 44 años, un crítico del presidente ruso Vladimir Putin, se sintió enfermo el 20 de agosto en un vuelo a Moscú. Después de un aterrizaje de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, pasó dos días en un hospital antes de ser enviado a Berlín para recibir tratamiento.

Después de realizar pruebas en varios laboratorios, los funcionarios alemanes anunciaron que Navalni fue envenenado con el agente nervioso Novichok, que también se usó, según el Gobierno del Reino Unido, en un ataque de 2018 contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en la ciudad británica de Salisbury.

Las autoridades rusas niegan cualquier participación, afirmando que las armas químicas no se desarrollan ni producen en el país desde que la última ronda química fue destruida en 2017, según lo verificado y certificado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

Ver también: Alemania: Las expulsiones de diplomáticos europeos por parte de Rusia son injustificadas.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.


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