Por: Sergio García Hernández

El triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, del pasado 3 de noviembre, provocará un cambio en las relaciones del país norteamericano con algunas naciones latinoamericanas. Su llegada a la Casa Blanca podría aliviar las sanciones impuestas a Cuba, así como las políticas migratorias que se han dado bajo la administración de Donald Trump.

La llegada de Biden a la presidencia también crea algunas expectativas sobre el impulso político que Estados Unidos pueda darle a la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia o a una salida a las tensiones políticas y sus impactos humanitarios en Venezuela.

Algunas de las expectativas de cambio que se tienen para América Latina se empezaron a materializar con la reciente nominación de Alejandro Mayorkas por parte de Biden, para liderar el Departamento de Seguridad Nacional.

Mayorkas, nacido en La Habana en 1959, será el primer latino e inmigrante en ocupar un cargo de tal importancia en un Gobierno de Estados Unidos. El futuro ministro fue un actor relevante en la normalización de relaciones con Cuba, bajo la administración de Barack Obama, y podría ser definido como un ‘dreamer’, debido a que llegó cuando era un niño de un año a la nación norteamericana.

Mauricio Jaramillo, investigador de la Universidad del Rosario de Colombia y exasesor de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), explicó que Biden tiene una mirada hacia Latinoamérica que es más estructural que la de Trump.

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“Biden fue presidente de la Convención de Relaciones internacionales del Senado, vicepresidente de Obama y creo que conoce mucho mejor los temas”, aseguró el investigador a la Agencia Anadolu.

El exasesor de la Unasur sostuvo que si bien la victoria de Biden no implica un cambio trascendental y radical de la postura de Estados Unidos hacia los países al sur de su frontera, si se traduce en “otra sensibilidad para América Latina por su propia trayectoria que no se limita a la empresarial, como en el caso de Donald Trump”, cuando llegó a la Casa Blanca.

Jorge Castañeda, colaborador regular del medio estadounidense The New York Times, describió en una reciente columna que Biden podría inspirar una nueva agenda de Gobierno a Latinoamérica, en la que aparezcan de forma más sobresaliente temas como el acceso universal a la atención médica, los impuestos a los más ricos y el cambio climático.

“Si Biden logra implementar una transformación interna de Estados Unidos, esta tendrá un impacto enorme en América Latina”, escribió Castañeda.

Cuba, el gran ganador con la victoria de Biden

Mauricio Jaramillo explicó que el descongelamiento y restablecimiento de relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba ocurrieron bajo la administración de Barack Obama, cuando Biden era el vicepresidente, por lo que considera lógico que en el próximo Gobierno suceda una situación similar.

“La postura de Obama fue cuestionar que Estados Unidos tuviese relaciones diplomáticas con Vietnam y China, dos países comunistas, pero no con Cuba. Le parecía absurdo. Me parece que en Estados Unidos ya hay un consenso en cuanto a la poca utilidad que han tenido las sanciones. Pensaría que puede haber un alivio”, relató el experto.

De hecho Biden durante su campaña criticó las sanciones hacia Cuba por parte de la administración de Trump, que incluyeron unas restricciones a vuelos comerciales y a visados, el bloqueo de inversiones, el recrudecimiento del embargo económico y la inclusión de la isla en una lista de países que no cooperan contra el terrorismo.

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Celebraciones en Nueva York por el triunfo electoral de Joe Biden

Los neoyorquinos se unieron a las celebraciones nacionales por la victoria de Joe Biden como 46 presidente de EEUU en la zona de Times Square, Nueva York, Estados Unidos, el 7 de noviembre de 2020. 

“Como presidente, revertiré rápidamente las políticas fallidas de Trump que han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”, afirmó Biden en una entrevista con el medio America’s Quarterly sobre su visión hacia la isla que empieza a materializarse con la nominación de Mayorkas para integrar su gabinete.

La situación política de Venezuela

Al referirse a la situación del Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, que ha sido desconocido por la administración Trump, Jaramillo consideró que es complicado que con Biden haya un cambio en las relaciones entre ambos países.

“Cualquier acto de flexibilidad frente a Venezuela va a ser asumido como una muestra de debilidad. No creo que haya oportunidades profundas de cambio”, resaltó el investigador pese a que reconoce que Biden puede tener un mejor conocimiento sobre el entorno político de la nación suramericana.

Un cambio de perspectiva de Estados Unidos hacia Venezuela se antoja difícil si se leen algunas declaraciones de Biden sobre Maduro a quien incluso ha llegado a llamarlo “dictador”.

“Nicolás Maduro es un dictador, simple y llanamente, pero el objetivo primordial en Venezuela debe ser presionar por un resultado democrático a través de elecciones libres y justas, y ayudar al pueblo venezolano a reconstruir su país”, afirmó Biden a America’s Quarterly.

Biden, a su vez, se ha comprometido para presionar a la comunidad internacional a ayudar a los migrantes venezolanos en países de acogida como Colombia. Aunque, quizá, el único cambio con respecto a Trump en el acercamiento al país gobernado por Maduro se encuentra en el compromiso del presidente electo de otorgar un estatus de protección temporal a venezolanos en los Estados Unidos, una iniciativa rechazada por el partido Republicano.

¿El Acuerdo de Paz de Colombia en la agenda de Biden?

El hecho político más importante en la historia reciente de Colombia fue la firma del Acuerdo de Paz que permitió la desmovilización de la guerrilla de las Farc en noviembre de 2016. Para Trump el pacto no hacía parte de su agenda, pero con Biden la situación es opuesta.

El Gobierno de Obama fue uno de los mayores promotores del acuerdo al que se opuso el actual partido oficialista Centro Democrático al que pertenece el presidente colombiano, Iván Duque.

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Mauricio Jaramillo asegura que Biden tiene ese pacto en la agenda por lo que su implementación podría empezar a condicionar la relación entre Estados Unidos y Colombia que bajo la administración de Trump se vio limitada a la lucha contra el narcotráfico y la siembra de cultivos de uso ilícito.

La victoria de Biden fue descrita, incluso, por el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia, Eduardo Cifuentes, como una oportunidad. “La elección del nuevo presidente en EEUU es una buena noticia para la JEP de Colombia y para la paz en nuestro país”, sostuvo en sus redes sociales al concretarse el triunfo del demócrata.

El cambio que se espera en la política migratoria

Jorge Castañeda afirmó que entre los temas más importantes para Estados Unidos, en su relación con México, Centroamérica y el Caribe, está la inmigración y las políticas de asilo.

“Se espera que se deje de enviar a los menores no acompañados que cruzan la frontera a México o a sus países de origen sin antes tener una audiencia en Estados Unidos. Los solicitantes de asilo legítimos serán escuchados y sus casos serán procesados”, describió Castañeda en su columna.

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El experto escribió, además, que se espera que Biden cumpla con su promesa de insistir en la aprobación definitiva del proyecto de ley a favor de los llamados ‘soñadores’ (dreamers), personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños como Mayorkas, que beneficiará con una ruta hacia la ciudadanía a más de 700.000 jóvenes principalmente provenientes de México y Centroamérica.

La ruptura del vínculo entre EEUU y Brasil

Con la llegada de Biden a la Casa Blanca se espera también el distanciamiento de Estados Unidos y Brasil debido a sus posiciones opuestas frente a la situación de la Amazonía.

Biden, incluso, en un debate mencionó que si era elegido como presidente “comenzaría a organizar el hemisferio y el mundo para juntar USD 20 billones para que Brasil no queme más la Amazonia”, traducido en una advertencia al Gobierno de Jair Bolsonaro.

“Le diría: aquí están tus 20 billones; para de destruir la selva. Y si no para, deberá enfrentarse a consecuencias económicas significativas”, agregó. La declaración generó una respuesta inmediata de Bolsonaro, quien por medio de sus redes calificó el comentario de “lamentable, desastroso y gratuito”.

Castañeda en su columna consideró que mientras la Amazonía siga considerándose un asunto interno de Brasil y las compañías madereras y ganaderas tengan autorización para destruir la vegetación en la medida de sus necesidades, cualquier gestión estadounidense se verá enfrentada al Gobierno de Bolsonaro.

“Esto requerirá de un gran esfuerzo diplomático. Biden probablemente termine con el amorío entre Trump y Bolsonaro, que no ha traído beneficio alguno a Brasil, a Estados Unidos, ni a un mundo que necesita desesperadamente la protección de la Amazonía, su pulmón vegetal”, explicó Castañeda.

De fondo el cambio de administración en Estados Unidos luce clave para América Latina en aspectos migratorios y situaciones particulares como la situación de Cuba, aunque no se vislumbre una transformación trascendental respecto a Trump.