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Tras la explosión, Líbano se convierte en un ejemplo de resistencia

Los habitantes de Beirut se enfrentan a definitivas pruebas como los estragos de la tragedia, la grave crisis económica y un sistema de salud que ya se está derrumbando por la pandemia del coronavirus.

Aysu Biçer  | 15.08.2020 - Actualızacıón : 15.08.2020
Tras la explosión, Líbano se convierte en un ejemplo de resistencia BEIRUT, LÍBANO - AGOSTO 13: Los habitantes de la ciudad empiezan a retomar sus vidas después de que un incendio en un almacén con explosivos en el puerto de Beirut provocara explosiones masivas el 4 de agosto en Beirut, Líbano, el 13 de agosto de 2020. Aunque el impacto de la explosión todavía se cierne sobre la gente de Beirut, su resistencia persiste, curando las heridas de los demás día a día. El 4 de agosto, la explosión de un almacén con casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio, cobró la vida de casi 200 personas, dejando también alrededor de 6.000 heridos y 300.000 personas sin hogar en la zona del puerto de la capital libanesa. (Aysu Biçer - Agencia Anadolu)

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Aunque el impacto de la mortal explosión ocurrida en el puerto de Beirut sigue siendo muy fuerte, el espíritu de resistencia del pueblo libanés ha sido admirable.

El martes 4 de agosto una explosión sacudió Beirut, después de que se incendiara una reserva abandonada de 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenado en el puerto de la ciudad; hecho que dejó al menos 200 muertos, unos 6.000 heridos y cerca de 300.000 personas sin hogar.

El estallido dejó a la capital libanesa con calles destruidas, edificios arruinados y cientos de toneladas de escombros esparcidos por todas partes, muy similar a una zona de guerra.

Por las carreteras circulan cientos de personas con las cicatrices de la explosión aún visibles, muchas de ellas con vendas, que se desplazan de un lado a otro para ayudar a sus conciudadanos y reparar a su ciudad.

En estos momentos, la capital se enfrenta a una prueba fundamental después de la explosión, con una tragedia humanitaria que se desarrolla en medio de una grave crisis económica y un sistema de salud que ya se está derrumbando por la pandemia de coronavirus.

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Sin embargo, este generoso país, que ha acogido a miles de refugiados sirios y palestinos, sabe muy bien cómo mostrar solidaridad en medio de períodos de crisis.

Mala suerte, pero la esperanza persiste

"Lo que nos pasó es impactante", le dijo a la Agencia Anadolu Alfred Khoury, propietario de una empresa de logística ubicada cerca al puerto de Beirut, mientras mostraba los efectos que la explosión dejó en las instalaciones de su negocio.

"Creo que esta fue la mala suerte del Líbano. Estamos tan acostumbrados a estos desastres, pero definitivamente no fue una explosión normal", resaltó el empresario, mientras uno de sus empleados revisaba la oficina en busca de equipos y suministros aún útiles.

Khoury manifestó que se trató de un verdadero milagro el hecho de estar con vida, pues 15 minutos antes de la explosión él se encontraba dentro de la oficina.

Sin embargo, dos de sus empleados no corrieron con la misma suerte, pues durante el estallido se encontraban dentro de las instalaciones, resultando heridos, razón por la cual fueron llevados a un hospital donde se encuentran recibiendo tratamientos médicos.

"Cuando miras a las calles, ves el espíritu solidario de los libaneses. Han pasado diez días desde la explosión y la gente todavía se ayuda en todo lo posible", recalcó.

Según Khoury, la explosión podría ser un punto de inflexión para el Líbano.

"Tengo esperanzas para el futuro. No puedo llamar a esta explosión una oportunidad para un cambio. Esto se convirtió en una necesidad ahora".

También dijo que cree que los países desarrollados jugarán un papel importante en el proceso de reconstrucción, al menos por ahora.

"Si estos países intervienen, reconstruirán el puerto en un mes", concluyó.

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Claudette Mecid Muhanne, de 60 años, una sastre que se ganaba la vida reparando ropa en su pequeña tienda en el distrito de Gemmayze de la ciudad, le contó a la Agencia Anadolu sobre el impacto que sufrió durante la explosión.

Muhanne indicó que estaba trabajando en su tienda durante la explosión y escuchó el sonido de esta, aparentemente causada por un incendio en el puerto.

"Hubo una explosión y la onda de choque me tiró al suelo y golpeó mi cabeza contra una lámpara que colgaba sobre mí. Después de que caí al suelo, había casi una pulgada de vidrio roto en el suelo", explicó.

"Fueron momentos muy terribles. Vimos muchas guerras, pero nunca experimentamos una situación así. Esto no fue natural", lamentó.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota. 

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