Por Alyssa McMurtry

Con otras 8.534 infecciones reportadas el miércoles, la tasa de infección de España se elevó a un nivel de “alto riesgo”, según lo definido por el Gobierno central del país.

Los casos han ido en aumento en las últimas semanas con las inminentes vacaciones de Semana Santa, que amenazan con acelerar el contagio. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que el país se encuentra en un “momento crítico”.

De acuerdo con cifras arrojadas por el Ministerio de Sanidad, La incidencia acumulada de los últimos 14 días se ha elevado a 152 casos por cada 100 mil habitantes

España había logrado hasta el momento evitar una explosión de infecciones impulsadas por la variante británica que es más contagiosa, pero la cepa ahora representa alrededor del 60% de las infecciones en todo el país.

Las unidades de cuidado intensivo todavía se están recuperando del pico posterior a Navidad, con casi una de cada cinco camas aún ocupadas por pacientes con COVID-19, más que al comienzo de las oleadas anteriores.

Las restricciones en España también siguen siendo relativamente relajadas en comparación con otros países y las comidas en interiores están permitidas en todo el país.

El país aprobó una nueva ley que hace que las máscaras sean obligatorias en todos los espacios públicos al aire libre, incluidas las playas o espacios vacíos. Pero después del clamor de varios gobiernos regionales y del sector turístico, Darias dijo que el Gobierno consideraría dar marcha atrás.

Ver también: España hará obligatorio el uso de máscaras médicas en todos los espacios públicos durante la pandemia

El Gobierno también relajó las restricciones sobre la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Anteriormente, el país solo había permitido que las vacunas fueran administradas a personas menores de 65 años, pero ahora también los usará para inmunizar a los trabajadores esenciales mayores de 65 años.

Este es el cuarto cambio importante en la estrategia española de AstraZeneca: primero, administrándolo solo a personas menores de 55 años, luego pausando las dosis por temor a los coágulos de sangre y luego elevando el límite de edad a 65.

La medida también se produce después de que países como Canadá, Francia y Alemania han decidido administrar la vacuna solo a personas mayores de 55 o 60 años.

Hasta el momento, España ha administrado vacunas a solo el 3,8% de las personas de 70 a 79 años, mientras que el 10,3% de las personas de 25 a 49 años han recibido al menos una dosis.

En total, el país ha administrado 8 millones de inyecciones de vacunas a su población de 40 millones.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.