LONDRES

Cientos de manifestantes se congregaron este viernes 4 de julio  frente al Tribunal Superior de Justicia de Reino Unido para expresar su rechazo a la medida del Gobierno británico de ilegalizar al grupo activista Palestine Action bajo la legislación antiterrorista.

La protesta se llevó a cabo en paralelo a una audiencia judicial que evalúa un recurso legal presentado para evitar que entre en vigor la orden de proscripción, que designaría a Palestine Action como organización terrorista según la Ley de Terrorismo de 2000. La medida criminalizaría su membresía o apoyo, con penas de hasta 14 años de prisión.

Los manifestantes portaban pancartas y coreaban consignas contra lo que calificaron como una represión del activismo pro-Palestina y un respaldo incondicional de Reino Unido a Israel. La manifestación transcurrió mayormente de forma pacífica, aunque se registró un momento de tensión cuando un hombre proisraelí confrontó a la multitud. La Policía intervino y retiró al hombre para evitar mayores incidentes.

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Durante la audiencia en el Tribunal Superior, los abogados de Huda Ammori, cofundadora de Palestine Action, calificaron la medida del Gobierno como un “abuso autoritario” del poder estatal que debía suspenderse hasta que se resolviera el desafío legal.

“Es la primera vez en nuestra historia que un grupo de desobediencia civil, que no promueve la violencia, se intenta proscribir como organización terrorista”, afirmó el abogado Raza Husain KC ante la corte.

Añadió que su clienta se inspira en una larga tradición de protesta no violenta en Reino Unido, “desde las sufragistas hasta los activistas contra el apartheid y la guerra de Irak”.

El Ministerio del Interior se opone a retrasar la prohibición, que ya fue aprobada esta semana por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. Si el tribunal no la bloquea, la medida entrará en vigor a la medianoche.

Palestine Action ha ganado notoriedad en los últimos años por sus protestas y ocupaciones contra instalaciones y oficinas de Elbit Systems, un fabricante de armas israelí, y otras empresas a las que acusan de complicidad con los crímenes de guerra de Israel contra Palestina.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.