
ROMA, Italia
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, dijo que no podían esperar a que llegase la vacuna contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19) para reabrir la economía del país.
Durante su comparecencia ante la cámara baja del Parlamento italiano, en la que evaluó los tres meses de lucha de su Gobierno contra la COVID-19, Conte dijo que esperar a la llegada de una vacuna efectiva crearía una sociedad y un sistema de producción irremediablemente comprometidos.
Conte aseguró que lo peor de la pandemia había pasado y que era tiempo de poner en marcha de nuevo los motores.
“Puede que no todos pudiesen haber implementado estas medidas dolorosas que posiblemente afectasen a los derechos básicos. Hoy podemos decir que las elecciones hechas durante la primera fase son correctas por conciencia. Ahora es el momento de superar la fase más aguda del estado de alarma”, dijo Conte.
El primer ministro afirmó que habían pasado a la segunda fase de la reapertura de forma segura y responsablemente. “Somos conscientes de que la curva de infección puede volver a elevarse. Lo hemos calculado. Tenemos que aceptar los riesgos de la reapertura”, agregó Conte.
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El político italiano informó que esperaban que se aclarase la financiación a llegar de la Unión Europea para reparar el sector del turismo en el país alpino. “Invito a todos los ciudadanos a pasar sus vacaciones en Italia. Descubramos las bellezas que todavía desconocemos”, añadió Conte.
El primer ministro también aconsejó a los jóvenes a ser más cautelosos. “Todavía no ha llegado el tiempo de hacer fiestas y salir a la calle en grupos. Más que nunca hay que respetar el uso de máscaras y el distanciamiento social”, resaltó Conte.
Conte también anunció que a partir del 25 de mayo empezarían a practicar pruebas de serología a quienes lo pidiesen.
El 21 de abril, Conte anunció que a partir del 4 de mayo empezarán a suavizar las restricciones, en vigor desde el 10 de marzo.
Conte reconoció que mucha gente estaba agobiada por las restricciones. Sin embargo, el primer ministro italiano aseguró que no dejarían de ser precavidos con respecto a la situación actual.
Con respecto a la reapertura de la industria, especialmente en el norte del país, Conte señaló que reabrir todo sería una decisión irresponsable.
El primer ministro aseguró que el Gobierno tomará la decisión de pasar a la segunda fase, teniendo en cuenta los intereses del norte y sur del país, así como de las islas.
El país alpino se encuentra en estado de emergencia desde el 21 de febrero. Desde entonces, los casos confirmados han aumentado a 228.006 personas, mientras que 32.486 han muerto debido a la enfermedad.
El pasado jueves, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) comunicó que “podría pasar al menos un año antes de que una vacuna contra la COVID-19 esté lista para su aprobación y disponible en cantidades suficientes para permitir su uso generalizado”, según su experiencia anterior.
La EMA recordó que “los plazos para desarrollar una vacuna son difíciles de predecir”, e indicó que está en contacto “con los desarrolladores de 33 posibles vacunas contra la COVID-19”.
*Traducido por Daniel Gallego.
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