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Preocupación en Brasil por las amenazas de Bolsonaro al sistema democrático

El presidente brasileño participó en protestas a favor de su Gobierno en Brasilia y Sao Paulo. Entre opositores crece la idea de que el Congreso realice un juicio político, en medio de las investigaciones de la Corte Suprema.

Gabriel Toueg  | 08.09.2021 - Actualızacıón : 10.09.2021
Preocupación en Brasil por las amenazas de Bolsonaro al sistema democrático El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habla durante una conferencia de prensa en el Hospital Vila Nova Star en Sao Paulo, Brasil, el 18 de julio de 2021. Archivo (Paulo Lopes - Agencia Anadolu)

Brasil

Investigado en un caso sobre la difusión de noticias falsas y debilitado políticamente, el presidente de derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, participó el 7 de septiembre en manifestaciones a favor de su Gobierno en la capital federal, Brasilia, y en Sao Paulo, la ciudad más grande del país.

Durante dos discursos incendiarios, pronunciados en el marco del Día de la Independencia de Brasil, Bolsonaro desafió las instituciones, amenazó con un golpe de Estado e incluso dijo que solo dejaría el poder cuando muera.

En Brasilia, el líder brasileño amenazó directamente al presidente del Tribunal Supremo, Luiz Fux.

“O el jefe de ese poder (el poder judicial) enmarca a su (juez) o ese poder puede sufrir lo que no queremos”, señaló sin más explicaciones, al referirse a las recientes sentencias del juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, contra simpatizantes del Gobierno que se encuentran bajo custodia o bajo investigación. Se espera que Fux hable este miércoles sobre los comentarios de Bolsonaro.

Amorim teme asimismo la parálisis del Ejército ante una situación de caos por órdenes contradictorias entre los poderes, como el Supremo Tribunal Federal (STF) y el gobernante.

En Sao Paulo, el presidente brasileño dijo que ya no respetaría las decisiones judiciales de De Moraes, algo considerado inconstitucional por los especialistas en derecho.

“Debemos; sí, porque hablo en su nombre; determinar que todos los 'presos políticos' sean puestos en libertad. Alexandre de Moraes, este presidente no cumplirá más (sus decisiones). La paciencia de nuestro pueblo se agotó", acertó al dirigirse a miles de personas que acudieron en masa a la Avenida Paulista, un lugar tradicional para las protestas en Sao Paulo.

El excanciller y ministro de Defensa brasileño Celso Amorim alertó que la radicalización del discurso del presidente podría causar un gran daño a las relaciones comerciales de Brasil, según declaró al portal de noticias Poder360.

Amorim precisó que la diplomacia más afectada será con China, uno de los países criticados por el mandatario."Ciertamente, el dinero internacional tiene una sensibilidad extraordinaria. Nadie quiere invertir en Brasil. Se ve que los capitales huyen de Brasil y seguirán huyendo. Así que, para atraer mínimamente la inversión, vas a tener que hacer concesiones desproporcionadas", señaló el diplomático.

Manifestaciones a favor y en contra

Según la Policía local, alrededor de 125.000 personas participaron en las manifestaciones de Sao Paulo, mientras que los simpatizantes esperaban que fueran dos millones. Muchos llevaban carteles en contra del Tribunal Supremo y De Moraes.

En Brasilia participaron alrededor de 200.000 personas, mientras que en ciudades como Río de Janeiro se llevaron a cabo manifestaciones más pequeñas.


Ver también: Pueblos indígenas de Brasil acusan al presidente Bolsonaro ante la Corte Penal Internacional por genocidio y ecocidio

"Solo Dios puede sacarme de allí", “o el juez (De Moraes) encaja, o debería solicitar irse. No se puede admitir que solo una persona, solo un hombre nuble nuestra libertad”, fueron las frases más contundentes de Bolsonaro.

El mandatario agregó que las únicas opciones para el mismo son ser arrestado, asesinado o ganar las elecciones, lo que parece poco probable según las recientes encuestas de opinión. Dijo que, sin embargo, "nunca" será arrestado.

“(Quiero) decirles a aquellos que quieren hacerme inelegible en Brasilia: solo Dios puede sacarme de allí”.

Las declaraciones de Bolsonaro, quien dijo que convocaría un consejo especial solo usado en situaciones extremas, incluido el Estado de sitio, provocaron duras reacciones en el ámbito político. 

Tras las manifestaciones y amenazas golpistas en el país, creció el número de políticos que aceptan la idea de hacer un juicio político al presidente. Los juristas dicen que las amenazas de Bolsonaro lo justifican.

La actual crisis institucional iniciada por Bolsonaro comenzó cuando dijo que las elecciones de 2022 solo se realizarían con la implementación del voto impreso, propuesta derrotada en el Congreso.

Bolsonaro insistió en el asunto al decir: "Nadie nos va a decir que este proceso (de votación) es seguro y confiable porque no lo es".

“No puedo participar en una farsa como esta, patrocinada por el presidente del Tribunal Superior Electoral”.

La votación electrónica, implementada en 1996, ha demostrado ser segura.

Sorprendentemente para algunos, Bolsonaro no abordó en sus discursos temas más importantes en Brasil como la creciente inflación, la crisis económica, los altos precios de los combustibles, la pandemia de coronavirus y el creciente número de desempleados y de personas con hambre.

Con cerca de 21 millones de casos de COVID-19, Brasil superó las 584.000 muertes, mientras que la campaña de vacunación avanza con lentitud. Poco más del 31% de la población está completamente vacunada y la variante delta del virus se ha extendido a muchas regiones, lo que genera gran preocupación.


*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.

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