ONU: La pandemia no frena los homicidios ni la violencia de las pandillas en Centroamérica

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicó un informe en el que advirtió que a pesar de la llegada del coronavirus (COVID-19) a América Central, la pandemia no ha sido un factor que genere una disminución de la violencia y los homicidios en esta región del mundo. 

El informe detalló que de marzo a mediados de abril de 2020 los niveles de homicidio se mantuvieron estables en Honduras o México y disminuyeron ligeramente en Guatemala.

“Aunque las medidas de confinamiento a nivel mundial provocadas por el coronavirus han logrado interrumpir las rutas del narcotráfico, no han tenido mucha repercusión en el número de muertes causadas por la delincuencia organizada y la violencia de las pandillas. En cambio, sí se produjo una fuerte reducción de las muertes violentas en los países que ya tienen unos índices menores”, explicó la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito. 

“En Europa occidental y en los Estados Unidos, los datos indican que se produjo una fuerte disminución de la mortalidad causada por actos violentos, y también muestran que las estrictas medidas de aislamiento provocaron una fuerte disminución de los niveles de homicidio”, subrayó el documento. 

La Oficina de las Naciones Unidas añadió que se ha presentado una merma significativa en el tráfico internacional de heroína, droga se transporta principalmente por tierra.

Entre tanto, el informe remarcó que la violencia doméstica en el mundo es bastante difícil de cuantificar. “Mientras que en algunos países se observó una disminución de los asesinatos por motivos de género, en varios países aumentaron las solicitudes de apoyo a las líneas telefónicas de ayuda o a los centros de servicios que protegen a las víctimas de la violencia de género”.

Este miércoles, la ONU le pidió a los Estados que suspendan las deportaciones de inmigrantes durante la pandemia. 

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La red de Naciones Unidas para las migraciones detalló que “los retornos forzosos pueden intensificar los riesgos de salud pública para todos. Las deportaciones suponen una carga adicional para sistemas sanitarios que ya están al límite y no tienen la capacidad para proteger a los retornados y sus familias, haciendo test a la llegada y asegurando que se cumplen cuarentenas y aislamiento”.

Como alternativas, la ONU propuso a los países receptores de migrantes que entreguen visas y permisos de residencia temporal, y que se libere a los migrantes detenidos.