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Sospechosos “entierros exprés” disparan dudas sobre si en Nicaragua están ocultando muertes por COVID-19

Al parecer, los fallecidos por coronavirus estarían siendo enterrados sin que se reporte la causa real de su muerte.

Wilfredo Miranda Aburto  | 13.05.2020 - Actualızacıón : 15.05.2020
Sospechosos “entierros exprés” disparan dudas sobre si en Nicaragua están ocultando muertes por COVID-19 Familiares de una persona que presuntamente falleció por COVID-19 esperan a las afueras del cementerio de Nindirí, en el departamento de Masaya, en Nicaragua. (Cortesía Noel Miranda)

MANAGUA

Por: Wilfredo Miranda Aburto

Los sepultureros del Cementerio Oriental están extrañados con una nueva modalidad de entierros que han visto desde hace dos semanas en Managua. Los carros fúnebres traen ataúdes sellados y a otros sepultureros del Ministerio de Salud (Minsa) “vestidos como astronautas”, quienes realizan el entierro con celeridad, sin ritos de despedida y, en muchos casos, sin familiares de los fallecidos, tal como señala el protocolo del COVID-19. Lo extraño es que las personas que son enterradas no han fallecido oficialmente por coronavirus.

Elder Rodríguez, un trabajador del Aeropuerto Internacional de Managua, murió este 11 de mayo en un hospital de la capital nicaragüense debido a diabetes, según las autoridades sanitarias. Pero su hermano, Vladimir Rodríguez, asegura que la verdadera causa de muerte fue el coronavirus.

“No nos dicen la verdad”, lamenta el familiar, haciendo referencia al Gobierno de Daniel Ortega, señalado por expertos de minimizar la pandemia y “disfrazar” los casos positivos de COVID-19 como neumonías “graves y atípicas”.

Elder, de 44 años, fue ingresado hace 12 días con graves síntomas respiratorios al hospital Carlos Roberto Huembes, un centro adscrito a la Policía Nacional de Nicaragua. “Llevaba los bronquios tapiados, lo intubaron, pero no resistió”, relató Vladimir. La tarde de este lunes, la familia fue notificada de la defunción.

El Minsa le dio a la familia un lapso de tres horas para enterrarlo. De inmediato, el cadáver de Elder fue colocado en una caja que fue sellada. Trasladaron el féretro al cementerio Sierras de Paz, al sur de Managua, donde fue enterrado a eso de las siete de la noche por los sepultureros ataviados en trajes protectores. Fue un “entierro exprés”. Y no ha sido el único que se ha registrado en Nicaragua.

En las últimas dos semanas, decenas de entierros rápidos han sido realizados por el Minsa. En su mayoría, son ataúdes que salen de los hospitales especialmente por la noche o de madrugada hacia los cementerios.

Según las denuncias de familiares en redes sociales, en la mayoría de los casos la autoridad sanitaria entierra a sus seres queridos sin ni siquiera notificarles. La práctica ha sido rechazada sobre todo en Chinandega, al occidente de Nicaragua, una de las ciudades más afectadas por el COVID-19.

La práctica de estos “entierros exprés” ocurre en un momento en el que los epidemiólogos advierten sobre el “ascenso rápido de la curva” de coronavirus en este país centroamericano. Sin embargo, el Gobierno sandinista insiste en que la epidemia está controlada y no ha evolucionado a la fase de contagio comunitario.

La vicepresidenta Rosario Murillo ha catalogado las publicaciones en redes sociales sobre los “entierros exprés” y la pandemia como “noticias falsas”. No obstante, incluso los mismos partidarios sandinistas, como la familia Rodríguez, ya sufren los embates de la epidemia: Elder Rodríguez contagió a otro hermano, mientras una tía está internada con síntomas en el Hospital Alemán Nicaragüense, un centro destinado para atender a los enfermos de coronavirus.

“Daniel Ortega dice que en Nicaragua no hay nada, que salgamos a trabajar y que las noticias de las redes sociales son falsas. Pero son verdad. Mi familia lo está viviendo en carne propia. Cada día hay más muertos y gente contagiada. Siempre hemos creído en las palabras de él (Ortega), pero estamos decepcionados, porque en realidad ha demostrado que no quiere al pueblo”, criticó Vladimir Rodríguez.

Ver también: Nicaragua, el único país donde los casos de COVID-19 no aumentaan sino que disminuyen 

Desborde neumónico

Elder Rodríguez es el tercer trabajador del Aeropuerto Internacional, ubicado en Managua, que ha muerto a causa del coronavirus. Pero su caso no fue incluido dentro de las estadísticas oficiales porque fue reportado como muerte por diabetes.

Y es que el aeródromo es uno de los principales focos de contagios en Nicaragua. Pese a las alarmas del personal sanitario ante el desbordamiento de los hospitales por casos neumónicos en la última semana, el Minsa dejó de dar comunicados diarios desde el pasado 5 de mayo. Esa misma semana empezaron a circular en redes los videos de los “entierros exprés” nocturnos.

En medio del temor creciente y las críticas de los expertos, el Minsa rompió el silencio este martes y reconoció un pequeño aumento en los casos positivos de COVID-19, para un total de 25 contagios en todo el país. Al mismo tiempo, elevaron el dato de muertos por coronavirus a ocho.

Aunque el Minsa no reconoció que las personas enterradas de forma “exprés” hubieran muerto por coronavirus, sí mencionó la existencia de “otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, causados por tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas”.

En contraposición, un Observatorio de COVID-19 de la Sociedad Civil alerta sobre que al menos hay más de 780 casos sospechosos y más de 80 muertos por dicha enfermedad.

Los exministros de Salud de Nicaragua enviaron esta semana una carta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organizción Panamericana de la Salud (OPS) en la que señalan al Gobierno de “manipular la información sanitaria para negar o disminuir artificialmente el número de casos y de muertes por causa de la pandemia. A la fecha, hay una considerable cantidad de profesionales contagiados en las unidades de salud, debilitando las condiciones para la atención a quienes la necesitan; y hay personal despedido por sospechas de haber informado con transparencia a las familias”.

También, un grupo de más de 450 profesionales de la salud le exigió al Gobierno más acciones de mitigación frente al “inicio del ascenso de la curva de casos graves”. Sin embargo, la única respuesta que recibieron los especialistas fue por parte de la vicepresidenta Rosario Murillo. La primera dama los llamó “cerebros deformes” que “buscan afanosamente qué encontrar o inventar para precisamente calumniar y difamar”.

Este martes, Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS, dijo que “Nicaragua es el único país de las Américas donde el tipo de transmisión es indeterminado”, debido al secretismo en torno a la pandemia. “Estamos esperando que la información oficial tenga un nivel de detalle que nos permita hacer un análisis adecuado de la situación e implementar la respuesta de manera conjunta”, dijo el funcionario.

Mientras tanto los sepultureros de los cementerios guardan silencio cuando llegan los “entierros exprés”. Muchos han optado por empezar a usar máscaras médicas como parte de su trabajo, tal como ven que lo hacen sus colegas del Minsa. “Están viniendo esos entierros, pero nosotros nos limitamos a ver sin acercarnos”, dijo un albañil que trabaja en el Cementerio Oriental.

*Las fotos publicadas al interior de este artículo corresponden a capturas de pantalla de videos tomados por los familiares de los fallecidos, según verificó el corresponsal de la Agencia Anadolu. 

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