La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo este viernes que está preocupada por el uso de la fuerza y ​​las violaciones por parte de las fuerzas de seguridad de Bielorrusia.

Bachelet aseguró que está alarmada por las denuncias de tortura y tratos degradantes bajo custodia, con hasta 2.000 denuncias desde las controvertidas elecciones presidenciales de agosto y pidió a Bielorrusia que "libere a todos los manifestantes detenidos ilegalmente".

"Lamento informar que desde el debate urgente del consejo sobre Bielorrusia, en septiembre, no ha habido ninguna mejora en la situación de los derechos humanos en el país. Por el contrario, las últimas semanas han sido testigo de un continuo deterioro, particularmente con respecto al derecho de reunión pacífica", dijo Bachelet.

Este viernes, Bachelet presentó una actualización sobre la situación en Bielorrusia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el período previo a las elecciones presidenciales de 2020 en agosto y sus secuelas. Ella habló de informes de más de 27.000 personas arrestadas desde el 9 de agosto.

En el último mes, cientos de personas continuaron siendo arrestadas cada semana durante las manifestaciones, con alrededor de 1.000 personas el 8 de noviembre y 700 el 15 de noviembre, mientras que siguieron surgiendo denuncias de lesiones durante las dispersiones y de malos tratos durante las detenciones.

"Según los informes, también se ha detenido a personas de la tercera edad durante las marchas semanales pacíficas de los jubilados; hace cuatro días, el 30 de noviembre, casi 20 personas fueron detenidas durante su marcha".

Las sanciones impuestas a los manifestantes parecen ser cada vez más severas. Hasta hace poco, la mayoría de los manifestantes arrestados enfrentaban cargos administrativos y se les imponían multas o se les condenaba a prisión por hasta 15 días.

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Bachelet dijo que en las últimas semanas se está acusando a un número cada vez mayor de manifestantes en virtud de varios artículos del Código Penal, que a veces implican fuertes penas de prisión.

Además, hombres enmascarados sin insignia ni identificación han participado frecuentemente en la dispersión de las protestas, junto con la Policía antidisturbios.

"Según los informes, los vehículos sin distintivos se utilizan a menudo para transportar a las personas que han sido detenidas. Esto aumenta un clima de miedo y una atmósfera de anarquía e impunidad", afirmó la alta comisionada.

Yuri Ambrazevich, embajador de Bielorrusia ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, dijo que la situación de los derechos humanos en Bielorrusia no requiere una atención especial por parte del Consejo de Derechos Humanos.

"Desafortunadamente, no todas las protestas fueron pacíficas y, en respuesta, las agencias de aplicación de la ley usan detenciones y medios especiales", dijo.

El enviado de Bielorrusia también cuestionó el trato a los manifestantes en Alemania y Portland, en Estados Unidos, donde dijo que la Policía usa métodos "que huelen a la Edad Media".

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.