Nigeria: oleada de ataques de Boko Haram demoran el regreso de los refugiados
Según la ONU, más de 30.000 civiles y personal de seguridad han muerto y casi tres millones de personas han sido desplazadas desde julio de 2009 cuando el terrorismo golpeó el norte de ese país.

Nigeria
El reciente aumento de los ataques lanzados por el grupo terrorista Boko Haram en la región noreste de Nigeria ha desvanecido las esperanzas de millones de personas desplazadas que buscaban reiniciar su vida normal regresando a sus hogares.
Según la ONU, más de 30.000 civiles y personal de seguridad han muerto y casi tres millones de personas han sido desplazadas desde julio de 2009 cuando el terrorismo golpeó la región.
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Apenas un mes después de un sangriento asalto a la oficina humanitaria de la ONU en Monguno, la última semana los terroristas realizaron una emboscada a los viajeros a lo largo de una carretera principal en la provincia de Borno. También atacaron Magumeri y Kukawa, los pueblos alrededor del lago Chad donde secuestraron a algunos adolescentes.
Más de 50 personas, incluido personal militar y trabajadores humanitarios, murieron en varios ataques perpetrados en la zona entre junio y mediados de agosto. Además, los terroristas han secuestrado a decenas de mujeres y niños.
Zanna Boguma, líder comunitaria en Borno, describió como inquietante el reciente aumento de los ataques terroristas. Afirmó que el equipo militar inadecuado y la comercialización de la guerra son responsables de la violencia continúa.
El aumento de la violencia ha preocupado a las personas desplazadas como Usman Musa y Mohammed Saleh, que creen que es posible que nunca puedan regresar a sus hogares.
“Me fuí de mi casa en septiembre de 2014 cuando Boko Haram allanó nuestra ciudad en Gwoza. Era muy oscuro. Todos corrieron en direcciones diferentes y no he visto a mis dos hijos desde entonces”, dijo Saleh a la Agencia Anadolu en Maiduguri, la capital y la ciudad más grande del estado de Borno en el noreste de Nigeria.
Usman, un agricultor quiere regresar a su casa en la frontera entre Nigeria y Camerún y cultivar sus campos.
“Estoy cansado de vivir como un refugiado. Quiero irme a casa a cuidar mis fincas para ganarme la vida”, agregó.
Saleh, desplazado hace siete años, planeaba regresar a casa, pero el tiroteo del 27 de julio en la caravana del gobernador de Borno en una ciudad a lo largo de la frontera entre Nigeria y Níger, ha cambiado sus planes.
Terroristas involucrados en negocios de pesca y cultivo
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Boguma dijo que aunque las fuerzas nigerianas tienen una alta recepción en África, los intereses comerciales en la continuación de la guerra tienen permiten que el terrorismo prospere.
El líder de la comunidad, que encabeza un foro de 50 ciudadanos eminentes que van desde líderes religiosos hasta académicos y abogados, afirmó que tiene esta visión después de interactuar con los lugareños del norte de Nigeria.
Denunció que algunos oficiales militares estaban involucrados en actividades económicas en la zona costera a lo largo de las orillas del lago Chad.
También afirmó que la participación de los terroristas en negocios de pesca y cultivo les proporcionó fondos para sostener el terrorismo. Instó a las autoridades a investigar la acusación y tratar a Boko Haram de la misma manera que el mundo se ocupó del grupo terrorista ISIS / Daesh.
Negando estas afirmaciones, los militares dijeron que la naturaleza no convencional de la guerra contra el terrorismo y la falta de inteligencia constante estaban detrás del estallido de violencia.
“La región noreste comparte fronteras con tres países africanos: Chad, Níger y Camerún. La región fronteriza permite el movimiento de hombres y armas”, dijo el mayor general Alex Omoigoi, subcomandante de la operación antiterrorista en la región.
El Coordinador Humanitario de la ONU con sede en Nigeria, Edward Kallon, advirtió que la violencia podría agravar la crisis humanitaria en la región.
“La situación sigue siendo extremadamente difícil. Las personas no pueden regresar para reconstruir sus vidas y sus medios de subsistencia. Hay ataques periódicos de grupos armados no estatales, entonces, el conflicto sigue en curso”, dijo poco después de reunirse con el presidente Mohammadu Buhari.
La ONU había advertido a principios de julio que la violencia prolongada en la región podría afectar a 24 millones de personas en la región del lago Chad y África Sahel.
*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.
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