ESTAMBUL

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habría declarado al enviado estadounidense Tom Barrack su interés en negociar con el nuevo gobierno sirio, con Estados Unidos como mediador, según informó el medio estadounidense Axios citando a dos funcionarios israelíes.

Netanyahu está interesado en negociar un acuerdo de seguridad actualizado y avanzar hacia un acuerdo de paz completo, según un alto funcionario israelí. Estas serían las primeras conversaciones de este tipo entre Israel y Siria desde 2011 y serían particularmente notables dada la reciente historia.

Tras la caída del régimen de Bashar y la toma de poder de Ahmad ash-Shara, Israel respondió con oleadas de ataques aéreos que destruyeron sistemáticamente lo que quedaba de la fuerza aérea, la armada, la defensa aérea y los sistemas de misiles sirios. Israel también tomó el control de la zona de colchón entre los dos países y ocupó parte del territorio sirio cerca de esta.

El gobierno de Netanyahu estaba muy preocupado por el nuevo gobierno sirio, respaldado por Türkiye, y presionó a la administración de Trump para que actuara con cautela al interactuar con él. Los israelíes se sorprendieron cuando Trump se reunió con Shara el mes pasado en Arabia Saudita y anunció el levantamiento de todas las sanciones estadounidenses impuestas a Siria.

A pesar de sus preocupaciones sobre Shara, los funcionarios israelíes también ven el cambio de circunstancias, en particular con la salida de Irán y Hizbullah de Siria, como una oportunidad para un avance. El drástico cambio de postura de Estados Unidos hacia el nuevo gobierno sirio también condujo a un cambio de política más gradual en Israel.

El gobierno de Netanyahu comenzó a interactuar con el gobierno de Shara, primero indirectamente mediante el intercambio de mensajes a través de terceros y luego directamente en reuniones secretas en terceros países, según informaron dos funcionarios israelíes.

Un alto funcionario israelí declaró a Axios la semana pasada que Shara es más favorable de lo que Israel creía y no acata las órdenes de Ankara. "Nos conviene que el gobierno sirio esté cerca de Estados Unidos y Arabia Saudita", declaró el funcionario.