Las esperanzas de independencia de Escocia regresan después de las últimas elecciones británicas
Nicola Sturgeon dice que Escocia "no puede ser encarcelada en el Reino Unido contra su voluntad" pero, ¿Westminster cederá?

London, City of
Los resultados del brexit, el mayor cambio político y social del Reino Unido desde la última guerra mundial, podrían dar inicio a una nueva disputa entre dos viejos aliados, especialmente en tiempos donde el líder conservador y primer ministro, Boris Johnson, lidera un carrera para sacar a Reino Unido de la Unión Europea para finales de enero.
Muchos comentaristas políticos y estrategas piensan que el brexit puede iniciar el final de un matrimonio casi forzado de tres siglos entre Escocia y el resto del Reino Unido.
Unas semanas antes de dejar el cargo, el entonces presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió sobre esta posibilidad.
El brexit probablemente marcará el "verdadero fin del Imperio Británico", afirmó Tusk en un discurso, pero ¿qué tan probable es que Escocia elija un camino diferente al resto del reino?
Los argumentos a favor de la independencia de Escocia no son nada nuevos, pero la victoria electoral del Partido Nacional Escocés (SNP) en Escocia definitivamente le dio poder y coraje a la primera ministra Nicola Sturgeon, quien prometió a todos los escoceses que votaron en el referendo de 2016 para permanecer en el bloque que "Escocia no sería expulsada contra su voluntad".
El primer ministro Boris Johnson no puede "golpear" a Escocia para que vea el mundo de la misma manera que él, señaló el sábado Sturgeon, subrayando que los resultados de las elecciones dejaron en claro que los escoceses quieren un futuro diferente al del resto del Reino Unido.
El domingo, la funcionaria señaló que Escocia no puede ser "encarcelada en el Reino Unido contra su voluntad" y advirtió que la continua negativa de Johnson a permitir un segundo referendo solo alimentará el apoyo a la independencia de Escocia.
Durante una entrevista con Andrew Marr, comentarista político de la BBC, la primera ministra afirmó: "Le dije a (Johnson) por teléfono el viernes por la noche, que si cree que es el fin del asunto, está completamente equivocado".
Ella agregó: “No se puede retener a Escocia en la unión (en el Reino Unido) contra su voluntad. No puede simplemente encerrarnos en un armario y girar la llave y esperar que todo desaparezca. Si el Reino Unido va a continuar, solo puede ser por consentimiento".
“Si Boris Johnson tiene confianza en el tema, entonces debería tener la confianza suficiente para presentar ese caso y permitir que la gente decida. Escocia no puede ser encarcelada en el Reino Unido contra su voluntad".
Referendos de independencia
El referendo que preguntó a los votantes escoceses si querían salirse de Reino Unido se celebró en 2014, dos años antes del histórico referendo de 2016.
El SNP lideró la campaña de independencia, el partido tenía plena confianza en que el país sobreviviría e incluso estaría mejor fuera del Reino Unido, fortalecido por los campos petroleros de la nación en el Mar del Norte, el mundialmente famoso whisky de malta, la industria de textiles, motores y la reacción positiva de diversos servicios bancarios y financieros.
Sin embargo, el referendo no contó con el respaldo esperado, más de dos millones de habitantes (53% votos) votaron a favor de la unión con Reino Unido, mientras que solo 1.62 millones (44.7% de los votos) votaron por la independencia.
El entonces gobierno del primer ministro, David Cameron, prometió una mejor comprensión de los escoceses por parte Westminster y "amplios poderes" para el Parlamento escocés.
En la actualidad los escoceses se enfrentan a la férrea oposición de Johnson y los conservadores escoceses, quienes han mostrado su rechazo ante la idea de un segundo referendo, reiterando que el realizado en 2014 fue el "único en la vida" y que en él se mostró que los escoceses prefieren la unión con Londres.
El tiempo cambia
Sin embargo, luego del referendo (2016) en el que el Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea, el pueblo escocés cambió de opinión y este es el problema según Sturgeon.
La funcionaria señaló en repetidas oportunidades la importancia de la membresía a la UE para la economía y bienestar escocés, advirtiendo que abandonar el bloque será desastroso para su pueblo.
Todavía está por verse si el gobierno del Reino Unido permitirá que Escocia celebre un nuevo referendo, pero es muy probable que la fuerte mayoría conservadora, liderada por Johnson en la Cámara de los Comunes, haga todo lo posible para ignorar las peticiones de sus vecinos del norte.
Islas Británicas
El grupo de grandes islas al noroeste de Europa continental que hoy conforman el Reino Unido y la República de Irlanda se llaman Islas Británicas.
Hoy, el nombre británico solo puede asociarse con Gran Bretaña, también conocido como el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Pero la palabra "Bretaña" en realidad se deriva de una antigua palabra celta "Pretani", que significa "personas pintadas" o "tatuadas".
Los celtas eran los habitantes originales de este grupo de islas y fueron los antepasados de los escoceses, irlandeses y galeses. Este pueblo fue reconocido por librar intensas batallas contra los invasores romanos y los normandos.
Una relación difícil
A lo largo de la historia, la relación entre escoceses e ingleses siempre ha sido difícil.
El impulso de los reyes ingleses para someter a las Tierras Altas de Escocia causó numerosas guerras entre las dos naciones durante casi seis siglos, entre 937 y 1575 d.C.
La Batalla del Puente de Stirling en 1297 entre el rey Eduardo I de Inglaterra, que lanzó con entusiasmo campañas para gobernar Escocia, y un ejército de escoceses liderados por William Wallace y su compañero Andrew Murray terminó con el triunfo del ejército escocés.
Pero su victoria fue de corta duración.
En 1298, en la Batalla de Falkirk, Edward Longshanks venció al ejército escocés conformado por los clanes, una hazaña que le valió el sobrenombre del 'Martillo de los escoceses'.
En 1314, el rey escocés Robert the Bruce venció al ejército de Eduardo II en la batalla de Bannockburn, lo que reforzó el sentido de nación y unidad de los escoceses.
Las guerras anglo-escocesas continuaron hasta 1603 con la Unión de Coronas, cuando James VI de Escocia ascendió al trono británico como James I.
Pero la unidad real de los dos países no llegó hasta 1706 y 1707, cuando los parlamentos de ambos países ratificaron la Ley de Unión.*Traducido por Juan Felipe Vélez Rojas.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.