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La pandemia que agravó las desigualdades y la violencia contra la mujer

El desempleo, la deserción escolar, la sobrecarga doméstica y los problemas de salud mental son algunas consecuencias que han traído para las mujeres las medidas para contrarrestar al coronavirus.

Diego Carranza Jiménez  | 11.03.2021 - Actualızacıón : 15.03.2021
La pandemia que agravó las desigualdades y la violencia contra la mujer MADRID, ESPAÑA - 26 DE ENERO: Algunas personas pasan junto a murales de figuras feministas en Madrid, España, el 26 de enero de 2021. Los partidos políticos de izquierda y las ONG lanzaron una campaña en las redes sociales para mantener los murales intactos después de una iniciativa del partido de extrema derecha Vox para eliminar los murales de 15 mujeres feministas como Frida Kahlo, Rosa Parks y Nina Simone. (Burak Akbulut - Agencia Anadolu)

BOGOTÁ, Colombia

Por: Diego Carranza

La pandemia del coronavirus (COVID-19), declarada hace un año por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha tenido un impacto sin precedentes en el mundo entero y ha golpeado a todas las clases sociales.

Pero particularmente la pandemia, que deja hasta ahora más de 118 millones de contagios y unos 2,6 millones de fallecidos, ha afectado de manera desproporcional a las mujeres.

Paola Onzaga, fundadora de Mujeres Exitosas Latam, una organización que aboga por los derechos humanos de las mujeres latinoamericanas, afirma a la Agencia Anadolu que las más perjudicadas han sido las que están en la primera línea para enfrentar los efectos del coronavirus, como las trabajadoras del sector de la salud, científicas, médicas y cuidadoras, quienes según la ONU ganan un 11% menos globalmente en comparación con los hombres.

El desempleo, la deserción escolar, la sobrecarga doméstica y los problemas de salud mental son algunas de las áreas que más han afectado a las mujeres.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha señalado que “en muchos países, la primera ola de despidos colectivos” fue particularmente grave en el sector de servicios, “incluidos el comercio minorista, la hostelería y el turismo, en los que las mujeres están sobrerrepresentadas”.

ONU Mujeres, por su parte, ha advertido que las mujeres “constituyen la mayoría de la fuerza de trabajo en los sectores económicos más afectados” y que sumado a ello, “deben soportar la carga de los cuidados adicionales” en el hogar.

Andrés Espinosa Fenwarth, economista y columnista de prestigiosos medios colombianos como Portafolio y La Vanguardia, le confirma a la Agencia Anadolu que la pandemia no ha afectado por igual a mujeres y hombres.

Pérdida de empleos

“La pandemia se ha traducido en unas restricciones a la movilidad y al trabajo en áreas donde las mujeres tienen un peso específico superior en materia económica, como hotelería, restaurantes, bares, discotecas”, que han sido unos de los sectores económicos más afectados por la contingencia mundial, dice el experto.

Por otro lado, de manera generalizada en el mundo se “abrió un espacio inusitado a la economía virtual” y las compañías que han podido operar lo han hecho de manera virtual, trasladando el trabajo a las casas.

De acuerdo a Espinosa, “la mujer se ha afectado doblemente: primero por la pérdida de empleos y porque al trabajar en la casa ha tenido que llevar una doble función, la de cuidar a los hijos (que tampoco pueden ir a los colegios) y encargarse de las labores domésticas”.

En el caso particular de Colombia, para enero de 2021 la tasa de desempleo se ubicó en 17,3% un escenario que para el experto “no ha dejado bien libradas a las mujeres colombianas”.

Según los últimos resultados del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), para el primer mes del año, por sexo la tasa de desempleo de los hombres fue de 13,4%, mientras que la de las mujeres subió hasta el 22,7%.

“Para el total nacional, la tasa de desempleo de los hombres en el trimestre móvil noviembre 2020 - enero 2021 se ubicó en 11,1%, y para las mujeres fue 19,6%. En el trimestre móvil noviembre 2019 - enero 2020 estas tasas se ubicaron en 8,1% y 13,9%, respectivamente”, señala el informe del Dane.

Esto significa, según Juan Daniel Oviedo, director del Dane, que por cada tres hombres que perdieron su empleo en el país andino, dos mujeres también lo hicieron. Y entre enero de 2020 y el mismo mes de 2021, por lo menos 10,5 millones de mujeres se quedaron sin trabajo (de cerca de 15,9 desempleados en total), es decir, dos terceras partes.

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Dicho panorama (pérdida de empleos y cargas en el hogar) también ha repercutido en el área académica, pues también ha disminuido el número de mujeres que estudia.

Espinosa Fenwarth añade que todo lo anterior incrementa la dependencia económica del esposo o compañero sentimental, según sea el caso, pero lamenta que para las mujeres que son cabeza de familia esto es “especialmente grave porque ellas no pueden perder sus empleos, porque por su situación personal no pueden echar marcha atrás en su situación laboral”, lo que las obliga a “esforzarse el doble” o hasta el triple.

Igualmente, lamenta que la pandemia ha generado un efecto mundial y es que el concepto de ‘hogar’ se ha transformado de tal manera que en algunos casos pareciera que ha “desaparecido”.

Alejandra Carvajal, abogada, MBA, Phd en derecho, columnista de la revista Semana, calcula que en materia de inclusión laboral en Colombia se retrocedió aproximadamente 10 años.

“Esto no solo ha hecho perder autonomía de las mujeres, sino que ha generado que pasen más tiempo en sus hogares y sean más vulnerables”, indica a la Agencia Anadolu.

Aunque esto ha tenido un impacto en muchos países del mundo, la situación es apremiante en América Latina y el Caribe.

De acuerdo a Roxana Maurizio, especialista regional en economía laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para las Américas, en la región “las mujeres han sufrido con mayor intensidad la pérdida de puestos de trabajo provocadas por la pandemia”. Detalla que la emergencia sanitaria ha ido ampliando las brechas de género en los países latinoamericanos.

“La mayor incidencia de la informalidad entre las mujeres también explica la fuerte caída del empleo femenino. Se estima que en 2020 alrededor de 12 millones de mujeres salieron del mercado de trabajo”, precisa Maurizio en una nota de prensa de la ONU.

La vocera regional de la OIT indica que en sectores económicos altamente feminizados como, por ejemplo, el de trabajo doméstico, la tasa de informalidad alcanza del 80% al 90%.

Adicionalmente, advierte que “las fuertes salidas de la fuerza de trabajo podrían revertir tendencias previas como la creciente incorporación de la mujer en el mundo del trabajo”.

“En la mayoría de los países de la región la pandemia ha generado retrocesos significativos en el camino ascendente recorrido previamente por la oferta laboral femenina. En algunos de ellos, la tasa de participación retrocedió 15 o 20 años”, dice.

Violencia multidimensional

Y hay más. Todo junto ha generado un aumento en la precariedad mental de las personas y en la violencia física en contra de mujeres, niñas y adolescentes.

Guterres advertía en mayo de 2020 que la violencia de género estaba aumentando exponencialmente. “Muchas mujeres se ven obligadas a confinarse en su casa con su abusador justo cuando se interrumpen o se tornan inaccesibles los servicios de apoyo a las supervivientes”, decía el titular de ONU.

Un estudio de ONU Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado este martes 8 de marzo, en el marco del en el Día Internacional de la Mujer, revela este panorama y señala que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo, al menos 736 millones, ha sido objeto de violencia física o sexual.

Ver también: Organización Mundial de la Salud: las mujeres son clave en la primera línea de la lucha contra la COVID-19

La mayor parte del maltrato -afirma el documento- proviene de sus propias parejas íntimas y dentro de sus hogares, y teniendo en cuenta que muchos de estos abusos no se denuncian, las cifras podrían ser aún mayores. En los países más pobres, la violencia afecta hasta a la mitad de las mujeres.

Según las agencias de la ONU, la violencia tiene consecuencias a nivel físico, mental, de salud sexual y reproductiva, y se asocia con un mayor riesgo de contraer el VIH en algunos entornos.

Para Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora de ONU Mujeres, “la violencia contra la mujer es la violación a los derechos humanos más persistente y generalizada”, algo que “no se lleva ante la justicia y es común en cualquier parte del mundo”.

Carvajal señala que tan solo en 2021 se ha registrado que cada 11 minutos una mujer es maltratada en Colombia, “cifra récord en el país”.

La ONU advierte que muchas víctimas de violencia de género “están incluso recurriendo a la drástica medida de retirar sus denuncias debido a la dependencia económica de parejas que abusan de ellas”.

Fuerte impacto de la pandemia en mujeres y niñas refugiadas

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) también expresó sus preocupaciones. Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, afirmó que “el impacto socioeconómico sin precedentes de la pandemia está poniendo muchas vidas en peligro”.

“Estamos viendo aumentos extremadamente preocupantes en los informes sobre violencia de género, incluyendo violencia doméstica, matrimonios infantiles, trabajo infantil y embarazos de adolescentes”, subrayó el comisionado en declaraciones a la prensa.

Acnur resalta que mientras los socios humanitarios estiman que 13 millones más de niñas están ahora en riesgo de ser forzadas a casarse como consecuencia de la pandemia, algunas familias, devastadas por la pobreza, están ya recurriendo a los matrimonios infantiles.

“Las mujeres refugiadas se ven obligadas a redoblar su contribución al hogar, recurriendo a trabajos precarios en la economía sumergida o en las calles. El aumento de las demandas de los hogares también disminuye sus oportunidades de educación a la vez que aumenta su exposición al virus”, dice la agencia, y añade que a pesar de la situación, los programas de prevención y respuesta siguen sin recibir suficiente financiación.

Según Alejandra Carvajal, la pandemia ha significado un lamentable retroceso para el progreso y el panorama actual “refleja los graves estragos que dejará la pandemia en la historia de la mujer”.

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