Mundo

La guerra del desgaste israelí contra Jerusalén Este

Desde la ocupación de Jerusalén Este hace medio siglo, Israel ha hecho todo lo que ha podido para eliminar la identidad histórica árabe de la ciudad.

Abdel Ra'ouf Daoud  | 21.12.2017 - Actualızacıón : 22.12.2017
La guerra del desgaste israelí contra Jerusalén Este Jerusalén es el centro del conflicto entre Israel y Palestina, pues los palestinos esperan que Jerusalén Este, ahora ocupada por Israel, pueda servir como capital del Estado palestino. (Archivo Agencia Anadolu)

JERUSALÉN

Desde que se dio la ocupación de Jerusalén Este en 1967, Israel ha embargado el 87% de la ciudad mientras intenta ejercer el control sobre el 13% faltante.

Las tensiones han llegado a un punto crítico después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el pasado 6 de diciembre su decisión (a pesar del fuerte rechazo en Oriente Medio) de reconocer formalmente a Jerusalén como la capital de Israel, prometiendo de igual manera trasladar la embajada de EEUU en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén. ​

Jerusalén es el centro del conflicto entre Israel y Palestina, pues los palestinos esperan que Jerusalén Este, ahora ocupada por Israel, pueda servir como capital del Estado palestino.

Jerusalén Este, en donde está ubicada la Ciudad Vieja, incluye 17 vecindarios en los cuales viven más de 323.000 palestinos, cerca del 40% de la población de la ciudad que tiene 850.000 personas.

De acuerdo con cifras palestinas, más de 35.000 palestinos viven ahora en la Ciudad Vieja, la cual está dividida en barrios musulmanes, cristianos y armenios.

La parte judía de la Ciudad Vieja, por otro lado, alberga a unos 2.900 israelíes.

Los visitantes de la Ciudad Vieja encontrarán un sinfín de mercados, que han servido durante siglos como centros de comercio de Jerusalén.

Antes de la ocupación israelí de 1967, el “barrio judío” de la ciudad estaba ubicado en el barrio palestino de Al-Sharaf.

Trece por ciento

De acuerdo con Khalil Tufakji, director de mapas y geografía de la Sociedad de Estudios Árabes de Jerusalén, Israel se ha apropiado del 87% del territorio de Jerusalén Este.

“Esto se ha dado con el propósito de establecer asentamientos [judíos] e instituciones en la ciudad mientras clasifican lo que sobra como ‘zonas verdes’ en donde están prohibidas las actividades de construcción”, le dijo Tufakji a la Agencia Anadolu.

“A los palestinos les queda únicamente el 13% de Jerusalén Este y las autoridades israelíes han intentado consistentemente desgastar y aislar ese porcentaje”.

Desde 1967, explicó Tufakji, Israel ha construido 15 asentamientos exclusivamente judíos en Jerusalén Este, los cuales están siendo habitados en este momento por más de 220.000 colonos.

Los más prominentes de estos son los asentamientos de Ramot, Gilo, Talpiot Este, Ramat Eshkol, Pisgat Zeev, Har Homa, Colina Francesa y Ramat Shlomo.

“Estos [asentamientos] están construidos en territorio palestino con miras a frenar la expansión de la población palestina de la ciudad y asegurar la superioridad judía en materia demográfica”, agregó Tufakji.

“Israel ha construido estos asentamientos a propósito en barrios palestinos como Ras al-Amoud, Sheikh Jarrah and Al-Sawwanah”.

“Entre tanto – advirtió Tufakji –, grupos de colonos han confiscado docenas de viviendas palestinas en estos barrios”.

El Gobierno israelí también tiene varias instituciones oficiales en Jerusalén Este, incluyendo el Ministerio de Seguridad Interna, en el distrito de Sheikh Jarrah, y el Ministerio de Justicia y la Corte Central en la calle Salah al-Din.

Residentes

Notablemente, el Gobierno clasifica oficialmente a los jerosolimitanos (gentilicio de Jerusalén) palestinos como “residentes” y no como “ciudadanos”.

“Israel, de manera deliberada, clasifica a los palestinos de Jerusalén como ‘residentes’ para facilitar su expulsión gradual de la ciudad”, le dijo a la Agencia Anadolu Ziyad Hammouri, director del Centro de Derechos Sociales y Económicos de Jerusalén.

“De acuerdo con información oficial israelí, el Ministerio del Interior de Israel ha privado a 14.595 palestinos de su derecho de vivir en la ciudad desde 1967”, informó Hammouri.

Contrario a lo que les sucedió a los palestinos tras el establecimiento del Estado israelí en 1948, explicó Hammouri, Israel no impuso la ciudadanía a los palestinos de Jerusalén Este desde la ocupación de 1967, sino que lo hicieron opcional.

Sin embargo, los palestinos de Jerusalén Este se han abstenido de solicitar la ciudadanía israelí.

“Sólo unos miles de jerosolimitanos palestinos adquirieron sus ciudadanías israelíes por varias razones, por ejemplo, porque trabajaban para instituciones israelíes o para facilitar los viajes”, comentó Hammouri.

En 2002, Israel dio inicio a la construcción de una barrera de separación masiva a lo largo de Cisjordania, dividiendo de manera efectiva los barrios palestinos del resto de Jerusalén Este.

“Los muros bloquearon los barrios de Kafr Aqab, Shuafat y Anata de Jerusalén Este para que fuera necesario pasar por puntos de control israelíes para tener acceso a ellos”.

Ahora, agregó Hammouri, más de 140.000 residentes palestinos de Jerusalén viven en áreas ubicadas detrás del muro, “privándolos de servicios básicos y restringiendo su movimiento debido a la preponderancia de los puntos de control”.

Sin construcciones

Desde 1967, los Gobiernos israelíes han adoptado exitosamente una política de limitar el número de palestinos en Jerusalén Este al rehusarse a emitir permisos para construir, según informan grupos de derechos humanos.

Los permisos para construir edificios son emitidos por la municipalidad de Jerusalén en Israel, cuyas elecciones generalmente son boicoteadas por los residentes palestinos de la ciudad.

“La municipalidad les dificulta a los palestinos obtener permisos de construcción con el objetivo de limitar la población palestina en la ciudad”, aseguró Mohamed Abu al-Homs, miembro de un comité que se dedica a monitorear la actividad de asentamientos en Jerusalén Este, en entrevista con la Agencia Anadolu.

De acuerdo con al-Homs, “la municipalidad ha arrasado con docenas de casas en Isawiya en los últimos años y en otros barrios de Jerusalén Este, y amenaza con demoler más”.

“Muchos de los residentes palestinos de la ciudad, por lo tanto, deben recurrir a hacer construcciones sin permisos”, explicó al-Homs, agregando que “mientras tanto, los permisos se otorgan de manera gratuita para los asentamientos israelíes en Jerusalén”.

Tufakji aseguró que unas 20.000 unidades de vivienda en Jerusalén Este han sido construidas sin permisos como resultado directo de la política draconiana de Israel.

“Lo que es más – agregó Tufakji – se necesitan 20.000 apartamentos más en Jerusalén para abarcar el aumento natural de la población [palestina]”.

“Desde la década de los setenta, Israel ha intentado disminuir la población palestina de Jerusalén (tanto del Este como del Oeste) a un 22%”.

La comunidad internacional, entre tanto, nunca ha reconocido la ocupación israelí de Jerusalén Este de 1967 o su decisión de anexar la ciudad completa en 1980.

“Estatus quo”

Jerusalén tiene un gran número de lugares sagrados, siendo las más importantes la mezquita de Al-Aqsa (el tercer lugar más sagrado del islam) y la Iglesia del Santo Sepulcro.

Durante siglos, la custodia y acceso a estos sitios sagrados ha estado gobernada por un “estatus quo”, el cual se ha mantenido desde la era otomana y estuvo firme durante el periodo del mandato británico y el periodo subsecuente del mandato hachemita.

Sin embargo, desde 2003, Israel les ha permitido a los colonos judíos ingresar a la mezquita de Al-Aqsa en grandes cantidades, lo que ha llevado a los líderes israelíes de derecha a pedir la división del complejo en mitades musulmanas y judías.

Azzam al-Khatib, líder de la Autoridad de Fondos Religiosos de Jerusalén, le dijo a la Agencia Anadolu que, a pesar del duradero “estatus quo”, el Gobierno israelí pretende establecer un punto de apoyo en Al-Aqsa.

“Hemos urgido de manera repetida al Gobierno israelí que dejen de permitir la entrada de los [judíos] extremistas a la explanada de las mezquitas y que se abstengan de interferir en la administración de la autoridad de los sitios sagrados”, dijo al-Khatib.

“Pero el Gobierno no ha respondido nuestras preguntas, lo cual ha llevado a un deterioro en las circunstancias”.

Las comunidades cristianas de Jerusalén, mientras tanto, también se quejan de la política israelí y de las restricciones para acceder a sus sitios sagrados cristianos.

*Daniela Mendoza contribuyó en la redacción de esta nota. ​

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.