Israel, que ha logrado tener buenas relaciones con los países del Golfo Pérsico a pesar del rechazo de los pueblos de la región y gracias al apoyo incondicional de EEUU, ahora tiene sus ojos puestos en África.

La visita oficial el lunes a Tel Aviv del presidente de Chad, Idris Debi, que no tiene relaciones diplomáticas con Israel, volvió a plantear las relaciones de Israel con África.

Al conocer la hambruna, la pobreza y las guerras experimentadas por el "Continente Negro", Israel tiene varios objetivos en el ámbito internacional, como cortar el apoyo de África a la causa palestina y beneficiarse de las riquezas de esta región convirtiéndose en proveedor de servicios tecnológicos y de seguridad.

Desde el punto de vista africano, los países esperan que Israel contribuya a sus esfuerzos para obtener conocimientos avanzados en seguridad, tecnología y agricultura.

Israel trata de abrirse a África con tres objetivos fundamentales: expandir sus relaciones diplomáticas, crear nuevos mercados para sus empresas y romper el apoyo a Palestina; pero el proceso de acercamiento a África es cauteloso y lento por las políticas de ocupación en Palestina.

La prioridad de Netanyahu

Ofir Gendelman, portavoz del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo en una declaración al corresponsal de la Agencia Anadolu:

"La expansión de las relaciones entre Israel y los países africanos es de gran importancia. Esta es una prioridad importante para el primer ministro acercarse a los países que rompieron relaciones con Israel en la década de 1970".

Gendelman, quien habló sobre la visitar sorpresa del presidente de Chad a Israel, indicó:

"Seguramente la visita del presidente de Chad, qué es el resultado de las políticas del primer ministro Netanyahu hacia África, es un éxito histórico".

El portavoz recalcó que los países africanos se interesan por las experiencias de Israel.

"Los países africanos están muy interesados en la experiencia de Israel en las áreas como la lucha contra el terrorismo (tecnología de seguridad), la agricultura y la tecnología de irrigación".

El portavoz además señaló que el objetivo de Israel es satisfacer las necesidades de los países africanos:

"Israel también está insistiendo en desarrollar una red en este importante continente y abrir nuevos mercados para las compañías israelíes. El acercamiento a Israel es decisión propia de los países africanos. Se dan cuenta de que Israel es importante para el futuro de sí mismos y de sus pueblos. Esto es gracias a las valiosas y diversas experiencias que tiene Israel en muchas áreas”.

"Israel regresa a África y África a Israel"

Netanyahu inauguró la política de apertura a África hace dos años con el eslogan "Israel regresa a África y África a Israel".

En consonancia con este objetivo, Tel Aviv realizó muchos encuentros para satisfacer las necesidades de los países de ese continente, pero aparte de ello también busca que África deje de apoyar a Palestina en las Naciones Unidas.

Los proyectos de los palestinos o de países amigos de los palestinos en el ámbito internacional son abiertamente apoyados por los países africanos.

Los vuelos de Netanyahu a África

El primer ministro israelí viajó varias veces al África entre 2016 y 2017 para alcanzar los objetivos de su país.

Durante su visita a Uganda en 2016, tuvo la oportunidad de reunirse con los jefes de Estado de Kenia, Sudán del Sur, Zambia y Ruanda, también con los primeros ministros de Etiopía y Tanzania.

Ese mismo año Israel anunció la reanudación de las relaciones diplomáticas con Guinea después de 49 años.

En junio de 2017 Netanyahu fue a Liberia para asistir a una reunión de la Comunidad Económica de los Países de África Occidental.

En noviembre fue a Nairobi, Kenia, donde sostuvo reuniones con presidentes de muchos países africanos.

Durante la pasada visita a Israel del presidente de Chad, Netanyahu dijo:

"En los últimos dos años he visitado el este y el oeste de África tres veces. Quiero dejar claro que también quiero visitar África Central".

Sin embargo los esfuerzos de Israel por expander su influencia en África han enfrentado los obstáculos del trabajo de los palestinos.

Con ataques diplomáticos los palestinos lograron bloquear la "Cumbre Israel-África" a finales de octubre de 2017 en Lomé, capital de Togo.

Liberman comenzó con los acercamientos

El analista político israelí Pinhas Anbari le dijo a la Agencia Anadolu que el acercamiento entre Israel y los países africanos empezó con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Avigdor Liberman entre 2009 y 2015.

"Israel ha descuidado a África durante muchos años y se ha centrado en las relaciones con Estados Unidos y los países europeos. Sin embargo, cuando los países europeos se oponen abiertamente al establecimiento del Estado palestino y las políticas de Israel contra los palestinos, Israel toma una decisión estratégica al regresar a África", dice Anbari.

Al recalcar que Israel está regresando a África pese a la incomodidad de Europa, el analista dice que son la tecnología y la información israelí las que lo han ayudado a establecer relaciones con los países africanos.

Anbari subraya que la tecnología agrícola israelí es muy importante para muchos países africanos.

"Por ejemplo, Chad se ha beneficiado mucho de la tecnología agrícola de Israel. Esto ha abierto la puerta al acercamiento entre Chad e Israel".

Al reiterar que Israel está tratando de mantener a los países africanos lejos del tema palestino, en analista agregó:

"Al menos Israel está planeando neutralizar a los africanos en el conflicto israelí-palestino y detener su apoyo político a Palestina”.

Fracaso a pesar de los avances

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, afirmó que Ghana fue el primer Estado africano en reconocer a Israel en 1956. A principios de los años setenta Israel tenía relaciones diplomáticas plenas con 33 países africanos, según el ministro.

Sin embargo, la mayoría de los países del África subsahariana cortaron sus lazos con Israel después de la guerra árabe-israelí de 1973 y después de la crisis mundial del petróleo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel expresó que, tras este suceso, los países africanos presionaron a la Unión Africana para que tomara decisiones y cortara las relaciones con Israel.

Como veredicto final, todos los países africanos, excepto Malawi, Lesotho y Swazilandia, cortaron sus relaciones con Israel o redujeron su nivel de representación a los niveles más bajos.

Con respecto a las negociaciones de paz entre Israel y los países árabes, las relaciones diplomáticas entre Israel y los países del África subsahariana comenzaron a desarrollarse nuevamente en los años ochenta.

Como resultado de sus esfuerzos, Israel comenzó a establecer una relación oficial con 39 países a fines de los años noventa.

De los 54 países africanos, Israel tiene una embajada en solo 10 de ellos, incluidos Egipto, Senegal, Angola, Ghana, Costa de Marfil, Etiopía, Sudáfrica, Nigeria, Kenia y Camerún.

Usando el poder blando

Además de la ayuda humanitaria, el apoyo médico y las actividades agrícolas conjuntas, Israel lleva a cabo estudios económicos, comerciales, culturales, académicos y tecnológicos en África, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.

Israel trata de expandir su presencia en el continente a través de agencias de desarrollo y movimientos civiles.

La Agencia de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel (Mashav), una de las organizaciones líderes en el trabajo del continente, brinda educación a cientos de africanos en agricultura, salud y tecnología cada año. Al mismo tiempo, Mashav brinda la oportunidad de exhibir las tecnologías agrícolas, de energía y de riego de Israel en estos países.

Las organizaciones voluntarias y de ayuda grandes y pequeñas, como IsraAID, ayudan a los pobres en los países africanos, mientras que las organizaciones paraguas como SID-Israel dirigen el trabajo civil y los proyectos en África.

Sin embargo, se afirma que habrá obstáculos en las relaciones entre Israel y África en el momento en que no haya esperanza de ninguna solución al problema de Israel y Palestina.

*Carolina Zúñiga y Santiago Peña Aranza contribuyeron con la redacción de esta nota.