Informes de abusos sexuales y torturas aumentan llamados a cerrar prisión israelí de Sde Teiman
"Básicamente, no había ninguna ley en esta instalación", le dijo a Anadolu el analista israelí Shaiel Ben-Ephraim, al señalar múltiples casos de abuso sexual, electrocución, higiene deplorable y tortura.

ESTAMBUL
A raíz de los desgarradores relatos de abusos y torturas en una prisión del desierto del Néguev, los expertos israelíes exigen el cierre inmediato del centro de detención, la rendición de cuentas y el procesamiento de los soldados involucrados en los crímenes.
La prisión de Sde Teiman, situada en el sur de Israel, forma parte de una instalación militar que se utiliza para detener a palestinos traídos desde la Franja de Gaza desde el 7 de octubre.
Conocida por los abusos generalizados a los detenidos, la prisión volvió a ser noticia este lunes cuando los medios locales informaron de que un detenido palestino fue violado en grupo por varios soldados israelíes y llevado a un hospital tras sufrir graves heridas que le dejaron incapacitado para caminar.
Tras el incidente, nueve soldados fueron detenidos y la Policía militar del país inició una investigación.
El analista israelí Shaiel Ben-Ephraim criticó las condiciones de la instalación y las acciones de los soldados israelíes y pidió su cierre.
"Esta es una instalación que hay que cerrar. Hay que pararla".
Abuso de prisioneros
En los últimos meses, Sde Teiman ha aparecido en las noticias por informes sobre abusos masivos a prisioneros palestinos.
Alrededor de 36 palestinos han muerto ya en la prisión desde el comienzo de la ofensiva en Gaza.
Ben-Ephraim, que sirvió anteriormente en el Ejército israelí, dijo que la instalación era similar a otros centros de detención conocidos.
"Básicamente, no había ninguna ley en esta instalación", agregó, al establecer paralelismos entre las prácticas de los soldados israelíes en Sde Teiman y lo que Estados Unidos había hecho "en Abu Ghraib o en Guantánamo... recuerda mucho eso".
Sobre la condición de los detenidos, el analista dijo que se les mantiene con los ojos vendados y agachados durante muchas horas al día, "alrededor de 18 horas al día", y "quizás se les permite estar de pie durante cuatro a seis horas al día".
El hecho de estar obligados a permanecer en posiciones durante tantas horas ha llevado a los detenidos a perder miembros.
En muchos casos, los prisioneros tienen los ojos vendados todo el día.
"Si intentan mirar o tratar de ponerse de pie, a veces son golpeados. En los casos en que están tratando de obtener información de la gente, a veces son electrocutados", indicó Ben-Ephraim.
En relación con este caso particular de abuso sexual, el experto israelí dijo que sabía de otros dos detenidos a los que se les habían introducido objetos en las zonas íntimas.
Señaló que, en muchos casos, las "malas condiciones" en las instalaciones, incluidas las deplorables condiciones de salud, son las que causan el mayor daño a los reclusos.
La falta de asistencia médica también es un problema importante en Sde Teiman, que a veces puede resultar fatal para los presos, agregó, al añadir que en al menos dos ocasiones, los detenidos también habían muerto a causa de las palizas.
"Allí es un infierno", destacó.
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El apoyo de alto nivel a los abusos
La participación en los abusos a los presos es mayor en Israel. Según Ben-Ephraim, el ministro ultraderechista de Seguridad Nacional del país, Itamar Ben Gvir, tuvo un papel decisivo en el tratamiento de los detenidos en Sde Teiman.
"Se enorgulleció del hecho de que los detenidos fueran tratados especialmente mal y lo mencionó varias veces en los medios de comunicación", resaltó el analista.
Las autoridades estaban al tanto de varios casos muy extremos de abuso que "fueron facilitados por una atmósfera creada por Ben Gvir", explicó, al reiterar que no había ninguna ley en la instalación.
Después de que la Policía militar detuviera a los nueve soldados implicados en el abuso sexual en Sde Teiman para interrogarlos, turbas de ultraderechistas irrumpieron en la prisión, así como en un tribunal militar dentro de otra base en el centro de Beit Lid.
"Las manifestaciones muestran el tipo de presión pública a la que están sometidos los militares y los servicios de seguridad en Israel. Siempre ha habido mucho apoyo en Israel a los soldados. Pero después del 7 de octubre, ambas tendencias se han fortalecido gravemente", indicó Ben-Ephraim.
Mientras ensalzan a los soldados, muchas personas en Israel tratan a los miembros de Hamás como infrahumanos, agregó.
"Cuando estos soldados fueron arrestados por hacer algo que es completamente inhumano e inmoral, sus compañeros soldados publicaron en las redes sociales que decían: 'Esto está sucediendo, hay que hacer algo'.
Según Ben-Ephraim, los manifestantes de derecha se presentaron en la base en menos de una hora con "políticos extremistas oportunistas", mientras la Policía se limitaba a observar.
"No ha habido una cultura de exigir responsabilidades a los soldados cuando cometen delitos porque la presión política sería muy extrema. El público no lo apoya. Y muchos políticos no lo apoyan".
Dijo que muchos ministros se manifestaron en contra del procesamiento, al calificarlo de injusto y decir que empaña el sistema de justicia israelí, una tendencia de larga data en la política de derecha.
"Por lo tanto, realmente no hay apoyo para procesar a los soldados israelíes sin importar lo que hagan", lamentó.
Según el activista israelí por la paz Maoz Inon, la supremacía judía es el objetivo final del Gobierno de derecha de Israel, lo que implica la opresión y ocupación de los palestinos, independientemente de si están en Cisjordania ocupada o Gaza.
"Esta es la política del Gobierno y, a veces, la política la ejecuta el Ejército israelí... Esta vez, entraron en la base militar, pero todo estaba bajo supervisión, ya sea por orden o con permiso del Gobierno", explicó.
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Llamados a la intervención internacional
Mientras Israel se enfrenta a acusaciones de crímenes de guerra, su Gobierno extremista está obstruyendo cualquier intento de investigarlas.
"Yo pediría a la Corte Internacional de Justicia y a otros institutos internacionales que investiguen lo que está haciendo Israel en Gaza y lo que está haciendo Israel con los prisioneros de guerra", agregó.
Ben-Ephraim cree que los soldados serían declarados culpables si se los procesa "porque hay muchas pruebas de lo que estoy escuchando".
"Serán castigados, tal vez no tan severamente como deberían", agregó, y indicó que en esos casos, a menudo surgen problemas en la sentencia.
"Se trata de disuadir a los fiscales militares de hacer su trabajo en el futuro y hay amenazas contra los fiscales, hay amenazas contra sus familias y eso tendrá un efecto", destacó.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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