Human Rights Watch (HRW) pidió este sábado a las autoridades egipcias que protejan el derecho a la protesta pacífica, un día después de que estallaran las manifestaciones contra el presidente egipcio Abdel-Fattah al-Sisi.

Cientos de manifestantes se congregaron este viernes en el centro de El Cairo y en varias ciudades contra Al-Sisi, un ex general del ejército que llegó al poder en 2014 después de derrocar al presidente electo democráticamente un año antes, Mohamed Morsi.

Las protestas se produjeron en respuesta a los llamamientos para que Al-Sisi renunciara por Mohamed Ali, un ex contratista del ejército, que acusó a al-Sisi y al ejército de corrupción.

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Los medios locales dijeron que decenas de manifestantes fueron detenidos por las fuerzas de seguridad egipcias durante las protestas en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo este viernes, incluido Zai al-Katatni, hijo del expresidente del Parlamento de ese país.

"Las agencias de seguridad del presidente Al-Sisi han utilizado una y otra vez la fuerza brutal para aplastar las protestas pacíficas", dijo Michael Page, subdirector de Medio Oriente y África del Norte en Human Rights Watch.

"Las autoridades deberían reconocer que el mundo está observando y tomar todas las medidas necesarias para evitar la repetición de atrocidades pasadas", agregó.

El grupo de derechos con sede en Nueva York llamó al presidente egipcio a "ordenar a las fuerzas de seguridad del estado que cumplan con los estándares internacionales para la aplicación de la ley durante las manifestaciones".

El hashtag #TahrirSquare, con el cual los usuarios publicaron tweets contra el mandatario Al-Sisi se convirtió en tendencia en Twitter poco después de que comenzaran las protestas. 

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En 2011, después de 18 días de protestas continuas, Hosni Mubarak, quien gobernó Egipto durante tres décadas, se vio obligado finalmente a renunciar y ceder el poder al Ejército egipcio.

Mohamed Morsi se convirtió en el primer jefe de Estado elegido democráticamente en la historia de Egipto al ganar en 2012 las primeras elecciones presidenciales posteriores a la revolución.

En 2013, Morsi dijo que el levantamiento egipcio que estalló el 25 de enero de 2011 "logró y seguirá logrando, sus objetivos".

Sin embargo, tuvo que advertir al público sobre los intentos encubiertos de "robar" el levantamiento y subvertir sus objetivos.

El 30 de junio de 2013, decenas de miles de personas, incitadas por los medios de comunicación, participaron en manifestaciones contra Morsi, mientras que los seguidores de Morsi salieron a las calles en apoyo del presidente asediado.

Tres días después, el ejército expulsó y encarceló a Morsi en un golpe dirigido por el entonces ministro de Defensa, Al-Sisi. Al año siguiente. Éste fue elegido presidente.

Tras el derrocamiento de Morsi, las autoridades lanzaron una implacable represión contra la disidencia política, matando o encarcelando a miles de partidarios de Morsi y miembros de la Hermandad Musulmana, un grupo ahora prohibido en Egipto. Docenas de jóvenes también recibieron la pena de muerte por cargos "motivados políticamente" y hubo mucha violencia después del golpe.

Morsi murió en junio pasado mientras estaba siendo juzgado por cargos similares motivados políticamente.

Ocho años después del levantamiento por la democracia en Egipto, sin embargo, las demandas de los manifestantes de "pan, libertad y justicia social" han quedado en gran medida insatisfechas, según los críticos del régimen actual de Egipto.

*Traducido por Aicha Sandoval Alaguna.