ANKARA, Türkiye

La tensión que comenzó el 1 de abril entre Israel y Irán está eclipsando la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.

Teherán lanzó el sábado un ataque aéreo contra Israel en represalia por un ataque aéreo del 1 de abril contra su complejo diplomático en la capital siria. Según se informa, lanzó más de 300 drones y misiles, y casi todos fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea de Tel Aviv y sus aliados: Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

La crisis humanitaria en Gaza, que ha estado bajo ataques israelíes intensos desde el 7 de octubre, ha desaparecido en gran medida de la agenda internacional debido a la escalada en la región.

Mientras persisten las tensiones entre Irán e Israel, el Ejército israelí continúa sus incesantes ataques contra Gaza.

Entre el 1 y el 15 de abril, las fuerzas israelíes mataron 952 palestinos e hirió a otros 1.073 en Gaza.

El 1 de abril, un ataque israelí mató a siete trabajadores humanitarios: tres ciudadanos británicos, un australiano, un ciudadano polaco, un ciudadano con doble ciudadanía estadounidense y canadiense, y un palestino.

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La masacre desencadenó una fuerte condena en todo el mundo y llamados a la rendición de cuentas, y muchos, incluido el fundador de World Central Kitchen (WCK), José Andrés, cuestionaron la afirmación de Israel de que el ataque fue un "error" y un caso de "identificación errónea".

El ataque contra los trabajadores humanitarios también ha quedado fuera de la agenda debido a las tensiones con Irán.

"El ataque a la embajada tenía como objetivo desviar la atención de Gaza"

"El bombardeo de la embajada iraní en Damasco fue efectivamente calculado para desviar la atención de Gaza y detener la disminución del apoyo occidental a las políticas del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu", aseguró Neve Gordon, profesora de Derecho Internacional y Derechos Humanos de la Universidad Queen Mary de Londres, a Anadolu.

"Lo que hemos presenciado en los últimos días es cómo las élites políticas occidentales, que se habían vuelto cada vez más críticas con las matanzas masivas de civiles y la destrucción de infraestructuras civiles en Gaza por parte de Israel, y estaban ansiosas por el impacto de la hambruna que se avecinaba, una vez más se han realineado en apoyo a Israel", indicó Gordon.

Advirtió que "el peligro es inmenso y trasciende a Israel, Palestina e Irán, ya que los combates pueden extenderse fácilmente a una guerra regional e incluso mundial".

"Cualquier líder mundial responsable se pondría firme y exigiría un alto al fuego inmediato no sólo entre Israel e Irán, sino aún más importante, en Gaza", agregó.

Mustafa Barghouti, secretario general del partido Iniciativa Nacional Palestina, también dijo que el ataque de Israel en Damasco fue un intento de desviar la atención del "genocidio" cometido en Gaza.

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Barghouti señaló que Israel está tratando de presentarse como una "víctima" del ataque llevado a cabo por Irán.

"Netanyahu está tratando de desviar la atención de la situación en Gaza y del horrible genocidio cometido por Israel", subrayó.

"Están tratando de presentar a Israel como una víctima. Están tratando de mantener esta imagen. La provocación (ataque al consulado iraní) se llevó a cabo para lograr este propósito", destacó.

Tel Aviv ha librado una ofensiva militar mortal contra Gaza desde un ataque transfronterizo del 7 de octubre liderado por Hamás, en el que, según Tel Aviv, murieron cerca de 1.200 personas.

Desde entonces, cerca de 33.900 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han sido asesinados en Gaza y cerca de 76.700 más han resultado heridos en medio de una destrucción masiva y escasez de artículos de primera necesidad.

La guerra israelí ha desplazado al 85% de la población de Gaza, mientras que el 60% de la infraestructura del enclave ha resultado dañada o destruida, según la ONU.

Israel es acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, que le ordenó en enero detener los actos genocidas y tomar medidas para garantizar que se proporcione asistencia humanitaria a los civiles en Gaza.

*Zehra Nur Duz y Aicha Sandoval Alaguna contribuyeron con la redacción de esta nota.