Juan Carlos I, rey emérito de España, consignó al erario público de su país USD 819.905 (EUR 678.393) en lo que se traduce que admite que manejó dineros que no fueron declarados a Hacienda.

La consignación hecha por el monarca, a través de su abogado, se da en medio de una investigación que la Fiscalía española adelanta en su contra por el supuesto uso de tarjetas bancarias por más de USD 606.000 que le habría regalado el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, sin que el dinero hubiera sido declarado al fisco o se hubiera reportado como donación.

Los más de USD 606.000 habrían sido gastados por varios miembros de la familia real española (diferentes al rey Felipe VI y la reina Letizia) entre 2016 y 2018, en diferentes actividades entre las que se incluyen visitas a restaurantes, viajes y hoteles.

"El Rey D. Juan Carlos me ha dado instrucciones para que haga público que, el día de hoy, ha procedido a presentar ante las Autoridades Tributarias competentes, una declaración sin requerimiento previo, de la que ha resultado una deuda tributaria, ya satisfecha, por importe de 678.393,72€ incluyendo intereses y recargos", aseguró a través de un comunicado Javier Sánchez-Junco Mans, abogado del monarca.

El pago de la “deuda tributaria” tendría como objetivo evitar que al rey emérito le abran un caso judicial, ya que la justicia española permite a los morosos abonar las deudas que tienen a Hacienda para que puedan eludir los delitos fiscales a los que están expuestos por no haber pagado sus impuestos a tiempo.

Ver también: Un banco suizo ocultó la identidad del rey emérito de España luego de una millonaria transacción

Después de este pago, será Hacienda la que estudie si el monto consignado es suficiente para regularizar la situación financiera del rey emérito en España, además deberá analizar si la documentación presentada por el abogado del monarca está completa y que su información sea veraz.