El porqué de la tensión entre los palestinos y los colonos israelíes
Expertos explican en qué consiste la construcción de asentamientos israelíes en los Territorios Palestinos y cómo esta situación ha derivado en ataques y enfrentamientos.

JERUSALÉN
Desde 1967, luego de la Guerra de los Seis Días, Israel inició la ocupación de los Territorios Palestinos. Esta ocupación consistía en la construcción de asentamientos más allá de los límites establecidos por el armisticio de 1949, el cual había puesto fin -años atrás- a la guerra árabe israelí y había establecido los límites del recién creado Estado de Israel.
A través de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, la comunidad internacional declaró nula la ocupación israelí, que comprendía Jerusalén Este, Cisjordania, los Altos del Golán sirios, la península del Sinaí y Gaza.
Pero Israel, en un principio, se defendía argumentando que la expropiación de tierras palestinas y la construcción de sus colonias obedecía a “propósitos militares”.
Según ha documentado la ONG B'Tselem, que hace un monitoreo de las violaciones de derechos humanos de Israel en Palestina, “en junio de 1979 los militares emitieron una orden de incautación de tierras cerca de Nablus (norte de Cisjordania), con el objetivo de establecer el asentamiento de Elon Moreh".
En ese momento "varios palestinos presentaron una petición al Tribunal Superior de Justicia de Israel, argumentando que la decisión violaba el derecho internacional", documenta la ONG, pero el Tribunal rechazó este argumento y aceptó la posición del Estado israelí, que sostenía que "los asentamientos contribuyen a la seguridad".
En marzo de ese mismo año, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 446, en la que concluyó que "la política y las prácticas de Israel de establecer asentamientos en los territorios palestinos y árabes ocupados desde 1967 no tienen validez legal y constituyen un serio obstáculo para alcanzar una comprensiva, justa y duradera paz en Oriente Medio".
Desde la sentencia de 1979, "la empresa de asentamientos se ha basado en el uso de tierras estatales". Sin embargo, "la cantidad de tierra registrada en el catastro como propiedad del gobierno fue limitada y se concentró en el Valle del Jordán", añade la ONG B'Tselem.
Varias organizaciones criticaron la política de Israel, "tanto por razones de procedimiento (a los palestinos se les negó a menudo el derecho a oponerse efectivamente a la declaración) como por la afirmación sustantiva de que las declaraciones tenían por objeto promover un objetivo ilegal: el establecimiento de asentamientos, que, debido a que crea un cambio permanente en el territorio ocupado, está prohibido por el derecho internacional”.
El informe de B'Tselem examina la política de declaración de tierras desde la perspectiva de la Ley local. La más importante es el Código de la Tierra otomano de 1858. El análisis muestra que la aplicación, por parte de Israel, de la política de tierras era ilegal porque clasificaba algunas tierras como propiedad del gobierno a pesar de que, según la Ley local, era propiedad privada palestina.
Lior Avihai, investigador y analista de Peace Now, una organización no gubernamental israelí de izquierda, relata que "en los años ochenta Israel tomó grandes extensiones de tierra en Cisjordania, a través de una nueva definición de "tierras públicas", por lo que una gran parte del terreno es, además, tierra del Estado".
"Estas (tierras), de acuerdo con el gobierno de Israel, eran no cultivables", y son las que se encuentran en la cima de las montañas, donde se encuentra gran parte de los asentamientos y "donde el terreno es más rocoso. De ahí que lograran cambiar su definición para declararlas tierras del Estado", explica Avihai.
Los asentamientos
Lior Avihai también explica exactamente qué es un asentamiento: “Un asentamiento es toda comunidad de civiles (isralíes) que viven en los territorios ocupados". Hay asentamientos donde viven civiles, y otros que son zonas industriales, aunque "todos son ilegales según la Ley Internacional”.
De acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), desde 1967 hasta hoy, Israel ha construido unos 250 asentamientos y ‘outposts’ (asentamientos israelíes que no están autorizados) en Cisjordania y Jerusalén Este.
Por su parte, Peace Now dice que son 229 los asentamientos que se han construido durante este periodo, contraviniendo el derecho internacional y el artículo 49 de la Cuarta Convención de Génova, que prohíbe específicamente a “la potencia ocupante (Israel) la transferencia de sus propios civiles al territorio que ocupa".
El motivo de esa prohibición es evitar que la ocupación pase a ser un Estado permanente, y es aplicable, tal y como se estipula en la resolución de la ONU, "a los territorios árabes ocupados por Israel desde 1967, incluyendo Jerusalén".
Los colonos
El perfil de los colonos varía. "Podríamos resumirlos brevemente en tres grupos", explica Avihai. "Los más conocidos son los colonos nacionalistas religiosos. La mayoría cree en su derecho a vivir en Cisjordania. También hay asentamientos de ultraortodoxos, que no tienen identidad nacionalista, pero aceptan ir donde el Gobierno les anime a vivir".
El tercer grupo -añade Avihai- son los que se han mudado a Cisjordania para mejorar sus condiciones de vida: "El gobierno (israelí) invierte mucho más dinero en los colonos que en el resto de ciudadanos de Israel. Estos no están motivados por la ideología, pero sí por motivos económicos: casas y apartamentos baratos".
"Reducción de impuestos, ayudas del gobierno, casas más baratas. Es un paquete financiero muy cómodo", resume K.S, un experto en documentar la violencia de los colonos y quien ha trabajado en el terreno desde el 2006 con varias organizaciones de derechos humanos. Él prefiere no revelar su identidad por miedo a la persecución y a que Israel tome represalias.
"Un gran número de colonos son ideológicamente radicales. Estos creen que las tierras palestinas son las que Dios les prometió, y consideran que deben expulsar a los árabes que están ahí, ilegalmente y contra la Torá (pentateuco), ocupando su tierra", opina K.S
El 12% de la población de Cisjordania son colonos, unos 399.300 judíos, frente a 2.935.368 palestinos, según Peace Now.
Según B'Tselem, hay un total de unos 600.000 ciudadanos israelíes, de los cuales 205.220 viven en las zonas de Cisjordania que Israel anexionó a la jurisdicción de Jerusalén.
Una de las características del paisaje de los Territorios Palestinos son los tanques negros y blancos que hay sobre las azoteas de las casas. Los negros sirven para acumular el agua de la que dependen las familias -y que es limitada, mientras que los asentamientos cuentan con este servicio las 24 horas del día-; los blancos, por su parte, sirven para calentar el agua.
"El establecimiento y constante expansión de los asentamientos ha tenido un impacto negativo en las condiciones de vida de los palestinos", asegura la OCHA, que señala que estos han provocado la pérdida de propiedades, de fuentes de sustento y restricciones en el acceso a los servicios, entre otros.
"Algunos de estos impactos están relacionados con los ataques de los colonos israelíes contra los palestinos y con la falta de una aplicación adecuada de la ley por parte de las autoridades israelíes", explica la OCHA en su página web.
Qusra, que cuenta con un centro comunitario y un parque para niños, es una villa palestina al sur de Nablus. En sus alrededores hay construidos varios asentamientos y ‘outpost’, entre ellos Esh Kodesh, establecido en el año 2000 y al que Peace Now califica de "religioso comunal". Para K.S, en ese asentamiento habita "la definición perfecta de (colonos) agresivos".
"La mayor parte de los colonos que vive ahí son americanos, jóvenes, y están alistados en el Ejército israelí. Estamos hablando de soldados colonos", explica. Aquí hay entre dos y tres ataques todos los meses. "Los colonos no hacen diferencia entre un niño o un anciano", asegura.
"Nunca olvidaré el 12 de septiembre de 2016, el día de Eid al Adha, la fiesta de los musulmanes. Aquel día, varios colonos descendieron al parque y empezaron a intimidar a los niños, sacaron sus armas y abrieron fuego", recuerda K.S.
"Los locales corrieron en defensa de los niños y el Ejército les siguió, no para proteger a los civiles sino a los colonos. Estos dispararon con munición real, balas de goma y una munición especial llamada dum dum", añade K.S.
Aquel día, la agencia de noticias palestina Wafa reportó los enfrentamientos y confirmó que tres palestinos resultaron heridos con munición real y un cuarto con una bala de metal recubierta.
Cuando se le pregunta por qué los palestinos no denuncian este tipo de actos, K.S explica que muchos tienen algún tipo de asunto pendiente con la justicia israelí: órdenes de demolición, un permiso pendiente para entrar a Jerusalén, permisos de trabajo en Israel. Prefieren no tener que avisar a las autoridades por miedo a que estos permisos les sean denegados".
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