El Gobierno de Cataluña ordenó este viernes cerrar discotecas, bares y otros lugares de ocio nocturno en toda la comunidad autónoma debido al aumento de los contagios en la región y en el país.

Por segundo día consecutivo, los contagios nuevos de COVID-19 en España superaron los 900 casos. Este viernes se registraron 922 casos, mientras el día anterior fueron detectados 971 nuevos contagios, según las cifras del Ministerio de Sanidad.

Aragón registró 298 contagios nuevos; Cataluña, 133 casos nuevos, y Madrid, 107. Las tres comunidades son las que más nuevos infectados registraron. Las autoridades sanitarias reportaron, además, tres nuevas víctimas mortales.

Hasta hace unas semanas España celebraba haber superado el pico del coronavirus e incluso llegó a reportar mínimos diarios de menos de 150 casos nuevos. Sin embargo, desde que el país decidió poner fin al estado de alarma, el mes pasado, los casos se han multiplicado por siete.

Ver también: Rebrotes por COVID-19 en España generan preocupación y posibles cierres de frontera

Ahora el país europeo es motivo de preocupación no solo para sus líderes, sino para sus países vecinos.

Ante el repunte de las cifras en Cataluña, Francia, que tiene frontera con esta comunidad, le recomendó “vivamente” a sus ciudadanos este viernes que no viajen a Cataluña. Así lo pidió el primer ministro francés, Jean Castex, al menos hasta que la situación sanitaria presente mejorías.

“En lo que se refiere a la situación en Cataluña, que muestra indicadores sanitarios degradados, recomendamos enérgicamente a los ciudadanos franceses que eviten desplazarse allí mientras no mejore la situación en ese territorio”, declaró el primer ministro después de una reunión con las autoridades sanitarias del país y con el presidente Emmanuel Macron.

Aunque no se declaró el cierre oficial de las fronteras, los líderes franceses fueron enfáticos en su sugerencia y agregaron que los ciudadanos que ingresen al país y que provengan de naciones clasificadas como “rojas” (entre ellas España) deberán someterse a una prueba virológica obligatoria.