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Canciller de Venezuela: 'El poder legislativo venezolano se autoanuló a lo largo de estos años'

El ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, manifestó además que si la nueva administración en Estados Unidos quiere diálogo con Venezuela, "nuestras manos están extendidas".

Dr. Mehmet Necati Kutlu  | 06.12.2020 - Actualızacıón : 09.12.2020
Canciller de Venezuela: 'El poder legislativo venezolano se autoanuló a lo largo de estos años' El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza (izq.), conversó con el profesor Mehmet Necati Kutlu (der.), director del Centro de Investigación y Aplicación de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ankara, en una entrevista exclusiva para la Agencia Anadolu en el contexto de las elecciones legislativas en Venezuela. (Embajada de Turquía en Venezuela - Handout Agencia Anadolu)

CARACAS, Venezuela

En una entrevista exclusiva para la Agencia Anadolu, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, conversó con el profesor Mehmet Necati Kutlu, director del Centro de Investigación y Aplicación de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ankara, sobre las elecciones parlamentarias que se celebran este domingo en el país y aprovecharon para tocar otros temas de relevancia política como las elecciones en Estados Unidos, las relaciones bilaterales con Turquía y el efecto de las sanciones en el manejo de la pandemia del coronavirus.​​​​​​​

¿Cómo ve usted las elecciones parlamentarias? ¿Cuál es la importancia de esta elección? ¿Y cuáles serían las posibles contribuciones de la delegación de observación turca?

Es una oportunidad muy importante para el pueblo venezolano. Nosotros hace 5 años vimos cómo a la Asamblea Nacional llegó por el voto popular la burguesía de nuevo y la tomó por asalto y puso al poder legislativo en conflicto con el resto de los poderes, trataron desde la Asamblea Nacional no de legislar, ni de hacer control político, ni de hacer leyes para el pueblo y con el pueblo, sino de derrocar al presidente Maduro. Utilizaron ese cuerpo político como la plataforma de conspiración contra las instituciones legítimamente constituidas, con el apoyo de Washington, de los Estados Unidos, y un grupo de países satélites de los Estados Unidos. Y avanzaron en su estrategia hasta el punto de tratar de imponer a un señor que fue presidente de la Asamblea Nacional como presidente de Venezuela. Por obra y gracia de Donald Trump, porque eso no tenía alguna otra explicación.

El hecho es que el poder legislativo venezolano fue anulado, se autoanuló a lo largo de estos años. Y nuestra institucionalidad, nuestra constitución, aunque sea presidencialista, requiere de un poder legislativo fuerte que haga leyes y que las actualice, que haga control político y que interactúe con el pueblo para saber cuáles son sus necesidades y convertir esas necesidades en leyes y políticas. Así que tenemos una oportunidad maravillosa de retomar, de reinstitucionalizar la Asamblea Nacional, de volver a poner en orden total los poderes en Venezuela, y es muy importante que venga a verlo el mundo.

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Ustedes [en Turquía] también tienen una democracia vigorosa, tienen instituciones que han profundizado la democracia a lo largo de las últimas décadas, y es fundamental que los grandes medios puedan venir al país y apreciar con sus propios ojos, ser testigos de primera mano de los procesos políticos y las elecciones, ya que los medios de comunicación generalmente actúan en contra de Venezuela. Es fundamental que las conozcan, que puedan hacer preguntas, que puedan hablarle al pueblo, a los electores, no a los ministros ni los rectores electorales, a nosotros también, pero al pueblo, ustedes pueden interactuar con el pueblo.

Usted habló del intento de autoproclamarse del presidente del parlamento. Usted es parte del gobierno, es un ministro. ¿Qué vio y sintió, desde su posición?

En 2018 cuando esta oposición extremista decide no participar en las elecciones presidenciales, se activó una estrategia. Hubo unos viajes a Washington financiados por el Departamento de Estado y se activó la estrategia de desconocer las elecciones y el mandato del presidente Maduro, y de apelar a un artículo constitucional que, en caso de falta absoluta del presidente de la República, le otorga la presidencia al presidente de la Asamblea Nacional durante un mes, para que convoque elecciones generales de nuevo. Se supone que eso iba a ocurrir el 5 de enero o el 10 de enero, finalmente lo hicieron el 23 de enero. Cuando ocurrió, lo percibimos como algo chistoso, gracioso, absurdo, ridículo, pero cuando vimos que Mike Pence, Donald Trump, Pompeo y varios países de Europa lo apoyaron, vimos que había una gran estrategia geopolítica planificada en contra del pueblo venezolano. Allí entramos en un conflicto político que hemos ido solucionando gracias a la conciencia del pueblo.

¿Cuál es su opinión sobre los resultados de las elecciones de Estados Unidos y cuál puede ser su efecto, según usted, en las relaciones entre ambos países? Porque hay una tensión. ¿Y cómo se va a desarrollar a partir de ahora? ¿Cómo lo ve usted?

Creo que el pueblo de Estados Unidos dentro de su muy limitada democracia de apenas dos partidos con posibilidades de acceder a los cargos públicos, de los lobbies, de las empresas, del financiamiento a los políticos, es un sistema muy restringido y corrupto. Pero en todo caso, es un asunto interno de los Estados Unidos. Dentro de esas limitantes, con esa camisa de fuerza, el señor Trump y su administración de halcones ahora pasan a ser un mal recuerdo, esperamos nosotros. Pero nosotros en 20 años hemos aprendido. Nosotros convivimos con Clinton, con Bush, con Obama, con Trump y conviviremos con Biden. Aprendimos que más allá de los dos partidos, el Imperio es uno solo. El imperialismo es uno solo. Sus objetivos son los mismos. Ese complejo militar industrial del que habló el ahora expresidente es militar, industrial, tecnológico, financiero, etc. Y sabemos cuáles son sus objetivos.

Ahora bien, esto es cierto, pero al mismo tiempo hay matices. Si la nueva administración quiere diálogo con Venezuela, nuestras manos están extendidas. Se las extendimos incluso al presidente Trump e incluso estuvieron a punto de reunirse con el presidente Maduro en Nueva York en el 2018. Hubo reuniones. Yo mismo me reuní con algunos voceros, otros compañeros del gabinete, siempre tratando de regularizar. Es una situación de diferencias, pero para mantenerla civilizada al menos. No hubo manera de poder entablar un diálogo civilizado continuo con ese Gobierno de Trump. Ojalá que con el Gobierno de Biden podamos establecerlo; de nuestra parte hay toda la voluntad. Habrá que esperar si el presidente Biden se deja controlar por ese complejo militar, industrial, tecnológico, financiero, o si es capaz de poner de su propia identidad y personalidad un poco de voluntad para mejorar la relación con Venezuela.

Además, para nosotros es una relación fundamental. Estados Unidos fue nuestro socio comercial más importante durante 100 años. Ahora no, ahora es China. Estamos abriendo grandes espacios con Rusia, con Turquía, con India, con el propio entorno latinoamericano y caribeño. Pero ahí está el mercado más potente de esta parte del mundo. Ellos tienen una necesidad energética, nosotros tenemos potencialidad energética, en otros minerales, en diversidad biológica y en tierra. Ojalá se puedan, con respeto mutuo, establecer relaciones civilizadas entre Caracas y Washington. Nosotros somos optimistas, pero dentro del marco del derecho internacional, el respeto a nuestra Constitución, el respeto a la Constitución de los Estados Unidos de América, podemos tener una buena relación.

Hubo un intento [de diálogo], por lo visto, que involucraba a Turquía también. ¿Usted cree que se pueda volver a retomar ese tema?

Sí, ese es uno de los temas que tenemos en agenda. Es posible que podamos plantearlo de nuevo. Nosotros estamos muy agradecidos con el presidente Erdogan, con el ministro de Relaciones Exteriores Cavusoglu porque logramos inmediatamente que aceptaran que Turquía fuese lo que se conoce como el ‘Estado protector’, el protecting power de Venezuela. Estados Unidos había propuesto a Suiza, la Confederación Helvética, como protecting power. Nosotros aceptamos a Suiza, pero le dijimos que esto se hace efectivo una vez que ustedes acepten a Turquía. Ellos no aceptaron a Turquía porque decían que el Gobierno de Maduro no existía. Que nosotros éramos el antiguo régimen de Maduro. Que yo era el former Minister, el antiguo ministro. Entonces, como no existíamos, no podían aceptar un Estado protector de algo que no existe. Ellos se perdieron en su laberinto jurídico absurdo y ridículo y no pudimos establecer nada. Pero eso era con esta gente de Trump, que estaba muy extremista y soberbia. Vamos a ver si con la administración Biden, podemos al menos lograr retomar esto. Ojalá que Turquía nos siga acompañando.

¿Cuál cree usted que son las perspectivas de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela? ¿Qué posibilidades ve usted de que otra vez funcionen los mecanismos diplomáticos?

Yo creo que hay que darle siempre una oportunidad a la diplomacia. Y el problema de nuevo está en Washington porque ellos no pueden abrir una oficina de negocios, como la que tuvieron durante mucho tiempo en La Habana, que después la elevaron a embajada, si no reconocen al Gobierno de Venezuela. Si ellos dicen que reconocen un presidente que no existe, de un mundo que no existe, de Narnia, yo no sé de dónde… ellos tienen incluso a un embajador en Bogotá que supuestamente es embajador de Venezuela.

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Como tienen que corregir muchas cosas que hizo Trump, el Acuerdo de París, haberse retirado del Consejo de Derechos Humanos [de la ONU], de la UNESCO y tantas otras cosas en política exterior donde Trump fue muy errático, yo creo que dentro de ese grupo de rectificaciones puede estar Venezuela. No queremos que sean nuestros amigos, queremos que respeten al Gobierno. Así sabemos que van a seguir conspirando. Hasta les sería más fácil conspirar desde la embajada aquí que desde Bogotá. Pero hay que darle una oportunidad a la diplomacia. Puede ser a través de los protecting power de los Estados protectores. Puede ser a nivel consular.

Fíjese que nuestro edificio, nuestra embajada en Estados Unidos, fue tomada. No fue respetada. Nosotros hemos respetado ese inmenso edificio que tienen aquí. Ahí no ha entrado nadie. Está protegido porque así lo indica la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Pero en Estados Unidos entraron con policías, la tomaron y se la dieron a unos señores. Ojalá que ellos puedan rectificar. Pareciera que Biden es un hombre mucho más racional y el secretario de Estado que ha anunciado parece ser mucho más racional que quienes han gobernado Estados Unidos durante estos cuatro años.

Turquía y Venezuela han tenido una colaboración estrecha en los últimos años. ¿Cuál es su apreciación de la cooperación entre Turquía y Venezuela para el futuro?

Sin lugar a duda siempre tuvimos una relación buena con Turquía, pero desde el 2016, con el intento de golpe de Estado, [Venezuela] fue el primero, uno de los primeros del mundo, el primero de América Latina en condenarlo, el presidente Maduro reaccionó inmediatamente. Y se elevaron las relaciones políticas. Con eso vino la elevación de la relación comercial, económica, de inversiones, transporte marítimo de mercancías. Los vuelos de Turkish Airlines tenían hasta hace poco cinco frecuencias semanales. Ojalá que podamos volver a ello. Es decir, hemos alcanzado un nivel mucho mejor, no satisfactorio todavía, porque entre Turquía y Venezuela tenemos muchas potencialidades, complementariedad, también de nuestras economías y tenemos mucho por hacer.

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Yo creo que ahora también se abren grandes posibilidades con el nuevo marco jurídico en Venezuela para proteger la inversión, una ley antibloqueo que proteja a estas empresas, porque a algunos del sector privado de Turquía que iban a invertir en Venezuela comenzaron a perseguirlos, a llamarlos, amenazarlos con sanciones, a sancionar a alguno de ellos. Yo creo que en 2021- 2022 veremos las mejores cifras del intercambio comercial. Y también tenemos algo muy importante que ha sido el acercamiento cultural. Nosotros aquí tenemos escuelas, colegios, donde estudian venezolanos o turcos, venezolanos vinculados con Turquía. Además, pronto el embajador de Turquía quiere inaugurar un centro cultural de Turquía. Hemos hablado de una mezquita también, así que allá en Ankara y en Turquía también estamos avanzando mucho en lo cultural, conociéndonos, porque estamos lejos, pero somos muy parecidos.

¿Cómo han afectado las sanciones del Gobierno estadounidense a Venezuela durante la pandemia?

Nosotros ahí pecamos de optimistas, pensamos que habría un mínimo de humanidad y que desde Washington flexibilizarían, incluso al menos que se cumpla estrictamente eso que ellos llaman sanciones, tienen su letra, una excepción en cuanto a lo humanitario. Pero no se cumplen, porque si no podemos trabajar con el sistema financiero internacional, cualquier empresa que venda comida o lo que venda es perseguida, es amenazada. Si no podemos producir suficiente petróleo es porque no podemos importar los componentes, la nafta, etc., para procesarlos, las partes y piezas de la refinería. Sí. Una vez que lo produzcamos lo vamos a exportar. Y es difícil, casi imposible hacerlo. Pero no, ahí fallamos. No hubo ni la menor señal de humanidad hasta hoy.

Recordemos que el imperialismo no es solo Estados Unidos, el imperialismo es un gran entramado de corporaciones, de empresas, de intereses que tienen rostros políticos, el más importante es Estados Unidos. Pero hay otros rostros políticos en muchas partes del mundo, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional. Hicimos una solicitud de financiamiento de USD 5 mil millones. Ni siquiera la estudiaron. No fue que la negaran, no la estudiaron porque venía de un Gobierno ilegítimo. El Banco Interamericano de Desarrollo nos desconoce. Ninguna fuente mundial de financiamiento quiso trabajar con Venezuela. Los más de USD 2 mil millones que tenemos en oro en el Banco de Inglaterra. Lo quisimos tener. Es nuestro. Estaban allí porque fueron una garantía de un préstamo de un swap en algún momento. Y el Banco de Inglaterra se negó. Les dijimos: “está bien, no nos lo des a nosotros, dáselo al PNUD de las Naciones Unidas, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y que ellos compren lo que necesitamos para la pandemia”. Tenemos USD 2 mil millones en Portugal en un banco. Entonces primero había una causa porque no sabían si el dueño de esos recursos era Nicolás Maduro o Juan Guaidó y resulta que el dueño de esos recursos es PDVSA, es BANDES. Luego esa causa judicial la cambiaron porque como ya Juan Guaidó no existe, entonces ahora es porque ese dinero potencialmente se puede usar en el lavado de dinero en el narcotráfico, no sé qué. Entonces fíjese que hemos sido relativamente exitosos en el tema del control de la pandemia, si nos comparamos con Colombia, con Brasil, con Perú, con Chile, con Argentina, con México, porque tenemos más de 900 personas que han fallecido, y si hubiésemos contado con estos recursos, bueno, hubiésemos sido mucho más eficientes, mucho más exitosos.

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¿Quién sabe? Seríamos tal vez el ejemplo a destacar de control de la pandemia en el mundo, pero no nos dieron acceso a nuestros recursos. Sí contamos con la solidaridad de China y también compramos en China, contamos con Rusia, contamos con Turquía, con Naciones Unidas y sus agencias hasta un punto, porque hay un problema con Venezuela. Tú recordarás toda aquella presión internacional que hubo por la ayuda humanitaria, fueron al Consejo de Seguridad y el presidente Maduro dio la bienvenida a la ayuda humanitaria, que venga a través de las Naciones Unidas. Bueno, ellos este año 2020 habían solicitado USD 700 millones, que no es mucho, al sistema de donantes para ayudar a Venezuela. Uno hubiese creído que con tanta presión no iba a haber 700, sino 7000. Pues no, no llegaron ni siquiera a un millón, porque es mentira. No hay ninguna preocupación de ningunos donantes. Ni de la Europa occidental ni de Estados Unidos. Lo que quieren es salir de Maduro y cuando Maduro se fuera en ese sueño que ellos tienen, ahí sí [llegan] el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Banco Interamericano, Europa, Estados Unidos con mucho dinero fresco para enganchar a la economía, endeudar a la economía y aplicar el neoliberalismo en Venezuela. Y eso es lo que este pueblo no va a permitir.

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