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Aumenta la preocupación por las violaciones de derechos humanos en Myanmar

Diferentes activistas birmanos acusan al Ejército de utilizar redadas nocturnas, secuestros, intimidación y detención para suprimir las crecientes protestas contra el golpe de Estado que fue llevado a cabo por los militares el 1 de febrero.

Md. Kamruzzaman  | 19.02.2021 - Actualızacıón : 20.02.2021
Aumenta la preocupación por las violaciones de derechos humanos en Myanmar RANGÚN, MYANMAR - FEBRERO 18, 2021: Las protestas en Myanmar contra el golpe de Estado están en su segunda semana, el jueves 18 de febrero de 2021, cerca de la intersección de Hledan, en Rangún, Myanmar. (Agencia Anadolu)

DACA, Bangladés

Los defensores de los derechos, los periodistas y los analistas internacionales expresaron su preocupación por el empeoramiento de la situación de los derechos humanos tras el golpe militar del 1 de febrero, que derrocó al Gobierno elegido democráticamente en Myanmar.

Al condenar la "represión generalizada" de la junta militar contra los civiles, activistas de derechos humanos y periodistas del estado del sudeste asiático, los defensores de los derechos humanos han pedido a la comunidad internacional que tome medidas inmediatas contra el Ejército de Myanmar.

El grupo comparó la situación actual de Myanmar con "las medidas represivas al estilo soviético". Maung Zarni, un activista y experto en derecho, dijo desde el exilio que el régimen de Myanmar "se ha vuelto más sofisticado en el sentido de que no usa fuerza letal contra el Movimiento de Desobediencia Civil".

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El activista birmano recordó la práctica de disparar directamente sobre los manifestantes usada por las fuerzas de seguridad del país desde el primer golpe de Estado en Myanmar (1958). "En lugar de eso, están utilizando redadas nocturnas, secuestros, intimidación, detención, todo al amparo de la noche".

Los militares también detuvieron al depuesto presidente, Win Myint, a la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi, y a cientos de políticos junto con altos miembros del partido gobernante, la Liga Nacional por la Democracia.

Los militares no podrán ocultar sus delitos

Zarni, cofundador de las Fuerzas de Renovación del Sudeste Asiático, una red de activistas y académicos que apoyan las luchas democráticas, dijo a la Agencia Anadolu que el corte diario de Internet desde la 1 a.m. hasta las 9 a.m. (hora local) "está diseñado para garantizar que el mundo se mantenga en la oscuridad cuando (el Ejército) da vueltas y arresta a periodistas, activistas y funcionarios públicos quienes abandonan sus puestos y asignaciones para paralizar los mecanismos administrativos y de control del régimen que consideran ilegítimo e inaceptable”.

También condenó al régimen militar de Myanmar por liberar a 23.000 criminales en todo el país "para fabricar el pretexto de saqueos, incendios, disturbios y anarquía". Sin embargo, dijo que en la era de la globalización y la tecnología, los militares nunca podrán ocultar sus delitos.

“Lo bueno es que incluso si los periodistas son detenidos o intimidados, el pueblo birmano, el 90% de los cuales tiene teléfonos móviles, está actuando como periodistas ciudadanos y documentadores violaciones de derechos y atrocidades que se avecinan. Incluso sin Internet, los birmanos están grabando todo en video", destacó Zarni.

El abogado calificó el acto del Ejército birmano como una acción "contra 50 millones de periodistas birmanos. Ellos (los militares) pueden matar gente, pero habrá montañas de pruebas que serán compiladas por el Mecanismo de Investigación Independiente de la ONU sobre Myanmar con Ginebra. Los generales no tienen dónde esconderse o ir a partir de ahora", concluyó.

La Red de Derechos Humanos de Birmania (otro nombre que se le da a Myanmar), una organización de derechos humanos con sede en el Reino Unido, pidió en un comunicado a la comunidad internacional lanzar inmediatamente "sanciones contra el Ejército birmano, sus intereses comerciales, aliados y familiares relevantes".

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El organismo calificó al Ejército como un “paria del Gobierno”, e instó a las comunidades mundiales a aislar al régimen militar del resto del mundo. La declaración también instó a apoyar el movimiento civil en curso en Myanmar.

“Las organizaciones e individuos que lideran el Movimiento de Desobediencia Civil (protestas masivas en Myanmar) deben ser apoyadas, reconocidas y asistidas como la respuesta legítima de la voluntad del pueblo en respuesta al golpe militar”, destacó el organismo.

Enmienda 'draconiana' en la ley

El régimen militar de Myanmar enmendó el 15 de febrero la Ley de Transacciones Electrónicas supuestamente para "aumentar su capacidad de vigilar y enjuiciar" el movimiento civil en curso, destacó el comunicado.

“La enmienda draconiana se anunció repentinamente (…) para expandir la criminalización de las comunicaciones y a través de un lenguaje vago disminuir la protección de la privacidad del usuario”, agregó.

También pidió a la comunidad internacional responder de inmediato a la ley enmendada.

“El Ejército está aumentando claramente el número de herramientas a su disposición para sofocar la oposición a su toma ilegal del poder”, dijo el director ejecutivo de la red, Kyaw Win.

Win indicó que la reacción de los militares al movimiento de protesta se ha vuelto más volátil a medida que las protestas cobran impulso y más personas se unen a la huelga general del país.

"Los manifestantes se han enfrentado a cañones de agua, balas de goma y munición real, y arrestos generalizados en todo el país", agregó.

Los periodistas se esconden

En declaraciones a la Agencia Anadolu, el periodista principal y editor en jefe del Development Media Group, con sede en Rangún, Aung Marm Oo, dijo que la libertad de los medios y periodistas en Myanmar es actualmente peor que nunca.

“Así que el derecho a conocer la información y la libertad de prensa se han perdido en Myanmar durante mucho tiempo, y ahora incluso es mucho peor que antes después del reciente golpe militar del 1 de febrero”, señaló Oo.

“Podemos decir que la libertad de prensa ya está muerta en Myanmar. Eso significa que no hay democracia ni derechos humanos en absoluto", concluyó el experto.

El organismo de control internacional de derechos humanos Fortify Rights, en una declaración separada, manifestó que "los arrestos y detenciones de periodistas por parte de la junta han creado un efecto escalofriante sobre los periodistas que trabajan".

Fortify Rights añadió que el Ejército ha detenido arbitrariamente a periodistas, ha amenazado a otros para que se escondan y ha dictado una propuesta de ley que limitaría gravemente la libertad de los medios de comunicación.

"La junta arrestó o detuvo arbitrariamente al menos a nueve periodistas desde el golpe del 1 de febrero. La junta militar también dictó una serie de proyectos de ley que restringirían severamente los derechos fundamentales, incluida la libertad de prensa", agregó el comunicado.

"Diez miembros de nuestro personal están ahora escondidos, incluidos editores y reporteros", dijo el comunicado citando a un editor en jefe de una organización de medios de Myanmar.

La declaración afirma que el organismo de derechos humanos ha documentado "cómo varios miembros de la prensa en la región de Rangún, el estado de Rakáin y el estado de Kachin se escondieron o evitaron quedarse en sus casas por miedo desde el golpe".

“La comunidad internacional debe reconocer que la junta militar no es un Gobierno legítimo y no tiene autoridad para aprobar o enmendar leyes”, aseveró Ismail Wolff, director regional de Fortify Rights.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.

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