
GAZA, Palestina
Los palestinos que viven en Gaza están siguiendo muy de cerca las negociaciones entre los dos partidos de Israel que están intentando llegar a un acuerdo para compartir el poder en un gobierno de unidad nacional, para evaluar las próximas políticas hacia el territorio palestino ocupado.
El partido del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no pudo asegurar la mayoría en el Knéset (Parlamento de Israel) en las elecciones parlamentarias de la semana pasada. De acuerdo con los resultados oficiales, el Partido Likud (literalmente "la consolidación") obtuvo 32 de los 120 escaños del Parlamento, quedando por debajo del partido Kaḥol Lavan (también denominado Blanco y Azul), una alianza política que lidera el general israelí Benny Gantz, que obtuvo 33 escaños.
Los resultados han dejado tanto a Netanyahu como a Gantz incapaces de asegurar los 61 escaños necesarios para formar un gobierno. Los observadores creen que si Netanyahu logra formar un gobierno, mantendrá su política actual de disuasión militar e ignorará el verdadero entendimiento con las facciones palestinas en Gaza, aunque ofrecerá algunos beneficios para la población de vez en cuando. Por otro lado, la llegada de Gantz al poder en Israel, sin embargo, significaría adoptar una política de "puño de hierro" con el grupo palestino Hamas con el fin de eliminar el movimiento de resistencia.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Adnan Abu Amer, investigador palestino en asuntos israelíes, opina que tanto Netanyahu como Gantz tienen "diferentes opciones" con respecto a la Franja de Gaza: "Netanyahu mantendrá la política actual hacia Gaza, junto con la realización de operaciones militares para debilitar a las facciones de resistencia, mientras mantiene a Hamas como un grupo dominante en Gaza pero sin tener capacidades militares que representen una verdadera amenaza para Israel", aseguró.
De acuerdo con el analista, Gantz favorecería una acción militar con miras a destituir a Hamas del poder y reinstalar la Autoridad Palestina (AP) con sede en Ramala: "Hamas no prefiere que Gantz sea primer ministro, ya que favorece el lanzamiento de una operación militar a gran escala contra Gaza y la reinstalación de la Autoridad Palestina como preludio para reanudar las negociaciones con ella". Para el experto, las políticas de Gantz serían "exhaustivas" para Hamas. Un posible gobierno de Gantz "podría reconsiderar la comprensión de la tregua entre Netanyahu y las facciones palestinas, una medida que empeorará aún más la situación económica y el sustento en la Franja de Gaza", señaló Amer.
Israel y Hamas, las dos entidades políticas que gobiernan la Franja de Gaza, alcanzaron un alto el fuego informal en mayo después del peor episodio de violencia desde 2014. Los palestinos, sin embargo, han denunciado el hecho de que Israel no haya cumplido los entendimientos o alivie el bloqueo económico de más de 12 años en la costa de la Franja de Gaza.
Aún nada es claro
Momen Miqdad, experto palestino en asuntos israelíes, asegura que la política de Gantz hacia Gaza "sigue sin estar clara": "Gantz es un ex militar y no tiene experiencia política, por lo tanto, su visión política con respecto a Gaza no es clara", dijo en una entrevista a la Agencia Anadolu. "Si Gantz cumpliera sus promesas electorales, apretaría el lazo alrededor de Gaza, evitaría la entrega de fondos y combustible de Catar a Gaza y trataría de sacar a Hamas del poder", cree Miqdad.
El experto palestino cree que Gantz buscaría socavar los acuerdos de tregua entre Israel y Hamas. Sin embargo, descarta que el exjefe del ejército lance una guerra total contra Gaza después de llegar al poder: "Esto podría causar el colapso de su gobierno recién formado", señaló Miqdad.
Por tal razón, el experto palestino cree que las facciones palestinas prefieren ver a Netanyahu permanecer en el poder en Israel: "Netanyahu ha lanzado una guerra contra las facciones palestinas y conoce su fuerza, por lo que no se arriesgará a lanzar nuevas operaciones, lo cual es un punto fuerte para las facciones de resistencia", argumentó el experto.
Bajo Netanyahu, Israel lanzó dos guerras en la Franja de Gaza desde 2012, que mataron a cientos de palestinos y dejaron un gran rastro de destrucción en todo el territorio.
Política de "puño de hierro"
Ibrahim Abu Jaber, jefe del Centro de Estudios Contemporáneos en la ciudad norteña israelí de Umm al-Fahm, cree que tanto Netanyahu como Gantz adoptarían una política de "puño de hierro" contra Gaza: "Ambas partes han prometido lanzar una operación militar devastadora contra Gaza durante sus campañas electorales y esto podría implementarse como un intento de satisfacer a sus votantes".
Abu Jaber afirmó que están en aumento los llamados dentro de la sociedad israelí para tomar una acción firme contra el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza: "Gantz ha prometido a sus partidarios llevar a cabo una operación militar contra Gaza, lo cual es muy probable que suceda".
Sin embargo, el jefe del centro de estudios señaló que Netanyahu y Gantz podrían seguir una política diferente con respecto a las negociaciones de paz con los palestinos: "Mientras Gantz podría abrir la puerta a las conversaciones de paz con la AP, Netanyahu buscaría anexar el Valle del Jordán y la mayor parte del Área C bajo los Acuerdos de Oslo II en Cisjordania", dijo.
Así como lo menciona Jaber, y en lo que muchos observadores vieron como una estratagema de votos de último minuto, Netanyahu se comprometió a anexar el Valle del Jordán y otros bloques de asentamientos en la Cisjordania ocupada si ganaba las elecciones, lo que desencadenaría una protesta internacional.ç
Unos 650.000 judíos israelíes viven actualmente en más de 100 asentamientos construidos desde 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén Este. Los palestinos ven estos territorios, junto con la Franja de Gaza, como parte integral del establecimiento de un futuro Estado palestino. Bajo el derecho internacional, Cisjordania y Jerusalén Este son considerados "territorios ocupados" y cualquier actividad para la construcción de asentamientos judíos allí es ilegal.
*Traducido por José Ricardo Báez G.