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Alemania intensifica sus esfuerzos para sacar a los soldados de extrema derecha de sus filas

Los planes de reforma militar coinciden con el dramático aumento del terrorismo extremista de derecha en Alemania.

Oliver Towfigh Nia  | 21.07.2020 - Actualızacıón : 21.07.2020
Alemania intensifica sus esfuerzos para sacar a los soldados de extrema derecha de sus filas Los esfuerzos del Ejército alemán para detener la creciente ola de extremistas entre sus filas coincide con los crecientes casos de terrorismo de extrema derecha en el país. (Sebastian Widmann - Agencia Anadolu)

Berlin

Las Fuerzas Especiales de élite del KSK (Kommando Spezialkraefte) de Alemania han sido sacudidas por una serie de escándalos vinculados con la extrema derecha en los últimos tres años.

El reciente descubrimiento de municiones y armas en la propiedad privada de un soldado del comando KSK llevó a la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, a advertir que se estaba agotando la paciencia.

Kramp-Karrenbauer pidió a las Fuerzas Especiales del KSK que participen de manera constructiva en reformas muy necesarias en medio de las crecientes preocupaciones sobre la profundización de la ideología de extrema derecha en su filas.

La ministra hizo hincapié en que la renovación planificada de la unidad KSK no debe entenderse como un castigo.

Al advertir sobre una "cultura de liderazgo tóxica" dentro de las tropas antiterroristas del KSK, la funcionaria señaló que la disolución de la unidad del Ejército y la formación de una nueva fuerza especial estaban sobre la mesa si los esfuerzos de reforma no lograran resultados antes del 31 de octubre. 

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La ministra prometió una "política de cero tolerancia" hacia todo tipo de extremismo a medida que el país lidia con un aumento dramático en los ataques de extrema derecha.

El llamado de atención de Kramp-Karrenbauer contra estas tendencias en el Ejército también fue en respuesta a una carta de un oficial de KSK que instó a la ministra a intervenir en el asunto, acusando a los instructores y altos comandos de la unidad de cultivar una "cultura tóxica de aceptación".

Como parte de los planes de reforma de Kramp-Karrenbauer, las operaciones de KSK se transferirán a otras unidades en la medida de lo posible y los soldados de élite no participarán por el momento en ejercicios y misiones militares internacionales.

Las revelaciones se produjeron a raíz de una reciente decisión del gabinete de enmendar la Ley Militar del país, lo que facilita el despido de soldados sancionados por extremismo u otra conducta grave.

Los cambios se hicieron en reacción a una larga serie de incidentes de extrema derecha que involucraron personal militar.

Ante las crecientes críticas sobre la presencia de esta ideología, Kramp-Karrenbauer creó un grupo de trabajo para abordar el problema en el KSK.

La nueva comisionada parlamentaria para las Fuerzas Armadas, Eva Hoegl, hizo eco de las preocupaciones de Kramp-Karrenbauer sobre el tema.

"También hay estructuras y redes dentro de la Bundeswehr (las fuerzas armadas de Alemania), que son de extrema derecha, donde hay ataques racistas. En primer lugar, eso debe estudiarse a fondo y, en segundo lugar, también deben tomarse medidas rápidamente", manifestó la funcionaria.

Un pasado manchado

Mientras tanto, el jefe del grupo opositor La Izquierda, Dietmar Bartsch, resaltó que las ideas de esta corriente ideológica y las fantasías terroristas en la Bundeswehr no están causalmente vinculadas con el fin del servicio militar obligatorio.

"Las idas estás más bien relacionadas con una cultura en la Bundeswehr que ha permitido y tolerado esto durante décadas", explicó el funcionario.

Bartsch se refería a informes ya existentes, generados a finales de la década de 1990, sobre incidentes de extrema derecha dentro del KSK.

En un caso, tres suboficiales realizaron el saludo de Hitler en una ceremonia de graduación. El incidente tuvo lugar antes de que se fundara el KSK en 1996, pero pasó desapercibido durante muchos años.

En abril de 2017, soldados en una fiesta de despedida de un comandante de KSK presuntamente arrojaron cabezas de cerdo, tocaron música rock neonazi e hicieron el saludo nazi, que está prohibido en Alemania.

La imagen del KSK se empañó aún más en 2003 cuando su entonces comandante se vio obligado a retirarse anticipadamente después de ser acusado de tener estrechos vínculos con los extremistas de derecha, vínculos que han continuado persiguiendo la reputación de la fuerza de élite hasta nuestros días.

El Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) de Alemania sospecha que hay al menos 500 extremistas de derecha en las Fuerzas Armadas del país.

Las autoridades alemanas han intensificado sus esfuerzos para acabar con el extremismo en las filas, agregando 90 nuevos miembros del personal el año pasado al MAD, que realiza autorizaciones de seguridad e investiga el extremismo político en las fuerzas armadas.

Según las nuevas reglas, cada nuevo solicitante debe someterse a una autorización de seguridad antes de asumir cualquier cargo. El objetivo es mantener a los extremistas fuera del Ejército.

Extremismo

Los esfuerzos del Ejército alemán para detener la creciente ola de extremistas entre sus filas coincide con los crecientes casos de terrorismo de extrema derecha en el país, alimentados por la propaganda grupos antisemitas y antimusulmanes, incluido el principal partido de oposición Alternativa para Alemania (AfD).

El año pasado, extremistas de derecha mataron a un político pro refugiados en la ciudad central de Kassel y atacaron una sinagoga en la ciudad oriental de Halle, levantando alarmas por el terrorismo de esta ideología.

En febrero, un extremista de derecha atacó dos cafés en la ciudad sureña de Hanau, matando a nueve personas de origen migrante.

El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, advirtió a principios de este mes que el extremismo de derecha, el antisemitismo y el racismo seguían siendo "la mayor amenaza para la seguridad en Alemania".

"El número de crímenes, el número de familiares, el número de extremistas de derecha propensos a la violencia han seguido aumentando", dijo, y agregó que "nunca antes" un Gobierno federal había identificado una situación de amenaza de manera tan "clara e inequívoca". "

La agencia de inteligencia nacional de Alemania, Verfassungsschutz (Oficina Federal para la Protección de la Constitución) informó que 32.080 personas en 2019 tenían "potencial de extremista de derecha" en comparación con los 24.100 en el año anterior.

Según el Verfassungsschutz, alrededor de 13.000 de los 32.080 extremistas de derecha se consideran listos para cometer actos violentos.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.

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