Rusia trata de mantener a flote su economía ante la COVID-19 y la caida de los precios del crudo
Mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, espera una crisis económica mayor que la de 2009, el Fondo Monetario Internacional prevé un encogimiento de la economía rusa del 5,5%.

MOSCÚ
Las medidas adoptadas por el Gobierno de Rusia ante la pandemia del coronavirus (COVID-19) y el fuerte descenso de los precios del crudo son insuficientes a la hora de impedir la ralentización de la economía rusa.
Mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, espera una crisis económica mayor que la crisis financiera global de 2009, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un encogimiento de la economía rusa del 5,5%.
El presidente del Tribunal de Cuentas de Rusia, Alekséi Kudrin, advirtió que el número de personas sin empleo podría elevarse de los actuales 2,5 millones hasta los ocho, mientras que la resistencia de los oficiales a hacer uso de los USD 165.000 millones en el fondo de los ingresos del petróleo y el gas natural es motivo de crítica.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, el profesor de economía del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), Serguéi Guriev, recuerda que el primer paquete económico anunciado por Rusia equivalía al 0,3% de su producto interior bruto (PIB).
“Posteriormente la cantidad (del paquete) empezó a aumentar. Sin embargo, en estos momentos ha llegado hasta el 2% del PIB, incluidos los créditos concedidos”, agrega el economista.
Guriev señala un encogimiento de la economía rusa de entre el 6 y el 10% debido a las medidas de aislamiento implementadas por el Gobierno ruso a raíz de la COVID-19. “El 70% de los rusos carece de ahorros y se enfrentan a un problema de subsistencia muy difícil”, indica Guriev.
El economista asegura que si el precio del crudo continúa en los niveles actuales el encogimiento de la economía rusa podría ser mayor que el previsto por el FMI, apuntando a un déficit en los presupuestos del estado.
“Va a hacer falta utilizar el dinero ahorrado en el Fondo Nacional de Bienestar debido al déficit en los presupuestos. Los activos líquidos del fondo, los cuales equivalen aproximadamente al 10% del PIB, se acabarían este o el próximo año, ya que no quieren reducir los fondos destinados a los ‘proyectos nacionales’, los cuales se llevan a cabo por empresas cercanas a la administración”, comenta Guriev.
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COVID-19 en Rusia
Putin anunció este martes la extensión de la cuarentena en su país hasta el 11 de mayo, con el objetivo de reforzar su progreso en la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Entre las medidas se incluye la suspensión de actividades laborales y mantener a las grandes ciudades, como Moscú y San Petersburgo, en cuarentena.
De igual forma, Putin dio órdenes a su Gobierno de preparar este 5 de mayo recomendaciones sobre la salida gradual de la cuarentena y un plan nacional para reactivar la economía y actividades empresariales mientras se toman las precauciones necesarias contra otro brote del virus.
Hasta el momento las autoridades rusas han confirmado 99.399 casos de COVID-19 y 972 muertes, mientras que un total de 10.286 personas se ha recuperado de la enfermedad.
El país ha llevado a cabo más de 3,1 millones de pruebas, con más de 192.000 personas en revisión médica por sospecha de infección.
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La crisis del crudo
El precio del barril de petróleo crudo West Texas Intermediate (WTI) se redujo drásticamente el 20 de abril, cayendo en negativo por primera vez en la historia.
La demanda sigue colapsada por las medidas de confinamiento destinadas a mantener a los personas en casa debido a la COVID-19.
El precio del barril de petróleo en los futuros contratos que expiran el martes cayó hasta USD -37,63 dólares después de abrir a USD 17,73, una caída de algo más de -290%.
Además de los esfuerzos mundiales que han evitado que la gente salga de sus casas, una disputa entre la OPEP+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, inundó los mercados internacionales de petróleo con un exceso de oferta.
Los países productores de petróleo dentro de la OPEP+ no comenzarán sus recortes de producción hasta el 1 de mayo, dejando el mercado con un exceso que seguirá en aumento hasta entonces.
Con las limitaciones de transporte y las cuarentenas, el consumo de petróleo en todo el mundo ha disminuido drásticamente, ejerciendo una enorme presión sobre los precios del crudo.
Aunque se espera que la demanda mundial de petróleo disminuya en 26 millones de barriles diarios en mayo, se estima que en total caerá en 9,3 millones de barriles diarios en 2020 debido a las medidas adoptadas para hacer frente a la propagación de la COVID-19.
*Traducido por Daniel Gallego.
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