Análisis

Israel utiliza el agua como arma política

Aunque Oriente Medio es famoso por su petróleo, el elemento estratégico en la región es el agua, ya que, a pesar de albergar al 5% de la población mundial, la región solo tiene acceso al 1% de los recursos hídricos del planeta.

Dr. Metin Duyar  | 02.06.2021 - Actualızacıón : 04.06.2021
Israel utiliza el agua como arma política Imagen de archivo. (Muhammad Semih Ugurlu - Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Por: Metin Duyar

Israel utiliza sus recursos hídricos para presionar a Jordania con el fin de que no se oponga a su plan de anexarse cerca del 30% de la Cisjordania ocupada. A pesar de un acuerdo firmado en 1994 por el que ambos países acordaron los términos de repartición de los recursos hídricos de los ríos Jordán y Yarmuk, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se niega a entregar a Jordania la cantidad de agua que le corresponde. Ante el continuo crecimiento de la población mundial, los recursos hídricos del planeta disminuyen por una parte y por otra se contaminan, convirtiéndose en un asunto de importancia estratégica.

Aunque Oriente Medio es famoso por su petróleo, el elemento estratégico en la región es el agua. A pesar de albergar al 5% de la población mundial, Oriente Medio solo tiene acceso al 1% de los recursos hídricos del planeta. Esto aumenta el potencial de un enfrentamiento entre los países vecinos si se tienen en cuenta las disputas existentes entre algunos de estos países por estos recursos: Turquía-Siria-Irak, Siria-Israel-Jordania-Palestina y Egipto-Sudán. En este sentido, Israel mantiene una superioridad estratégica debido al control que ejerce sobre la mayoría de estos recursos en la región. No hay que olvidar que en Oriente Medio las políticas hídricas no se moldean con base en las necesidades, sino según los equilibrios del “poder asimétrico”.

La distribución de las cuencas hidrográficas en la región es tan desequilibrada que en 30 años la cantidad de agua disponible solo será suficiente para satisfacer la necesidad de agua potable. Israel, Palestina y Jordania son los tres países de la región con más problemas de agua: la oferta de agua en Israel es de 382 metros cúbicos anuales por individuo, de 314 en Jordania y de apenas 100 en la Franja de Gaza. Si se tiene en cuenta que cualquier oferta por debajo de 1.000 metros cúbicos se considera como escasez, según el Instituto del Medioambiente de Estocolmo, ya uno se puede imaginar la situación de la región. 10 países más en Oriente Medio padecen el mismo problema. Estos países han duplicado su población en los últimos 25 años.

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La cuenca del rio Jordán se encuentra en el centro de los problemas hídricos en Oriente Medio. Esta cuenca, de unos 18.000 kilómetros cuadrados de extensión, está compartida por Jordania, al 54%; Siria, al 30%; Israel, al 14%, y el Líbano, al 2%. Esto corresponde al 27% del agua del rio para Jordania, el 32% para Israel, el 31% para Siria y el 10% para el Líbano.

El poder económico y militar de Israel le permite imponer sus políticas hídricas e impedir la de sus vecinos. En este sentido, Jordania es el país con más problemas en la región. La gran parte del país está formado por terrenos desérticos, con escasas tierras de cultivo. Los problemas son tales, que algunas localidades en el país solo reciben agua un día a la semana. Por otra parte, Jordania está obligada a compartir sus escasos recursos hídricos con vecinos mucho más fuertes económica y militarmente.

La ocupación de Israel de los Altos del Golán no es solo importante desde el punto de vista de seguridad, sino que lo es también desde la perspectiva de los recursos hídricos. Gracias a su ocupación de los Altos, Israel controla el mar de Galilea, también llamado el lago de Tiberíades, así como los ríos Yarmuk y Banias. Siria exige delimitar sus fronteras con Israel sobre el mar de Galilea y de esta manera conseguir que se reconozca como aguas internacionales, pero Israel se reúsa.

En Cisjordania, Israel prohíbe a los palestinos abrir pozos fuera de los imprescindibles para procurar agua potable, mientras que en los territorios ocupados por los colonos judíos la administración israelí se dedica a abrir pozos que consumen rápidamente las fuentes de agua subterráneas.

En numerosas ocasiones, Israel ha ofrecido al Líbano comprarle agua del rio Litani. Este ha rechazado la propuesta en parte por el rechazo generalizado de los demás países árabes y para que no cuente como una victoria de la administración israelí. A pesar de las guerras internas y problemas económicos, el Líbano es el país de la región con menos problemas de agua. En el norte comparte el rio Orontes, o Asi, con Siria.

A estas alturas está claro que Israel no va a ceder los territorios palestinos ocupados ni sus recursos subterráneos. La prueba de esto es que Israel sigue construyendo nuevos asentamientos y expandiendo los antiguos. Otra razón es el hecho de que controlar los recursos hídricos supone desarrollo económico, así como la existencia y continuidad del Estado de Israel. En este sentido, Israel controló los recursos hídricos de la zona y los utiliza para presionar política y psicológicamente a sus oponentes.

Un reparto justo y humano entre los países interesados de los recursos hídricos impediría una nueva guerra en la región en el futuro. De lo contrario, tal guerra no haría sino generar nuevos conflictos interminables. El acceso al agua es un derecho humano. Es por esto que cualquier política sobre los recursos hídricos debería basarse en principios éticos y ser corroborada por acuerdos internacionales.

*Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Daniel Gallego.

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