ESTAMBUL

En el sur de Gaza, se alzó alguna vez una estructura blanca, azul y de color arena con exuberantes jardines verdes.

Cada día, cientos de palestinos se dirigían a la Universidad Israa, un edificio con una imponente fachada con arquitectura islámica.

Hoy, sin embargo, la institución existe sólo en recuerdos y archivos visuales.

Un vídeo de amplia circulación captura el momento exacto en el que las fuerzas israelíes volaron la universidad hasta convertirla en escombros, dejando tras de sí nubes de polvo y una escena de absoluta devastación.

En una conversación con la Agencia Anadolu, las emociones del historiador palestino Abdel Razzaq Takriti son visibles cuando habla de la destrucción causada por Israel.

Sus ojos se llenan de lágrimas y su voz se vuelve temblorosa.

"Lloré cuando vi la destrucción de esta universidad. Fue premeditado... Sabían exactamente lo que estaban haciendo", dijo.

Takriti y sus colegas de todo el mundo forman parte de un grupo llamado Académicos Contra la Guerra en Palestina (SAWP por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es crear conciencia y detener el actual "escolasticidio", el término que utilizan para referirse a la destrucción deliberada de la educación palestina en todas sus dimensiones por parte de Israel.

Takriti, profesor asociado de historia y catedrático de Estudios Árabes de la Fundación Educativa Árabe-Americana en la Universidad Rice en Estados Unidos, califica esta destrucción como una "aniquilación total de la educación palestina".

Destrucción sistemática de la educación

Según las conclusiones de SAWP, Israel ha bombardeado las 11 universidades del enclave desde el 7 de octubre de 2023: la Universidad Islámica de Gaza, la Universidad Al Azhar, la Universidad Abierta Al Quds, la Facultad Universitaria de Ciencias Aplicadas, la Universidad de Palestina, la Universidad Israa, la Universidad de Gaza, la Universidad Al Aqsa, la Escuela Técnica Palestina, la Escuela Palestina de Enfermería y la Escuela Árabe de Ciencias Aplicadas.

Esto ha dejado a unos 90.000 estudiantes palestinos sin poder continuar su educación universitaria.

Alrededor de 370 escuelas han resultado dañadas o destruidas, al dejar a más de 620.000 estudiantes sin escolarizar.

Los ataques israelíes también mataron a 231 educadores y académicos, y al menos otros 707 resultaron heridos, según los datos de SAWP.

El número de estudiantes asesinados es de al menos 4.237, y 7.800 más han resultado heridos.

Ocho bibliotecas especializadas y cuatro bibliotecas universitarias también han resultado dañadas o destruidas.

Todo esto, dice el grupo, encaja con la descripción de escolasticidio, acuñada por primera vez por la profesora palestino de la Universidad de Oxford Karma Nabulsi, experto en las leyes de la guerra.

El término combina el prefijo latino "schola", que significa escuela, y el sufijo latino "cidio", que significa matar.

"Ella (Nabulsi) lo conceptualizó en el contexto del ataque israelí contra Gaza en 2009, pero también con referencia a un patrón de ataques coloniales israelíes contra académicos, estudiantes e instituciones educativas palestinas", explicó Takriti.

El ataque se remonta a la fundación del Estado de Israel en 1948, y el patrón se expandió después de la guerra de 1967 en Palestina y "se manifestó en nuevas formas después de la invasión israelí del Líbano en 1982, en la que se presenció el saqueo y la destrucción de importante material cultural y educativo palestino", señaló.

Según el experto, Nabulsi descubrió que la destrucción sistemática de la educación palestina por parte de Israel es "para contrarrestar una tradición de aprendizaje en Palestina".

Takriti cree que el escolasticidio está muy "íntimamente relacionado con el genocidio", crimen que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dijo que Israel podría estar cometiendo en Gaza.

Tras la invasión terrestre israelí de Gaza, el profesor y otros académicos lanzaron SAWP, que el historiador describe como "una coalición transnacional de universidades principalmente de EEUU, Canadá, Reino Unido y Sudáfrica, pero también de toda Europa y de muchas partes de Oriente Medio y América Latina".

En diciembre, la coalición lanzó una petición en la que pedía un alto al fuego en Gaza y que fue firmada por 1.000 académicos destacados de todo el mundo.

Escolasticidio, término intercambiable con la palabra "educidio", implica la destrucción sistémica, total o parcial, de la vida educativa de un grupo nacional étnico, racial o religioso, según SAWP.

Esto incluye asesinatos de profesores, estudiantes y personal, así como arrestos y detenciones de personas involucradas con instituciones educativas. Sus otros factores incluyen el acoso y la intimidación de profesores y estudiantes, el bombardeo y la demolición de instituciones educativas, la destrucción de recursos como bibliotecas, archivos y laboratorios.

SAWP además monitorea el asedio de institutos educativos por parte de las fuerzas israelíes y su uso como cuarteles, bases logísticas o incluso centros de detención e interrogatorio.

También se centra en la revocación de los derechos de residencia de estudiantes y académicos que puedan buscar oportunidades educativas en el extranjero.

Ver también: UE enfatiza que se debe presionar a Israel para que no ataque Rafah, refugio de 1,7 millones de palestinos

El escolasticidio "a una escala sin precedentes"

Durante la guerra en curso, el escolasticidio de Israel en Gaza se ha "intensificado a una escala sin precedentes", aseguró Takriti.

"Están demoliendo universidades y escuelas intencionalmente. Bombardearon y destruyeron todas y cada una de las universidades. Están utilizando las escuelas como cuarteles y estaciones militares", dijo.

Agregó que el objetivo de Israel es hacer que el territorio sea inhabitable, no sólo "matando a la persona, sino también matando el conocimiento que tiene".

"Estás matando todos los años dedicados a la formación, que en su totalidad serían básicamente miles de años de conocimiento, porque cada una de estos cientos de personas que han sido asesinadas ha trabajado al menos 10 años para obtener un doctorado, si no más", destacó.

Esto se suma a los cientos de maestros de escuela que desempeñan un papel importante en la vida social, agregó.

Takriti señaló que a los palestinos, como sociedad, les tomó mucho tiempo y mucho esfuerzo "poder siquiera construir universidades bajo la ocupación (israelí)".

Incluso era difícil conseguir un permiso para construir una universidad, añadió.

El pueblo palestino es un pueblo muy educado debido a su condición de desplazamiento forzado, limpieza étnica y colonización, expresó.

El silencio de los académicos israelíes

El académico palestino arremetió contra los profesores y académicos israelíes por su silencio ante los ataques al sector educativo de Gaza.

Algunos de estos académicos israelíes son incluso reservistas del Ejército de Israel, al igual que muchos estudiantes, dijo.

"¿Podemos conceptualizar que son colegas matando a colegas, son compañeros de estudios que matan a otros estudiantes sólo porque resultan ser palestinos? Es cruel”, destacó.

Los cadáveres de palestinos se guardan en la Universidad de Tel Aviv, por ejemplo, y hay otras instituciones que ofrecen servicios similares al Ejército israelí, dijo.

También albergan archivos y materiales culturales palestinos saqueados, agregó.

"Permanecen en silencio cuando se cometen todos estos crímenes contra sus colegas en Palestina. En algunos casos, en muchos, incluso en la mayoría de los casos, de hecho los están promocionando", indicó.

"Todos están unidos con su Estado en lugar de hacer lo correcto y decir una palabra sobre este horror que está ocurriendo", señaló.

Mirando hacia el futuro

El profesor enfatizó que la reconstrucción de la infraestructura educativa palestina será una responsabilidad compartida de todos.

"Tenemos una responsabilidad. Necesitamos fortalecer la provisión de educación de las Naciones Unidas, no debilitarla. Necesitamos fortalecer la provisión local de educación palestina y reconstruirla porque ha sido completamente destruida", enfatizó.

Está completamente destruida a nivel de infraestructura, mientras que a nivel humano, ahora existe la "necesidad de volver a capacitar o capacitar a una nueva generación de educadores para reemplazar a los miles que han muerto o han resultado heridos", enfatizó Takriti.

"En primer lugar, nuestra primera responsabilidad es detener este escolasticidio y detener el genocidio que lo rodea, pero el siguiente paso será, una vez que eso termine, reconstruir a gran escala", agregó.

Ver también: Los gazatíes prefieren morir antes que abandonar la ciudad de Rafah en medio de ofensiva de Israel

Hizo hincapié en que se necesitarían enormes esfuerzos voluntarios de todo el mundo, así como inversiones de gobiernos y ONG.

El historiador está orgulloso de la postura adoptada por sus colegas de la comunidad académica, pero sabe bien que queda mucho por hacer.

"No es suficiente", resaltó.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.