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¿Cuáles son los intereses de los actores del gran enfrentamiento en el Mediterráneo oriental?

La importancia geopolítico-estratégica del Mediterráneo va más allá de la lucha por las reservas de gas natural (o la seguridad energética) y el control de las vías fluviales de la región.

Prof. Dr. M. Seyfettin Erol  | 09.09.2020 - Actualızacıón : 10.09.2020
¿Cuáles son los intereses de los actores del gran enfrentamiento en el Mediterráneo oriental? MAR MEDITERRÁNEO - AGOSTO 10: El buque de investigación turco "Oruc Reis" con buques auxiliares y unidades de la Armada turca, es visto en las costas del Mediterráneo Oriental el 10 de agosto, 2020. (Ministerio de Defensa de Turquía - Handout - Agencia Anadolu).

ESTAMBUL

La cuenca mediterránea tiene una gran importancia geopolítica y geoestratégica. La región se destaca como un lugar de "enfrentamiento" donde se cruzan los proyectos de poder global y regional.

En este contexto, están en gran medida involucrados la iniciativa de la Franja y la Ruta, un instrumento importante de China para su política hacia Occidente; el Proyecto del Gran Medio Oriente (GMEP), una parte importante del objetivo de hegemonía global de Estados Unidos; el anhelo de Rusia que trata de revivir la Unión Soviética con su política hacia el Sur; y las políticas hacia Oriente y Occidente de Alemania, que sueña con el “Cuarto Reich”.

Debido a esto, el Mediterráneo oriental aparece como una de las encrucijadas más frágiles en el proceso de construcción de un orden mundial multipolar, ya que esta importancia geopolítico-estratégica va más allá de la lucha por las reservas de gas natural (o la seguridad energética) y el control de las vías fluviales de la región.

La crisis del Mediterráneo oriental pasó de ser una crisis regional dual a una crisis internacional debido a que Turquía y Grecia son solo la punta del iceberg. Esta crisis es diferente a la de Irak, Siria, Libia, etc. En primer lugar, la crisis no se lleva a cabo entre organizaciones ni a través de ellas. Por lo tanto, hay una diferencia de "medios/ método-actor". Además, la crisis, que parece ser entre Estados, pierde este carácter con la intervención de Francia, que trata de convertir la situación en un conflicto Turquía-Unión Europea, Turquía-Estados Unidos o Turquía-OTAN. Es interesante que la crisis presente la apariencia de una crisis turco-occidental debido al duo Grecia-Francia. Esto es importante para mostrarnos el origen del papel y la motivación de Grecia en la crisis.

Cuando evaluamos los análisis que salieron en la prensa israelí con base en las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y el candidato presidencial estadounidense Joe Biden, se puede ver claramente cómo la voluntad de Turquía es atacada al calificarla de "Estado fallido". Para Ankara es importante que las posturas anteriormente ambiguas de los actores de la crisis empezaron a tomar forma, especialmente en la víspera de la "Nueva Guerra Fría".

El Mediterráneo constituye el flanco occidental de la lucha por el dominio de los mares en la política de contención y neutralización de EEUU contra China. El futuro de la lucha por el poder llevada a cabo en el "Mar de China Meridional-Estrecho de Malaca" y el "Estrecho de Malaca-Canal de Suez", ubicado en el centro, pasa mayoritariamente por el Mediterráneo. Este mar tiene una posición única con conexiones marino-terrestres de tres continentes que con su dimensión, profundidad e impacto de cuenca permite la realización de todos los proyectos nombrados. El futuro del "Corredor Medio", que es la columna vertebral de la Franja y la Ruta, depende de esta cuenca.

Por lo tanto, aunque la crisis del Mediterráneo oriental se destaca como una "lucha por la repartición de recursos", es más importante para la Franja y la Ruta y la llegada de Rusia al Mediterráneo con su política hacia el Sur, que incluye a Libia y Siria. Además, en la lucha por el control de las vías fluviales, puede ser escenario de una lucha preventiva o incluso una operación de EEUU y la UE. En esta operación, el que Turquía y Grecia sean países "aliados" permite que se muestre que el problema es una “crisis interna de Occidente" y que los otros actores sean mantenidos fuera. Es interesante a este respecto que la OTAN use más este discurso que la UE.

¿Puede Occidente lograr el resultado que desea en esta crisis? No es muy posible. Porque no tenemos un único Occidente frente a nosotros. En el proceso de construcción del Nuevo Orden Mundial, al igual que en la estructura multipolar anterior a la Segunda Guerra Mundial, Occidente tiene una estructura partida y se divide todos los días. En general, podemos ver esta división en las crisis en el Mediterráneo después de la Primavera Árabe. Aparte de eso, las actitudes de otras potencias rivales ahora tienen un lugar decisivo. Por lo tanto, la superioridad político-militar y la comodidad y el lujo de maniobrabilidad de EEUU en los primeros 10 años después de la Guerra Fría ya no están.

Los objetivos perseguidos por EEUU en la crisis del Mediterráneo oriental se pueden enumerar de la siguiente manera: Establecer una estructura unida para Occidente, que experimenta división y luchas de poder internamente, a través de un enemigo común, para así reforzar su liderazgo en el bloque; arrastrar a Turquía "al viejo eje" y volverlo el "niño dócil" del club occidental. Sacar del Mediterráneo a Rusia, que ha asegurado su propia integridad y liderazgo, sitiarlo en la línea Báltico-Mar Negro-Cáucaso-Asia Central y forzarlo a alejarse de China. Fortalecer la capacidad de China para realizar proyecciones de energía en la región más crítica del proyecto de la Franja y la Ruta.

Los objetivos de Alemania en la crisis del Mediterráneo oriental se pueden enumerar de la siguiente manera: Poner fin a los debates sobre el futuro de la UE y su propia posición; transformar a la unión en un actor poderoso en los campos políticos y de seguridad; al debilitar el liderazgo de la OTAN y de EEUU en estos tipos de crisis, reducir su dependencia de EEUU y convertirse en un actor independiente; ganarle a Turquía.

Los objetivos de Francia son demostrar su madurez política y militar, desempeñar el papel que EEUU e Israel le asignó en el GMEP como poder legionario de Occidente; convencer a EEUU de implementar el proyecto "Ejército de la UE"; mostrar a Turquía como el miembro problemático de la OTAN y reconstruir la "Gran Francia" como potencia colonial en la cuenca mediterránea.

Los objetivos de Rusia en la crisis son los siguientes: proteger sus logros en Siria; fortalecer su presencia en el Mediterráneo y así preservar la ventaja que ha obtenido en su política hacia el Sur; reforzar su posición en la línea Balcanes-Mar Negro-Cáucaso; volver dependientes a Turquía y Grecia, especialmente al primero; alentar el alejamiento de Turquía de la alianza occidental; darle un golpe a la alianza occidental, especialmente a la OTAN, a través de la crisis.

Si hay un objetivo común de todos los actores de la crisis es Turquía. La lucha de Turquía por ser un actor global lo pone en la posición de un país que necesita ser controlado. Debido a esto, las potencias toman medidas contra Turquía como: mantener su dependencia exterior de energía y evitar que sea un actor del mercado energético; sitiar el sur de Turquía e impedir el transporte Medio Oriente-África; debilitar su papel en el Proyecto de la Franja y la Ruta; sabotear rutas fluviales y de seguridad energética; terminar su existencia en Chipre, el Mediterráneo y las Islas del Egeo.

Ver también: Claves para entender el enfrentamiento entre Turquía y Grecia en el Mediterráneo oriental.

*Mehmet Seyfettin Erol es profesor de la Universidad Ankara Haci Bayram Veli y director del Centro de Investigación Política y de Crisis de Ankara (ANKASAM).

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.

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