Artesano turco mantiene vivo el oficio de los amuletos de mal de ojo
Mahmut Sur es uno de los artesanos más antiguos del barrio de Nazarkoy, famoso por sus talleres de amuletos de mal de ojo de cristal, en la provincia turca de Esmirna.

ESMIRNA, Turquía
El artesano de amuletos de mal de ojo de 57 años de edad, Mahmut Sur, figura en la lista de los Tesoros Humanos Vivos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sur es uno de los artesanos más antiguos del barrio de Nazarkoy (pueblo de mal de ojo en turco), famoso por sus talleres de amuletos de mal de ojo de cristal.
Nazarkoy es uno de los barrios del municipio de Kemalpasa, en la provincia de Esmirna, en el oeste de Turquía, a orillas del mar Egeo, y desde 1942 es uno de los principales centros de producción de estos amuletos en Turquía.
En él, decenas de artesanos calientan el cristal en hornos a 1.200 grados centígrados de temperatura para luego darles la forma deseada.
Para los vecinos del barrio la industria de los amuletos del mal de ojo supone una importante fuente de ingresos.
Luego de finalizar su educación de primaria, Sur comenzó a trabajar en uno de los talleres de Nazarkoy debido a las dificultades económicas por las que pasaba su familia, por lo que no pudo completar su educación.
Tras finalizar el servicio militar obligatorio, Sur empezó a trabajar en una fábrica de cristal para ganar experiencia en el manejo y fabricación del cristal.
La crisis económica de 2001 en Turquía llevó a la quiebra de la fábrica en la que trabajaba, tras lo cual Sur decidió abrir su propio taller en Nazarkoy.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Sur relata que en 2012 fue agregado a la lista de los Tesoros Humanos Vivos y que de esta manera el propio amuleto acabó figurando en la lista del Patrimonio de la Humanidad, también de la Unesco.
Ahora Sur se dedica a enseñar el oficio a otras personas a través de cursos especiales. En estos momentos Sur tiene cinco alumnos, y en el pasado transmitió el oficio a una mujer británica.
“Hasta el momento he enseñado el oficio a un total de 15 personas, entre ellas cinco mujeres. En el exterior mis productos han ido hasta América y Japón. El amuleto de mal de ojo es una cultura asentada, de aproximadamente 3.000 años. Incluso los japoneses nos llamas ‘los turcos del amuleto azul’. En el futuro pienso abrir un museo con estos (amuletos). Quiero que el oficio también continúe después de mí”, cuenta Sur.
El artesano asegura que gracias a su oficio pudo hacer que su hija completara sus estudios y se convirtiera en maestra.
*Traducido por Daniel Gallego.
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