La presidenta de FWI elogia la decisión de Erdogan de retirar a Türkiye de la Convención de Estambul en 2021

ESTAMBUL

La presidenta de la organización sin fines de lucro estadounidense Family Watch International (FWI) elogió la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en 2021, de retirar a Turquía de la Convención de Estambul.

Durante su intervención en el Foro Internacional de la Familia, celebrado en Estambul, Sharon Slater señaló que la decisión se debió a la inclusión de conceptos ideológicos controvertidos y vinculantes, y criticó los programas de educación sexual de organizaciones como la UNICEF y el Fondo de Población de las Naciones Unidas, alegando que son ideológicos más que pedagógicos.

Acusó al sistema de la ONU de proporcionar una financiación significativa a ONG y proyectos digitales que promueven dicho contenido. Según Slater, estos modelos educativos buscan distanciar a los jóvenes de sus familias y valores tradicionales.

Jeyran Rahmatullayeva, jefa de la Oficina Administrativa del Comité Estatal de Asuntos de la Familia, la Mujer y la Infancia de Azerbaiyán, señaló que, si bien la era digital ha permitido a las mujeres participar más activamente en la educación y el mercado laboral, también ha tenido efectos negativos, como el aumento de las tasas de divorcio.

Afirmó que las estructuras familiares también se ven afectadas por el calentamiento global y la urbanización, y que, con la migración urbana, las familias extensas se están transformando en familias nucleares. La mayoría de las familias ahora tienen un solo hijo y solo la unidad nuclear suele trasladarse de zonas rurales a urbanas.

Stefano Gennarini, vicepresidente de Estudios Jurídicos del Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-Fam) en EEUU, argumentó que las fundaciones estadounidenses y occidentales utilizan términos como "igualdad de género" y "salud reproductiva" para socavar los valores familiares tradicionales y añadió que las políticas sociales de la ONU están cada vez más condicionadas por las ideologías políticas de los países occidentales y que muchos países en desarrollo guardan silencio debido a su dependencia económica.

Aleksey Kiristaev, experto en biotecnología de la Universidad de Moscú, argumentó que las grandes farmacéuticas están colaborando con el Congreso y el complejo militar industrial estadounidense para impulsar una agenda global de control de la población y, recalcó que se está animando a los niños a abandonar su sexo biológico y se les está obligando a someterse a costosos tratamientos hormonales.

*Traducido por Daniel Gallego.