Los dos candidatos a la presidencia de Honduras hicieron sendas declaraciones tras el conteo de los votos que dieron como ganador a Juan Orlando Hernández, con el 42,9%.

En su discurso, Hernández hizo un llamado a la hermandad entre las facciones opositoras y su gobierno.

“Convoco a la cordura y a la hermandad de la unidad nacional. Mi compromiso es trabajar por la paz y tranquilidad de Honduras”, indicó Hernández en una conferencia de prensa.

El presidente electo dijo que se debe hacer una reflexión a profundidad sobre la situación política y social del país, donde se reportaron más de 100 capturas y siete muertos en las protestas que exigían una respuesta por parte del Tribunal Supremo Electoral para los comicios celebrados el 26 de noviembre.

Hernández le dijo a sus competidores que es necesario establecer “la idea de una nueva Honduras” y que la demora en la entrega de los resultados es una enseñanza para armonizar la relación entre “todos los espectros políticos para superar la crisis”.

El candidato de la coalición Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, le respondió inmediatamente a Hernández y manifestó que quien ganó las elecciones fue su partido.

Además, le pidió a las Fuerzas Armadas que “asuman el papel que dicta la Constitución y no sean cómplices del fraude”.

En su intervención dijo que le corresponde a las “Fuerzas Militares tomar el control para que se respete la voluntad de la mayoría de las personas”, subrayó Nasralla.

También le solicitó a la OEA que convoque a su Consejo Permanente y se revise “el fraude en las elecciones”.

El candidato de la Alianza de Oposición dijo que “hubo dos robos, porque votaron personas fallecidas y votaron los que viven en Estados Unidos y no estaban habilitados”.

Nasralla declaró que el artículo 173 de la Ley Electoral indica que “si los votos nulos superan a la diferencia entre los sufragios del perdedor y el ganador, se deben revisar de nuevo para tomar una nueva decisión electoral”.

Finalmente, Nasralla fue vehemente y aseveró que “en Honduras no gobierna la institucionalidad, por lo tanto, nuestra única fuerza es el pueblo que reclama en las calles”.