El grupo palestino Hamas hizo un llamado el viernes para realizar operaciones de resistencia, como respuesta al intento de cambiar el «status quo» de la mezquita de Al-Aqsa, que les permitiría ingresar a los israelíes a hacer cultos religioso en la que es considerada la tercera zona más sagrada del mundo para los musulmanes.

"Si siguen los crímenes sistemáticos en Jerusalén y Cisjordania explotará la situación en la región frente a la ocupación y los colonos", dijo el portavoz de Hamas, Abd al-Latif al-Qanoo, en un comunicado. Además, aseguró que el “gran pueblo palestino hará lo que sea necesario para proteger la mezquita Al-Aqsa, fracasará en todos los planes destinados a dividirla y judaizarla, y enfrentará los crímenes de la ocupación sionista".

Desde que Israel planteó el cambio de la política del centro de oración musulmán, inició una serie de actos violentos entre israelíes y musulmanes. El viernes, por ejemplo, dos colonos resultaron heridos cuando fueron atropellados por un vehículo cerca del asentamiento Gush Etzion en el sur de la Cisjordania ocupada. El atacante fue asesinado, según fuentes de medios israelíes.

El jueves, un oficial de policía israelí fue apuñalado en la ciudad vieja de Jerusalén y ese mismo día la policía israelí también abrió fuego contra dos adolescentes palestinos, uno de ellos murió y el otro quedó gravemente herido.

El domingo, en el primer día de Eid Al-Adha, la festividad musulmana llamada también «Día del Sacrificio» que conmemora la obediencia a Dios de Abraham, la policía israelí permitió que 1.336 colonos entraran en la mezquita Al-Aqsa, donde estallaron enfrentamientos entre creyentes musulmanes y la policía israelí.

Grupos judíos extremistas le pidieron al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que les permitiera practicar sus oraciones judías en la mezquita de Al-Aqsa, incluso durante la festividad musulmana del Eid.

*Traducido por José Ricardo Báez G.