BERLÍN

El apoyo al Gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz en Alemania se desplomó a un mínimo histórico, mientras que el apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) batió su récor, según una nueva encuesta de la emisora pública ARD.

La encuesta muestra que el 79% de los encuestados están menos que contentos o nada contentos con el Gobierno de coalición liberal de centroizquierda. Solo el 20% de los votantes dijo que el Gobierno funciona bien.

El 83% de los encuestados opina que el Gobierno de coalición tripartita no ha podido tomar decisiones oportunas y que, a menudo, tarda “demasiado en encontrar soluciones” a los problemas apremiantes del país.

El 69% expresó su preocupación por la economía y el 21% dijo que la situación económica ha empeorado significativamente en Alemania.

Muchos de los participantes criticaron el plan del Gobierno de prohibir la instalación de calderas a gas y petróleo a finde promover soluciones no fósiles.

El 67% indicó estar preocupado por que las medidas que el Gobierno planea implementar para un sistema de calefacción respetuoso con el clima resulten financieramente abrumadoras.

En la última encuesta, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) de Scholz obtuvo el 18% del apoyo, mientras que su socio de coalición, los Verdes, bajó al 15%. El socio menor de la coalición, los liberales Demócratas Libres (FDP), se mantiene en el 7%.

La principal oposición de Alemania, la alianza conservadora de CDU y CSU, fue favorecida por el 29% de los encuestados.

AfD, que ha estado bajo la vigilancia de los servicios de inteligencia por representar una amenaza para la democracia, registró un nuevo máximo del 18% de apoyo, según la encuesta.

La inmigración, la crisis energética, la economía y la inflación fueron las principales razones por las que los encuestados votaron a favor de AfD.

Las principales figuras del partido se opusieron a la decisión del Gobierno alemán de entregar armas a Ucrania, criticaron las sanciones occidentales contra Rusia y argumentaron que poner fin a las importaciones de energía de Rusia iba en contra de los intereses nacionales de Alemania.

*Traducido por Daniel Gallego.