La senadora Kamala Harris finalizó formalmente el martes su intento por convertirse en la candidata demócrata para enfrentarse al presidente estadounidense Donald Trump durante las elecciones presidenciales del próximo año.

Harris anunció su decisión en una publicación en el sitio web Medium, calificándola como "una de las decisiones más difíciles de mi vida".

"Con ustedes, mis seguidores, con profundo pesar, pero también con profunda gratitud, estoy suspendiendo mi campaña hoy", escribió la senadora de California, citando en particular las deficiencias financieras que le impiden quedarse en la carrera.

"Quiero ser clara: aunque ya no me postulo para presidente, haré todo lo que esté en mi poder para derrotar a Donald Trump y luchar por el futuro de nuestro país y lo mejor de lo que somos", agregó.

La candidatura de Harris inicialmente despegó con gran fanfarria entre los demócratas, y fue una de las principales candidatas.

Pero a medida que el campo de candidatos aumentó a más de dos docenas de personas, la campaña de Harris se desaceleró en la recaudación de fondos y la popularidad entre algunos por el descontento progresivo del Partido Demócrata con su historial como fiscal de carrera.

Una encuesta en el sitio web RealClearPolitics mostró que Harris rondaba alrededor del 3% de la preferencia electoral después de alcanzar un pico de alrededor del 15% a principios de julio, después del primer debate demócrata donde la golpeó fuertemente su postura contra Joe Biden, el ex vicepresidente que sigue siendo el líder demócrata.

Todavía hay más de una docena de demócratas que buscan la nominación de su partido, y mientras Biden sigue siendo el favorito, el alcalde de Indiana, Pete Buttigieg, está surgiendo a medida que los senadores progresistas Elizabeth Warren y Bernie Sanders compiten por el segundo puesto.

*Traducido por Maria Paula Triviño.