El relator especial de Naciones Unidas en derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Michael Lynk, instó el viernes a la Unión Europea a utilizar su “peso económico, experiencia diplomática, ayuda, comercio e inversión” para evitar los inminentes planes israelíes de anexar partes de Cisjordania y el Valle del Jordán.

Lynk afirmó en un comunicado que la anexión “conduciría a un marcado empeoramiento de la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado y la vida cotidiana de millones de palestinos”.

El experto destacó que la anexión planeada para después del 1 de julio es una continuación de la “extensión ilegal de la soberanía de Israel sobre tierras palestinas y árabes durante las últimas décadas”, y agregó que ahora la comunidad internacional estaba más alerta ante las violaciones graves del derecho internacional.

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“Lo que quedaría de Cisjordania sería un Bantustan comido por las polillas, que sería el final, no el comienzo, de un verdadero Estado palestino. Esta sería una forma moderna de apartheid, una anomalía política en el siglo XXI”, aseguró el relator de la ONU.

El experto independiente sugirió que la comunidad internacional, y particularmente la UE, debían tomar medidas concertadas para contrarrestar la propuesta y garantizar la rendición de cuentas por tales violaciones graves del derecho internacional.

“Hemos llegado a un punto en el que las resoluciones sin resolución ya no pueden contribuir a alcanzar la paz y la seguridad humanas, justas y duraderas que merecen los palestinos e israelíes”.

Lynk añadió que la UE debería insistir en que Israel se adhiera estrictamente al derecho internacional y analice las consecuencias políticas, diplomáticas y económicas que implementaría si Israel desafía la opinión mundial.

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“Si Israel procede con cualquier forma de anexión después del 1 de julio, incluso si es una ‘anexión-lite’, que consiste en varios bloques de asentamiento en lugar del anunciado 30% de Cisjordania, la Unión Europea debe liderar al mundo en la imposición medidas de responsabilidad”, aseveró Lynk.

Cualquier cantidad de anexión es contraria a la Carta de la ONU, y un acto fundamentalmente ilegal, afirmó el experto de la ONU.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció el mes pasado que su Gobierno anexaría formalmente el Valle del Jordán y todos los bloques de asentamientos en Cisjordania.

Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, se considera un territorio ocupado según el derecho internacional, lo que hace que todos los asentamientos judíos allí, así como la anexión planificada, sean ilegales.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.