Desde la firma del acuerdo de Idlib el 17 de septiembre de 2018, en Siria el número de personas forzadas a emigrar de las zonas atacadas violando el cese al fuego, por el régimen de Bashar al-Assad, los grupos terroristas respaldados por Irán y Rusia, alcanzó los 553.444. 

Los civiles desplazados están esperando el fin de los bombardeos para poder regresar a sus hogares.

La mayoría de los civiles que escaparon de los intensos ataques que se llevan a cabo desde el 25 de abril por los soldados del régimen de Al Assad, los grupos terroristas respaldados por Irán y Rusia en Idlib y Hama, se han refugiado en campamentos como Kafar Lusin, Atme, Kah y Deyr Hasan, ubicados en tierras sirias frente al distrito turco Reyhanli en Hatay.

Una parte también migró a las cercanías de los puntos de control de la zona de desescalamiento establecidos por las Fuerzas Armadas turcas (TSK) en el marco de los acuerdos de Astaná, a la zona rural del occidente de Alepo y a las zonas liberadas de grupos terroristas en las operaciones llevadas a cabo por Turquía, Escudo del Éufrates y Rama de Olivo.

El director de la ONG local Coordinadores de Respuesta de Siria, Mohamad Halaj, dijo al corresponsal de la Agencia Anadolu que "desde el 17 de septiembre de 2018, el régimen de Al Assad y sus partidarios han forzado la migración de 553.000 civiles con bombardeos aéreos y terrestres en la zona de desescalamiento de Idlib"

Halaj declaró que estas fuerzas organizaron ataques aéreos y terrestres contra al menos 97 civiles en la provincia de Idlib, en la zona rural de Hama y de Alepo y explicó que la migración ha aumentado con la expansión de los ataques y que los civiles han tenido que abandonar sus hogares en el sur y suroeste de Idlib, y la zona rural del oeste y norte de la provincia de Hama.

"Que los países garantes nos ayuden a volver a nuestros hogares"

Ahmed Kadur, un desplazado que se refugió en un campamento en la frontera con Turquía escapando de los ataques a su pueblo al sur de Idlib dijo que han vivido 10 días bajo los árboles: “los niños y los ancianos tienen hambre. ¿Dónde están las asociaciones de ayuda? Que los países garantes nos ayuden a volver a nuestros hogares. Que liberen nuestros pueblos y nosotros regresaremos de inmediato. Hemos estado siendo bombardeados desde el aire y desde la tierra”.

Abu Abdu, otro de aquellos que tuvieron que emigrar, también declaró que sus hogares fueron destruidos en los ataques: "salimos del fondo de los escombros y nos refugiamos bajo los árboles. No es posible que volvamos. No somos terroristas. Nos toman como terroristas y nos bombardean. No puedo decirle 'Bienvenido' al que quiere destruir mi casa. Por supuesto que vamos a protegernos. Las personas aquí llevan 15 días sin vestir ropa limpia. Nuestras casas fueron demolidas y saqueadas. La gente vive bajo los árboles. No hay agua para beber. Incluso si la hubiera, no hay recipientes para llenar.

La situación en la "Zona de desescalamiento de Idlib"

La provincia de Idlib, al noroeste de Siria, ha sido un bastión de la oposición desde el comienzo de la guerra civil.

El centro de la ciudad de Idlib fue tomada por la oposición en marzo de 2015 y ya ha alcanzado los 4 millones de habitantes debido a la migración interna. Idlib ahora es entre todas las zonas blanco del régimen, la más atacada.

Luego de que Turquía, Rusia e Irán en la reunión de Astaná el 4 y 5 de mayo de 2017 declararan “zona de desescalamiento” a Idlib y sus alrededores, las fuerzas del régimen han violado continuamente el cese al fuego. 

Debido a esto Turquía y Rusia firmaron un acuerdo adicional. A pesar del acuerdo firmado en Sochi el 17 de septiembre de 2018, el régimen con la ayuda de sus partidarios continúa sus ataques. Los ataques que se intensificaron durante la duodécima reunión entre Turquía, Rusia e Irán que se llevó a cabo en la capital de Kazajistán el 25 y 26 de abril, continúan con la misma intensidad.

Las fuentes de la Defensa Civil (Cascos Blancos) indican que al menos 142 civiles han perdido la vida y más de 385 civiles han resultado heridos desde el 25 de abril.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó a la redacción de esta nota.